
Memoria Histórica
Una joya de Paradores como Lugar de Memoria por haber sido campo de concentración
La ARMH reclama que el Gobierno reconozca San Marcos de León por su pasado como penal

Uno de los campos de concentración más duros durante la Guerra Civil fue el de San Marcos, en la provincia de León. Los cálculos cifran entre 10.000 y 20.000 los prisioneros que habitaron entre sus muros.
En 1965 se convirtió en el actual Parador de León y una reforma, después de tres años de obras y 15 millones de euros de inversión, lo convirtió en 2020 en uno de los enclaves señeros de la red, todavía pendiente de una segunda fase de rehabilitación.
Ha sido Hospedería de la Orden de Santiago, Instituto de Segunda Enseñanza, Casa de Misioneros, Hospital penitenciario y cuartel de Caballería pero lo más recordado es su pasado reciente, al que apela desde hace tiempo -y acaba de insistir en ello- la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).
En el año de la “España en libertad” en que el Gobierno conmemora los 50 años de la muerte de Franco, la ARMH ha reclamado que el Parador de San Marcos sea declarado Lugar de Memoria, con una placa visible que explique que fue campo de concentración en el que "los fascistas que dieron el golpe de julio de 1936 detuvieron ilegalmente a miles de hombres y mujeres".
En la relación que ha dispuesto el Ejecutivo a lo largo de este año figuran otros puntos que tendrán reconocimiento, pero no consta el edificio leonés.
El presidente de la ARMH, Emilio Silva, nieto del primer republicano desaparecido identificado genéticamente en España -tras ser localizado en una fosa en Priaranza del Bierzo (León) en el año 2000-, reclama en un comunicado que esa placa se coloque en la fachada.
A su juicio, "no se puede seguir ocultando la historia de ese edificio en el que se practica un claro negacionismo", por lo que defiende que el Gobierno "debería colocar una placa como la que quiere poner en la presidencia de la Comunidad de Madrid, donde trabaja Isabel Díaz Ayuso".
Considera Silva que la placa que se instaló hace unos años "está en un lugar que no es de tránsito". E insiste en que "debe contarse en su fachada y en un lugar y con un tamaño perfectamente visibles".
"Se trata de un lugar en el que ocurrieron terribles violaciones de derechos humanos y cuya memoria debe conservarse como patrimonio del sufrimiento de sus víctimas que sirva para denunciar las atrocidades del fascismo español", en palabras del presidente de la ARMH.
Para Silva, los pocos elementos "que puedan dar pistas sobre lo ocurrido en él se encuentran en lugares apartados del tránsito normal de quienes acceden al recinto y esa actitud en el relato del pasado es una forma de esconder y de hacer socialmente insignificante el dolor de miles de familias".
Concluye el responsable de la ARMH que, "tratándose Paradores de un organismo dependiente del Estado, debería ser ejemplar y actuar de oficio porque la sociedad no puede olvidar todo el sufrimiento que padecieron quienes se plantaron frente al fascismo para defender la democracia".
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