Tras el 23J
Pacto Feijóo-Moreno para pelear «hasta el final»
Génova cree que Junts no dará su apoyo a Sánchez si no es a cambio de la independencia
La dirección del PP dará la batalla hasta el final frente a una posible investidura de Pedro Sánchez con el apoyo de todo el bloque independentista y nacionalista. Así lo han pactado Alberto Núñez Feijóo y Juan Manuel Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, en un tándem que se mantiene sin fisuras después de que el resultado del 23J no cumpliera las expectativas que manejaban en el partido. Aunque el PP haya ganado las elecciones, sea la primera fuerza, haya crecido en escaños (+47) y con unos 2,8 millones de votos nuevos casi recupere el nivel de apoyo de 2016.
La estrategia es llevar la iniciativa ante una investidura más que complicada y ganar tiempo hasta que se despeje la incógnita de si habrá repetición electoral o si, finalmente, Junts facilitará que el Congreso nombre a Pedro Sánchez de nuevo como presidente del Gobierno. El partido de Carles Puigdemont es la clave, y, de momento, las exigencias que oficialmente pone encima de la mesa son la amnistía y el referéndum de autodeterminación.
Feijóo ha abierto ya una ronda de contactos con los grupos parlamentarios, en la que figura la petición a Vox de que ceda sus apoyos gratis al PP, a fin de que no haga de barrera para que pudieran sumarse otros partidos, como el PNV. Suena a política de ciencia ficción porque los nacionalistas vascos no pueden separarse de la estrategia de Bildu de no mezclarse en nada con Vox en un momento en el que ya se ha dado el pistoletazo de salida a las próximas elecciones autonómicas vascas. Pero también es cierto que el inesperado resultado electoral deja un caos en el que los apriorismos pueden ir saltando por los aires en función de cómo evolucionen los acontecimientos.
Feijóo ya ha hablado con el PSOE, y quedan a la espera de retomar esos contactos cuando se conozca el escrutinio final del voto CERA. También lo ha hecho con UPN, con Coalición Canaria y con el PNV. En el PP están convencidos de que «Sánchez entregará lo que tenga que entregar para seguir de presidente» porque de las urnas ha interpretado el mensaje «de que haga lo que le haga, la gente le vota». Manda el pesimismo, que contrasta con el mensaje del equipo de Feijóo de que el bloqueo es una opción posible, y esto permitiría jugar la segunda vuelta en las urnas.
Ayer se reunió la Junta Directiva Nacional, máximo órgano entre congresos, para ratificar la estrategia de la cúpula. Oficialmente, cierre de filas. Mientras que en privado señalan a Vox como principal responsable de la nueva oportunidad que tiene Sánchez de seguir en Moncloa. En algunos ámbitos del partido la responsabilidad no se sitúa en Vox, sino en la gestión de los pactos con este partido, y hay algún dirigente que recuerda que cuando se hizo público el acuerdo en la Comunidad Valenciana, ya advirtió: «Acabamos de perder las elecciones».
Sumar ya ha iniciado los contactos con Junts para facilitar la investidura de Sánchez, y en todo este proceso será determinante el precio que marque Junts, pero también ERC, sin descartar que las tensiones entre los dos partidos, el coste en voto para ERC de la colaboración con Sánchez y el contexto preelectoral en Cataluña puedan hacer que pinche la estrategia del presidente del Gobierno.
Si Sánchez no fracasa, Feijóo puede ser el jefe de la oposición con el grupo más grande de la Cámara, mayoría absoluta en el Senado, 12 comunidades autónomas y un amplio poder municipal. Tendría una oposición con mucha fuerza, pero en el PP también dan por descontado que sería el momento de que se avivasen las tensiones internas por el liderazgo del partido, con el nombre de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, en boca de todos. En el entorno de Feijóo subrayan que la colaboración con ella sigue siendo plena.
En todo caso, Feijóo y Moreno irán a una en todos los próximos pasos que se den en el partido, incluso si se llega al nivel de plantear un relevo tranquilo en la dirección, que no es, en ningún caso, lo que marca ahora mismo la agenda de quienes ya pilotaron juntos el proceso de relevo de Pablo Casado en la crisis de 2022.
Mientras se resuelve la incertidumbre sobre si hay repetición electoral, el PP, como están haciendo los demás partidos, se ha puesto ya a trabajar para detectar dónde han estado sus principales debilidades en este proceso electoral. En siete circunscripciones Vox no obtuvo representación el 23J, pero si los votantes de este partido hubieran optado por apoyar la siglas del PP, el recuento total habría quedado en 143 escaños para el PP y 117 para el PSOE. Estas provincias son Albacete, Burgos, Pontevedra, Gerona, La Rioja, Tarragona y Lérida.
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