Cataluña
Pere Navarro: «Si no se dan respuestas, la tensión va a aumentar»
Entrevista al Primer secretario del PSC
A Pere Navarro (Terrassa, 1959) le ha tocado dirigir el PSC en la etapa más complicada de su historia. La ofensiva soberanista amenaza con hacer trizas a su partido, pero Navarro no piensa perderle la cara al reto por muchos golpes que se lleve.
A Pere Navarro (Terrassa, 1959) le ha tocado dirigir el PSC en la etapa más complicada de su historia. La ofensiva soberanista amenaza con hacer trizas a su partido, pero Navarro no piensa perderle la cara al reto por muchos golpes que se lleve.
–Después de la agresión que sufrió el pasado domingo, ¿ha tenido algún otro incidente?
–No, aunque debo decirle que todas las semanas son muy intensas. Soy consciente de que se ha interpretado mi agresión de múltiples maneras. Yo quiero pensar que ha sido un hecho puntual, pero no tengo dudas de que es un síntoma de un clima de tensión que se vive en Cataluña.
–¿Tensión política o crispación social?
–Cuando los principales responsables políticos de Cataluña se dedican a radicalizar las cosas, a enviar a mensajes a la población que no son de concordia sino de todo lo contrario, es lógico que haya determinados sectores que también se radicalicen y piensen que todas las actuaciones son justificables.
–Descríbanos la escena de su agresión.
–Se me acercó una señora en la puerta de la catedral de Terrassa, me insultó gravemente, le dije que se calmara y me propinó un puñetazo en la cara. Yo estaba acompañado de mi familia porque iba a una comunión, había mucha gente y otras personas la increparon diciéndole que no eran formas.
–¿Se ha sentido apoyado por su partido?
–He recibido muchísimas muestras de apoyo no sólo de mi partido, sino de otros. Pero lo preocupante es que determinados sectores no sólo han querido quitarle importancia sino llevarlo a la frivolización. En este momento la política no está para frivolidades. Hay que asumir que hay que abordar las cosas desde el diálogo y ser conscientes de que hay muchísimas personas con enormes dificultades que necesitan respuestas, no sólo tensión.
–¿Si no hay respuestas, la tensión va a ir en aumento?
–Sin duda, la tensión crece. Y los principales dirigentes no dan muestras de querer rebajarla. Lo vimos hace poco cuando el señor Mas y el señor Rajoy fueron incapaces de saludarse en un mismo espacio, tal y como requeriría la cortesía institucional. Cuando la sociedad ve eso, es posible que haya determinados sectores que lo justifiquen todo.
–En los últimos tiempos hemos visto mucha actividad de los partidos políticos en las calles en Cataluña a cuenta del debate territorial. ¿Por qué el PSC no se manifiesta en las calles en ningún sentido?
–El PSC lo que dice es que hay que implantar un clima de diálogo. Sabemos que es difícil porque hay mucho ruido, pero nosotros tenemos una propuesta, que es una reforma de la Constitución en un sentido federal. No queremos pensar que hay partidos interesados únicamente en alimentar la confrontación por un interés electoral, ya que hoy lo más importante no son los resultados electorales sino ofrecer soluciones a los problemas de la gente, sean territoriales, sociales o económicos.
–Convergència y ERC dicen que la solución es la independencia de Cataluña.
–Alguien puede pensar que la independencia es la solución al debate territorial, pero cuando se dice que va a solucionar también los temas económicos se va directamente hacia la frustración. Se les ha dicho a los ciudadanos de Cataluña que la independencia es la única solución a todo y esto es irresponsable. Nosotros no tenemos soluciones mágicas, sabemos que hay que trabajar duro, pero proponemos cosas que son reales.
–¿Quiere decir que la independencia es un escenario irreal?
–Yo respeto que haya quien defienda la independencia, pero es irreal pensar que va a haber un referéndum en 2014 y que Cataluña va a ser independiente en 2015. Decir esto es engañar a la gente y hay que desenmascararlo, sobre todo porque estamos en un momento de crisis. Nosotros no engañamos a nadie, proponemos soluciones, difíciles sí, pero posibles.
–¿La solución federal sí es posible? Hoy no es mayoritaria.
–Creo que cada vez hay más gente que la defiende en publicaciones, en artículos de opinión y en trabajos universitarios. Debo decir que sólo hace un año y medio que estamos hablando de federalismo. Recuerdo que mis primeras propuestas despertaban una sonrisa irónica y ahora esa sonrisa ya no existe porque se va viendo que va ocupando cada vez más espacio.
–¿Implantar un modelo federal en España es tan irreal como la independencia de Cataluña?
–La reforma de la Constitución tiene varias cualidades, una de ellas es que el camino para hacerlo está marcado; otra es que uno de los grandes partidos de España, el PSOE, la apoya a iniciativa del PSC; y otra es que es un modelo contrastado en los grandes países del mundo, grandes o pequeños, desde Suiza a Estados Unidos, Canadá o Australia. En cambio, el camino hacia la independencia está lleno de incertezas. Basta con fijarse en el tema de Europa. Todas las autoridades comunitarias han dicho que una Cataluña independiente quedaría fuera de la UE y eso es una realidad que los ciudadanos deben saber. Hace poco el señor Van Rompuy decía que cuando surgen este tipo de conflictos territoriales una buena solución es el modelo federal.
–Usted defiende la celebración de una consulta legal y acordada. ¿La consulta que quiere es el referéndum que surja de una reforma constitucional?
–Como usted señala, la consulta debe ser el resultado de un proceso de diálogo y antes de que pueda plantearse creo que tiene que producirse un cambio en el marco de convivencia entre Cataluña y el resto de España. Es decir, es necesaria una reforma de la Constitución, la cual desembocaría en un referéndum. Luego, hay otra consulta muy clara, que es sobre el futuro Estatuto de Autonomía que surge de la nueva Constitución. A partir de ahí, hay que ver si hace falta algún otro tipo de planteamiento.
–El pasado día de Sant Jordi se presentó Societat Civil Catalana, una plataforma que quiere combatir el independentismo. ¿Qué le parece?
–Cuenta con nuestro respeto.
–¿No con su adhesión?
–No. Yo firmo los manifiestos de mi partido.
–Hablemos de su partido. ¿Los sectores críticos del PSC estarían mejor fuera que dentro?
–Mire, mi actitud es la de sumar. En todo caso, debo recordar a todos que el PSC tiene hoy la misma ideología de hace 10 años y de hace 30 años, que muy resumida es catalanismo, federalismo y socialismo. Estoy convencido de que todas las personas que comparten estas ideas seguirán vinculadas al partido. Con matices, de acuerdo, pero si comparten estos valores seguirán. En cambio, hay otras personas que ya no comparten estas ideas y se han convertido independentistas. Pues bien, respeto su cambio.
–En efecto, hay figuras de su partido que ahora van en las listas de ERC como Ernest Maragall. ¿Teme que se produzcan más fugas a ERC o a otras formaciones como ICV?
–Es posible que haya quien tenga la tentación de pescar en el PSC. En cualquier caso lo tienen mal porque yo veo un partido con miles de personas defendiendo nuestro proyecto político con absoluta convicción. Yo veo un PSC fuerte, sólido y agrupado en torno a nuestros valores fundacionales. Nuestro partido tiene una virtud y es que en las dificultades se crece.
–¿Augura, por tanto, un buen resultado en las europeas?
–Estoy seguro de que si los ciudadanos votan a conciencia sobre un modelo de Europa vamos a obtener un buen resultado. Tenemos que intentar que nadie nos secuestre estas elecciones que son europeas y no otra cosa.
–¿Qué va a ocurrir en Cataluña el 9 de noviembre, la fecha marcada para la celebración de la consulta?
–Los que han promovido esta fecha lo han hecho tan mal que han hecho imposible que se celebre la consulta. Y no lo digo yo, lo dicen ellos. ¿Y por qué? Porque no hay un acuerdo entre Gobierno y Generalitat, y no se puede realizar por la vía unilateral.
–¿Se plantea presentar una moción de censura contra Artur Mas si este proceso acaba en un callejón sin salida?
–Lo que es cierto es que tenemos un presidente de la Generalitat que va de fracaso en fracaso porque se presentó a unas elecciones donde prometió bajar el paro a la mitad, luego se propuso un pacto fiscal que tampoco consiguió y finalmente acudió a otras elecciones donde prometió una consulta a partir de una mayoría excepcional. Como le digo, un fracaso tras otro.
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