Mertxe Aizpurua: de jalear a etarras a entrar en la Moncloa gracias a Pedro Sánchez

Pedro Sánchez lleva ya casi siete años en la Moncloa y ese tiempo ha sido suficiente para que sus cambios de opinión hayan llevado a "blanquear" del todo a Bildu, un partido que sigue sin condenar los asesinatos etarras. La última maniobra en esa línea es la visita de Mertxe Aizpurua a la Moncloa, que se va a reunir con Sánchez en la Moncloa para tratar la respuesta que va a dar España a la guerra de Ucrania: es decir, el presidente del Gobierno ya da entrada a Bildu para asuntos de Estado mientras ha dejado a un lado a Vox. No obstante, la primera foto de Sánchez con Aizpurua se produjo hace año y medio en el Congreso, en el marco de la ronda de negociaciones para la investidura.

¿Quién es Aizpurua? Ahora mismo ejerce de portavoz de Bildu en el Congreso, pero tiene un pasado marcado por su cercanía a ETA. De hecho, en 1984, fue condenada por apología del terrorismo a un año de prisión e inhabilitación por la publicación de un editorial en la revista "Punto y hora de Euskal Herria" en el que, según la resolución judicial, se reflejaba una "justificación", "defensa" y "homenaje" a los etarras que habían muerto. Ese editorial iba titulado "Por los gudaris (soldados vascos) de ayer y de hoy" y esa edición de la revista iba acompañada de una entrevista a un hermano de un terrorista fallecido.

Posteriormente, Aizpurua pasó por la redacción de Egin con carga de redactora jefa de información, un medio que fue ilegalizado por el juez Baltasar Garzón en 1998 y que protagonizó algunas portadas muy polémicas, casi burlescas, contra José Antonio Ortega Lara y Miguel Ángel Blanco. Tras esa experiencia en Egin, pasó por Gara como directora y allí también registró momentos polémicos, como la entrevista a miembros de ETA.

De esta manera, el historial de Aizpurua está marcado por su cercanía a ETA y tampoco ha dado ninguna señal de distanciamiento en los actuales tiempos que corren: cuando ha tenido la oportunidad incluso de condenar ataques a víctimas de la banda terrorista, como las pintadas que se produjeron en la tumba del socialista Fernando Buesa, no lo ha hecho.

Sin embargo, Sánchez ha ignorado esa proximidad de Aizpurua a ETA y ya recibió a la portavoz de Bildu en el Congreso y ahora lo hace en la Moncloa para tratar un asunto de Estado tan sensible como la guerra de Ucrania. Además, la posición de Bildu es muy crítica con el aumento del gasto militar.