Estrategia
Feijóo busca voto en los nichos ideológicos de la izquierda
El comité de campaña acuerda dar la cara sin complejos en el debate feminista, de los jóvenes, el ecologismo y la cultura
Mientras Moncloa bracea para intentar que la crisis por los efectos de la Ley del «sí es sí» no sea el punto de quiebra del Gobierno, o la última gota que haga que se derrame el vaso, el comité de campaña de Alberto Núñez Feijóo dirige su trabajo hacia algunos de los nichos ideológicos que la izquierda siempre ha reivindicado como suyos. Asesores y tablas demoscópicas avalan esta apuesta, que puede chirriar en el alma más conservadora del PP sin que esto vaya a tener consecuencias en la estrategia fijada a nivel nacional.
Los expertos electorales han sabido ver el agujero que está dejando la coalición en ámbitos que los clichés sociológicos siempre han señalado como patrimonio de la izquierda. El PSOE es el partido tradicionalmente con más voto femenino, por ejemplo, y ahora el PP dice que va a disputar de tú a tú la campaña al PSOE en ese terreno. Les ayuda los desmanes de la coalición, el feminismo de trinchera y radical de Igualdad, y que Feijóo tiene un trayectoria detrás que le permite pisar ese terreno sin caer en contradicciones con su pasado político y personal. Ya hemos visto a este PP avalar sin complejos la ley de plazos, que hace más de una década recurrieron.
«Hay que evolucionar con la sociedad. Y entender lo que pide la sociedad. La discusión sobre la ley de plazos es antigua hasta para personas del Opus», reflexionan en la «cocina» estratégica de Génova. El PP ha tomado la delantera para ofrecer sus votos para reformar con urgencia la ley y frenar que sigan saliendo a la calle violadores antes de que acaben de cumplir sus condenas. Y tiene libre el carril del feminismo tradicional que ha dejado vacío el PSOE por la agenda legislativa que ha impuesto Podemos. El nuevo secretario de cultura del PP, Jaime De los Santos, se reúne con normalidad con los iconos feministas del PSOE y mantiene abierto un diálogo con ese sector que no existe, sin embargo, entre estas feministas «pata negra» y la actual dirección socialista. También el líder popular se ha visto con alguna de ellas.
En el ámbito del Gobierno, la agenda de la mujer ha quedado aparcada para imponer una agenda morada que ha distorsionado los problemas reales del feminismo, hipotecándoloz a otras causas, como la discriminación del colectivo LGTBI, también justas, pero que no tienen nada que ver con las razones por las que se discrimina a la mujer ni tampoco con sus problemas en la lucha por la igualdad real.
El equipo de campaña de Feijóo encaja actos sectoriales y un programa que coloque a la mujer en el centro de la acción política del líder popular. «Sin ningún complejo». Y sin mirar para nada por el retrovisor al mensaje y a la campaña de Vox. Las voces más conservadora del PP están neutralizadas y si alguien se sale del guion que marcan en Génova, tendrá un problema. Solo Isabel Díaz Ayuso tiene bula.
Los otros «nichos» a los que se dirigirá sectorialmente el PP, en su campaña para pescar votantes moderados, y socialistas arrepentidos, son la cultura, los jóvenes y hasta el ecologismo. «Somos un partido verde», explican en el equipo de campaña. Para dar forma a este eslogan el PP tendrá que construir un mensaje mucho más elaborado del que ha mostrado hasta ahora, e incluso necesita un portavoz, un perfil solvente y creíble en la materia.
En la cultura, Feijóo ha empezado a ampliar la red de contactos en un sector que también la izquierda reclama como suyo, Desde aquella campaña de apoyo al ex presidente Jose Luis Rodríguez Zapatero de los artistas «de la ceja» ha llovido mucho y se han producido cambios en la izquierda política y también en la derecha. La foto de Feijóo en la gala de los Goya es síntoma del compromiso que quiere asumir esta dirección popular con los problemas y la realidad del mundo del cine, del teatro, de la música y el arte.
Los cerebros de la campaña siguen convencidos, de acuerdo con los datos que manejan, de que el camino debe ser el mismo que siguieron en Andalucía. Sus gurús demoscópicos les dicen que en el terreno de Vox el PP tiene poco que rascar, puede absorber algún voto, pero su espacio más amplio para crecer está en el espectro del centro, mirando hacia la izquierda. Con respecto a los resultado de las últimas elecciones generales, los números con los que se manejan en Génova dicen que el PSOE tendría hoy un millón de abstencionistas, y que la crisis por la ley del «sí es sí» habría consolidado la bolsa de voto arrepentido de Pedro Sánchez que mira hacia las siglas del PP. En esta ultima semana, la de mayor tensión en la coalición, alcanza los 700.000 votos, según las estimaciones demoscópicas que llegan a los populares.
La crisis institucional y la economía son los dos ejes principales de la campaña electoral. Pero Sánchez tendrá que pelear también en ámbitos en los que hasta ahora el PSOE siempre se ha sentido seguro, porque ese es el coste de la quiebra con la sociedad a la que les está sometiendo las políticas de Podemos.