Estrategia

Feijóo se mueve y pasa a atacar a todos los socios por «cómplices»

Se crece frente al PSOE de la «soberbia, los desmanes, las corruptelas y el culto al líder»

Feijóo dice que "no van a parar" hasta lograr la reconstrucción por la DANA y afea a Sánchez sus "cálculos partidistas"
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, acompañado de Mañueco, Cuca Gamarra y Elías BendodoEuropa Press

El PP se frota las manos y asegura que hasta le viene bien que Pedro Sánchez siga en el Gobierno para desgastarse ante los casos de corrupción que le cercan. Es por eso que este fin de semana han dejado todo el foco en el sur al PSOE, donde tenían su 41º Congreso Federal, mientras que los populares celebraban su XXVII Intermunicipal tratando de trasladar la imagen de gestión y poder municipalista.

En el PP entienden que es el momento de que el presidente del Gobierno se desgaste por sí solo y creen que el horizonte judicial traspasará esta legislatura. Es por eso que confiesan que no tienen prisa por acelerar los acontecimientos y que será el propio Pedro Sánchez el que se verá sin callejón de salida. Eso mismo hizo ver el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que interpeló a Sánchez con la petición de que no dimita –lleva reclamándole la dimisión desde hace semanas. «Llegados a este punto ya no le merece la pena dimitir», reconoció ante un plenario lleno en la Feria de Valladolid. «Aguanta Pedro, porque no mereces irte con un mínimo de honor. Aguanta Pedro, porque te vamos a echar los españoles, libre y democráticamente. Lo vamos a hacer», prometió el líder de la oposición. «Lo haremos con principios, no lo haremos por venganza», advirtió. «Lo haremos porque lo necesita este país», aseguró a sus afines.

A la par, junto a la operación de desgaste contra Sánchez, Feijóo buscó poner contra el espejo al socialismo crítico que este fin de semana acabó cerrando filas con el presidente mientras revalidaba su cargo al frente del partido. Sin nombrarle, Feijóo señaló al presidente de Castilla-La Mancha y líder del PSOE en la comunidad, Emiliano García-Page, quien más crítico se ha mostrado en esta legislatura contra el Gobierno por sus pactos con independentistas y, también, distanciado con los casos que ahora se juzgan en sede judicial y que rodean al PSOE. «Allá los socialistas que en vez de alzar la voz permiten que se arrastre a todo un partido a los líos del círculo más cercano, del hermano, de la mujer», clamó Feijóo. Para el líder popular, Page es «tan culpable» como Sánchez si no alza la voz. «Allá el PSOE que permite que se les obligue a quemarse las manos poniéndolas en el fuego por quien no mueve un dedo por nadie que no sea él mismo», dijo. «Nunca ha habido un presidente del Gobierno que mintiese más. Queridos socialistas, si no cambiáis, sois tan culpables como él por permitirlo. Allá ellos», quiso incidir.

A la vez, Feijóo buscó retratar dos modelos distintos de liderazgos para distanciarse totalmente del que, a su juicio, ejerce Sánchez. «No estoy aquí para que se me dé la razón en todo, para sólo oír alabanzas, para pediros que aplaudáis desmanes y corruptelas, para que se ovacione la desvergüenza a cambio de un salario», advirtió ante los dirigentes municipales y simpatizantes del partido. «No quiero un partido intransigente y de pensamiento único. Quiero un partido abierto, en el que estemos personas diferentes que seamos capaces de ponernos de acuerdo en lo esencial», apostilló. De esta manera despreció un partido «de culto al líder» –en referencia directa al PSOE–, al que dibujó como «un partido soberbio que se cree con la razón absoluta».

En su discurso, Feijóo admitió ante los suyos, para prepararles para la batalla, que no habrá elecciones anticipadas, salvo sorpresa. Los populares están concienciados de que el PSOE agotará la legislatura. «Con todo lo que ha pasado, con todo lo que han ocultado y con todo lo que han mentido, lo normal sería que este Gobierno no estuviese un día más en el cargo y que este presidente no pasase una noche más en ese centro de negocios que se llama el Palacio de la Moncloa. Pero, por supuesto, no va a dimitir», dijo, para después poner el foco en ERC, PNV y Bildu. «Va a aguantar todo lo que le dejen sus socios, que ya se están convirtiendo en cómplices», criticó. Esta es la sensación generalizada en el PP, donde si bien ven «incómodos» a sus aliados, especialmente al PNV, no confían en que dejen caer a Sánchez.