El inspector jefe de Astorga pide el relevo y el traslado a otra ciudad

El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, informó ayer de que el inspector jefe Pablo Martínez García, marido y padre de las dos detenidas, ha sido relevado como jefe de la Comisaría de Astorga a petición propia, a pesar de que por el momento, con los datos que se han recabado, «en principio no tiene ningún tipo de imputación ni relación con este hecho tan lamentable». El pasado mes de diciembre, Pablo Martínez había cumplido diez años al frente del Cuerpo Nacional de Policía en Astorga. Natural de Santa Marina del Rey, es un agente muy conocido y respetado en la citada ciudad leonesa y se encuentra muy afectado tras conocer que su mujer y su hija son las principales implicadas en el asesinato.

Este agente mostró a sus superiores, nada más conocer los hechos, su arma reglamentaria para demostrar que no se había utilizado en el crimen. Asimismo, aseguró, como ha quedado demostrado con posterioridad, que sólo poseía este arma, pese a que la legislación vigente le permite tener otras tres. Desde el primer momento, el inspector jefe, que es una persona muy querida en Astorga, recibió el apoyo de autoridades y compañeros, que tenían la certeza de que, por su forma de ser y profesionalidad, nada tenía que ver con el asesinato y, a la postre, se convertía en una víctima más de estos hechos. No se puede olvidar que se trata de un inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía que, por ser el competente en la ciudad de León, se ha encargado de las investigaciones y de detener a su mujer y a su hija. El hecho de que no supiera de los planes en los que trabajaban ambas demuestra hasta qué punto estas mujeres estaban convencidas de que podían engañar a propios y extraños. Al parecer, Martínez será destinado ahora a Gijón.