El precandidato Patxi López presenta hoy en Madrid su proyecto para el partido si logra hacerse con las riendas de Ferraz.

El precandidato Patxi López presenta hoy en Madrid su proyecto para el partido si logra hacerse con las riendas de Ferraz. En él, el ex lendakari expone “Más de 100 razones para unir al PSOE” y con un marcado tono integrador se compromete a incorporar a los equipos de las candidaturas que resulten perdedoras. López busca su espacio entre la polarización de la campaña de Pedro Sánchez y Susana Díaz, asegurando que su opción es la única garantía para superar la división interna. El documento expone algunas de las propuestas que ya ha adelantado el ex lendakari durante estas semanas de precampaña, como que sólo los militantes puedan cesar al secretario general, refrendando con su voto una eventual moción de censura del Comité Federal o la instauración de un sistema de doble vuelta para las primarias, de manera que el vencedor se asegure contar con más del 50% de los apoyos. Pero también se dan algunas novedades en lo que a la democracia directa se refiere. López aboga por regular las consultas a las bases a través de un Reglamento de Participación de la Militancia, siendo obligatoria esta práctica para decidir acuerdos de Gobierno o coaliciones con otras fuerzas.

La consulta a la militancia fue, durante la Secretaría General de Sánchez, el arma que el ex líder esgrimió contra los dirigentes territoriales críticos para sortear el veto a sus pactos de investidura. Sánchez se atribuyó la potestad de impulsar este referéndum, una potestad que López restituye a la mayoría del Comité Federal o, aquí la novedad, a un 20% de la propia militancia. Según fuentes de la candidatura del diputado vasco consultadas por LA RAZÓN, operaría mediante la “recogida de firmas”, por lo que cualquier socialista que consiga el respaldo de unos 36.000 afiliados sobre un asunto que considere de “especial transcendencia” podrá someter su propuesta al criterio de las bases. El conflicto de legitimidades que existe entre la democracia representativa (del Comité Federal) y la directa (de los militantes) reside en que difícilmente el máximo órgano entre congresos se va a oponer al veredicto de los afiliados que les han elegido para representarles. Además, este corte del 20% remite a un precedente cercano: la recogida de firmas que se llevó a cabo por el alcalde de Jun para forzar la convocatoria de un congreso extraordinario tras la salida de Sánchez de la dirección. Si bien se antoja que el proceso no fue riguroso, varios dirigentes de peso como el alcalde de Valladolid, Óscar Puente; el de Ibiza, Rafael Ruiz y la de Santa Coloma de Gramanet, Nuria Parlon respaldaron con su rúbrica la iniciativa, lo que supone que un proceso de este tipo podría prosperar sin problemas y abocaría a utilizar de nuevo el referéndum entre las bases como arma arrojadiza en el clima actual de profunda confrontación.