Cataluña

JxC incumple su pacto con ERC y aún no tiene candidato

La división interna origina el conflicto: PDeCAT no quiere a Artadi ni el sector de Puigdemont a Turull.

El ex president de la Generalitat, ayer, durante una conferencia en Ginebra, hasta donde se desplazó desde Bélgica
El ex president de la Generalitat, ayer, durante una conferencia en Ginebra, hasta donde se desplazó desde Bélgicalarazon

La división interna origina el conflicto: PDeCAT no quiere a Artadi ni el sector de Puigdemont a Turull.

El independentismo sigue dando vueltas en su laberinto sin encontrar la salida. A finales de la pasada semana, como avanzó LA RAZÓN, parecía que el hilo se enhebraba en la aguja. Roger Torrent, presidente del Parlament, convocaba Mesa y Junta de Portavoces porque se apuntaba a que el domingo, máximo hoy lunes por la mañana, Junts per Catalunya habría propuesto un nuevo candidato a ERC, y ambos grupos afrontarían un pleno de investidura el miércoles. Para conseguir el éxito de esta investidura, el independentismo daba por hecho que Carles Puigdemont y Toni Comín abandonarían su escaño para superar el escollo de la abstención de la CUP.

Pues bien, a escasas horas de que se reúna la Mesa del Parlament, Junts per Catalunya no ha presentado ningún candidato a ERC, como confirman fuentes republicanas a este periódico, rompiendo los acuerdos que ambas formaciones habían alcanzado a principios de semana. Las disensiones internas en Junts per Catalunya son el origen del conflicto. Mientras el PDeCAT no ve con buenos ojos a Elsa Artadi, el núcleo cercano a Puigdemont no acepta la candidatura de Jordi Turull. De hecho, Puigdemont no pudo imponerlo en la reunión que el grupo parlamentario mantuvo en Bruselas la pasada semana. La CUP, mientras tanto, amaga con votar en contra del candidato Turull «porque representa la Convergència de toda la vida» y mantiene su abstención. Por eso, Junts per Catalunya ha propuesto a los cuperos una moción de confianza a media legislatura para conseguir su voto afirmativo o, en su defecto, que los anticapitalistas no den al traste con un nuevo candidato votando en contra. Estas negociaciones «no chutarán igualmente», apuntan fuentes cercanas a Puigdemont, que consideran que la CUP acepta las negociaciones «sin ninguna intención de alcanzar acuerdos».

La situación de bloqueo está llevando a los independentistas a barajar otros nombres como candidatos. Éste es el caso de Quim Torra o Francesc de Dalmases, nombres que en un momento u otro han sido puestos encima de la mesa. Además, surge un nuevo obstáculo. Puigdemont y Comín no están tan dispuestos como parecía a dar su brazo a torcer y ceder su escaño para garantizar la mayoría independentista sin necesitar el voto afirmativo de los anticapitalistas, aunque sí su abstención. La situación está tan enrevesada que una delegación de ERC acude hoy lunes a Bruselas para intentar convencer a Comín.

En las últimas horas se agita otro debate desde el lado independentista. «Es necesario tomar decisiones para evitar que el Constitucional las tome por nosotros», afirma un alto cargo de la Generalitat ante la convocatoria del pleno del alto Tribunal previsto para mañana, martes. En este pleno, los magistrados estudiarán el recurso de amparo que ha presentado el PSC para que corra el reloj desde la investidura. El Confidencial adelantaba ayer la posibilidad que el Tribunal aborde esta cuestión que permita a Mariano Rajoy convocar elecciones el 30 de marzo, dos meses después del pleno frustrado de investidura de Carles Puigdemont.

En los últimos días, tanto Miquel Iceta, primer secretario del PSC, como Xavier García Albiol, presidente del Partido Popular de Catalunya, habían lanzado sendos mensajes anunciando que el reloj de la investidura corría porque «el 30 de enero se convocó un pleno con un candidato» y aunque no se celebrara «corría el reloj de la investidura», como argumentó en su día el Consejo de Estado ante la incógnita que se cernió en la Asamblea de Madrid tras el «tamayazo».

Para sazonar, todavía más, la desorientación en el mundo independentista, los resultados de las elecciones en la Asamblea Nacional Catalana muestran el bloqueo en el que se encuentra. Sólo ha participado algo más del 19% de los socios, se ha desautorizado la candidatura de Antonio Baños, ex cabeza de lista de la CUP, y los candidatos oficiales han registrado unos resultados más que modestos. La victoria la ha obtenido Elisenda Paluzié, una economista que ligó su destino político a Uriel Beltrán en Esquerra Independentista, una escisión de ERC en tiempos del tripartito, que «votó a la CUP el 21 de diciembre» y que «ahora es fan de Puigdemont», según fuentes del mundo independentista. El próximo sábado, el Secretariado recién elegido designará un presidente que no tiene por qué ser la vencedora de las elecciones. En las últimas ganó Liz Castro y fue elegido presidente Jordi Sánchez, mostrando la lucha por el poder que se respira en la ANC.

El espacio nacionalista también se mueve. En los últimos días, Lliures, grupo auspiciado por el ex consejero de CDC Antoni Fernández Teixidó ha anunciado su intención de presentarse en las próximas elecciones municipales en representación de un espacio nacionalista y no independentista. También lo ha hecho Convergents, liderado por el ex mano derecha de Artur Mas, Germà Gordò, en defensa de un espacio independentista y conservador, que no está por la labor de supeditar el futuro de Cataluña a las decisiones que tome la CUP.