Francisco Martínez, ex secretario de Estado de Seguridad, ha negado ante el juez que intenta esclarecer las supuestas presiones del PP entre 2013 y 2014 a Luis Bárcenas y a su entonces abogado, Javier Gómez de Liaño, para que no difundieran informaciones sobre el "caso Gürtel", que la formación popular le pidiese investigar a ambos.

Según fuentes jurídicas, el que fuera número dos del Ministerio del Interior cuando Jorge Fernández Díaz estaba al frente del departamento ha negado conocer a José Luis Moreno Cela, Mónica Gil Manzano y Juan Ramón Díaz Moro, quienes según Anticorrupción recibieron de personas "vinculadas al PP" el encargo de presionar a Bárcenas y a su letrado.

En su comparecencia como imputado ante el instructor, que se ha prolongado apenas unos minutos, Francisco Martínez se ha acogido a su derecho a no contestar a la Fiscalía y, a preguntas de un abogado del despacho de Gómez de Liaño, ha negado que tuviera conocimiento de una operación con ese objetivo, desmarcándose por tanto de "cualquier participación" en los hechos investigados, según esas mismas fuentes.

El ex secretario de Estado ha negado asimismo que que se le conozca como "Chisco", apodo que figura en las agendas del comisario jubilado José Manuel Villarejo y con el que los investigadores le identifican.

A preguntas de su abogado, el investigado ha asegurado que en la fecha de los hechos no estaba afiliado al PP y ha negado conocer personalmente a Zakhar Kalashov, presunto dirigente de la mafia ruso-georgiana que fue condenado por blanqueo en nuestro país y cuyos posibles pagos a Gómez de Liaño (que también fue su abogado) figuran en las agendas de Villarejo (el primero identificado como "K" y el letrado, como "G. d L."). Respecto a Kalashov, se ha limitado a decir que sabía que "era un preso, pero que no tenía ninguna competencia sobre él".

Cospedal también lo negó

Según el juez, tanto Francisco Martínez como el ex director adjunto operativo (DAO) de la Policía Eugenio Pino tuvieron conocimiento de esa operación para intentar silenciar a Bárcenas y su abogado con la intención de frenar las informaciones sobre la "trama Gürtel".

El pasado noviembre, Villarejo aseguró al juez Manuel García Castellón que en alguna reunión con Cospedal probablemente saliese a relucir Kalashov, pero la ex secretaria general del PP dijo no saber nada de supuestas presiones de su partido a Bárcenas y su abogado.

Cospedal declaró como testigo después de que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional diese la razón a Gómez de Liaño e instase a García Castellón a llamarla a declarar argumentando que participaron en "reuniones, situaciones u otras circunstancias" que les permitieron conocer "directamente" los hechos que se investigan.