El PSOE desactiva a los críticos al fijar la fecha del congreso

La gestora espera que, una vez aprobado el calendario, «acaten» la decisión del Comité Federal y «centren sus energías» en la refundación del partido.

De establecer un calendario «tentativo» a «fijar la fecha» del 39º Congreso. La gestora del PSOE se ha visto obligada a cambiar de estrategia para intentar acallar el debate interno que palpita en el seno del partido a cuenta del momento en que debe celebrarse el cónclave que elegirá el nuevo liderazgo y refundará el proyecto socialista. Como en toda decisión desde hace meses, el PSOE está dividido en dos posturas: la de los críticos, que defiende que se celebre cuanto antes –como tarde en abril–, y la de la dirección interina y los dirigentes con mayor poder territorial, que abogan por espaciar los tiempos hasta junio. La semana pasada, el portavoz de la gestora, Mario Jiménez, anunció una ronda de contactos del presidente, Javier Fernández, con los barones para consensuar la propuesta de calendario que Ferraz elevaría para su aprobación al Comité Federal. La disyuntiva que se ha encontrado Fernández en sus conversaciones es que una mayoría de dirigentes le ha trasladado su deseo de que sea cuanto antes, pero esta mayoría no se corresponde con el equilibrio de fuerzas que existe actualmente en el Comité Federal –el encargado en última instancia de dar viabilidad a la fecha–, en el que los alineados con la gestora cuentan con más delegados. Por ello, finalmente la dirección elevará la propuesta de celebración de primarias en mayo y del cónclave en junio, con la seguridad de que obtendrá el aval del máximo órgano entre congresos.

Este aval, prácticamente asegurado, es en el que se apoya la gestora para poner fin al debate por la fecha del Congreso. Ayer, Mario Jiménez mostró su esperanza de que «la decisión, que será adoptada democráticamente por el Comité Federal, sea a su vez acatada por toda la organización». Pero el ánimo de la gestora no queda ahí, también aboga por que, una vez cerrado el debate, el partido reme unido en una sola dirección y «centre sus energías» en dos vertientes: por un lado, «en la conformación de un nuevo proyecto político para el socialismo español», que dé respuesta al nuevo tiempo que vive España y que pasaría por enfocarse en los foros sectoriales que el PSOE pondrá en marcha de cara a dar forma a la ponencia marco, y, por otro lado, en la «consolidación del partido como alternativa y en su labor de oposición útil, así como de gobierno en aquellos territorios e instituciones en las que están en el poder».

A pesar de que ésta sea la intención con la que la gestora pretende fijar de forma prematura la fecha del Congreso, teniendo en cuenta que será un Comité Federal posterior y extraordinario el encargado de convocarlo formalmente, no está claro que así se vaya a acallar el ruido interno. Fuentes de la dirección esperan un encendido debate el próximo sábado y, aunque anticipan que habrá discusión en lo político, tampoco descartan que puedan surgir propuestas de calendario alternativo al que elevará la gestora. Un movimiento que los críticos sí estaban barajando hace unas semanas, aunque choque de lleno con el equilibrio de fuerzas que impera en el Comité Federal, en el que no tienen mayoría, como se visualizó cuando intentaron frenar la abstención a Mariano Rajoy. La idea de adelantar a abril la fecha del Congreso tiene representación incluso dentro de la propia gestora, ya que dos de sus vocales, el balear Francesc Antich y el riojano Francisco Ocón, han pedido que el cónclave del partido se celebre cuanto antes.