Parte de los más de 1.000 objetos «franquistas» retirados por Exteriores se destinarán a «reciclaje»

Objetos con «simbología franquista» como piezas de vajilla, cuberterías, cristalerías, escudos, metopas, retratos o bustos, así como cuadros, hasta un total de 1.121 objetos retirados por el Ministerio de Asuntos Exteriores desde 2018, serán destinados a «reciclaje en el ámbito local», mientras que el resto serán depositados en el Archivo de Salamanca, según una resolución de Transparencia a la que ha tenido acceso LA RAZÓN.

Así lo ha asegurado la directora general del Servicio Exterior de la cartera de Albares a petición de un ciudadano, que solicitó por la Ley de Transparencia, en fecha del 4 de abril, la «relación de todos los vestigios franquistas que ha eliminado ese ministerio desde el año 2018 (año incluido) hasta el momento presente», así como la «descripción del vestigio retirado», «lugar de la retirada», «fecha», «motivo», «coste» y «actual ubicación».

De acuerdo con la respuesta proporcionada, y en base a la Ley de Memoria Histórica de 2007, «en noviembre de 2021 se procedió a cubrir los frescos existentes en la sede de la Plaza del Marqués de Salamanca –antigua sede del antiguo Instituto Nacional de Industria (INI)– que contenían un lema de exaltación de la dictadura». Se trata de tres pinturas, aunque no se mencione, obra del pintor valenciano Ramón Stolz Viciano, un reconocido artista de los años cuarenta en España, considerado como el mejor muralista del siglo XX, según Enrique Lafuente Ferrari, uno de los historiadores del arte español más importantes del pasado siglo.

Cubierto con telas en Madrid el mejor muralista del siglo XX

De acuerdo con la información recibida, «para garantizar la conservación y la preservación» de estas pinturas, «un equipo de restauradores llevó a cabo la instalación, también debidamente documentada, de un sistema de telas colgadas con espacios de ventilación». Además, en febrero de 2022 se tapó «el escudo franquista existente en la fachada del Colegio de Nuestra Señora del Pilar de Jerusalén».

Asimismo, «en octubre de 2022 se remitió al Ministerio de Cultura el repostero con simbología franquista retirado de la Embajada de España en la Santa Sede en 2020 para su almacenamiento».

A tenor del documento, ya con la Ley 20/2022 en vigor se produjo, en diciembre del mismo año, la retirada de los retratos de ministros de Asuntos Exteriores que ocuparon sus cargos entre 1939 y 1945. Por una parte, en el Palacio de Santa Cruz, los de Francisco Gómez-Jordana y Sousa; Juan Luis Beigbeder y Atienza; Ramón Serrano Súñer y José Félix de Lequerica Erquiza. Además, en la Escuela Diplomática se quitó el de Francisco Gómez-Jordana y Sousa.

«Estas acciones no se circunscriben a la sede central del ministerio, sino que se extienden a todas las representaciones en el exterior», reza el texto. Así, el 9 de diciembre de 2022 «se remitió un telegrama» a todas las legaciones «con instrucciones para el cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 35.5. de la Ley de Memoria Democrática».

De acuerdo con la información registrada, «tras este envío se han identificado 113 elementos con simbología contraria a la memoria democrática, mayoritariamente piezas de vajilla, cubertería y otros enseres, aunque también varios escudos y retratos».

«Con anterioridad al telegrama a las representaciones de 9 diciembre de 2022, se remitieron otros dos el 18 de diciembre de 2018 y el 25 de noviembre de 2020. En este periodo comprendido entre 2018 y 2021 ya se identificaron y remitieron a Servicios Centrales 994 piezas de vajilla y cubertería procedentes de las delegaciones en el exterior».

«Dentro de esta relación de elementos con simbología franquista se encuentran algunos custodiados en diversas representaciones en el exterior». Según la respuesta, «la Subdirección General de Asuntos Patrimoniales está contactando con estas representaciones individualmente e impartiendo instrucciones sobre su remisión a servicios centrales para su traslado al Archivo de Salamanca o su reciclaje en el ámbito local».

Por último, y respecto al coste que ha tenido este proceso, el departamento que dirige Albares aclara en una pregunta parlamentaria que hizo el PP que «esta actividad no ha supuesto la creación de una partida presupuestaria adicional para el Ministerio de Asuntos Exteriores», según ha informado Europa Press.