Diplomacia
Díaz abre un nuevo frente al Gobierno con Israel
Moncloa desautoriza a la vicepresidenta después de que Israel prohíba al consulado de España en Jerusalén relacionarse con los palestinos
Los choques diplomáticos se le acumulan al Gobierno de coalición. Sin cerrar todavía la crisis con el presidente argentino, Javier Milei, el Ejecutivo suma un nuevo frente con Israel después de que Pedro Sánchez oficializara esta semana su intención –coordinada con Irlanda y Noruega– de reconocer el Estado Palestino el próximo martes 28 de mayo. La política internacional ha entrado de lleno en esta campaña electoral para los comicios europeos, ya que en Moncloa creen que tiene un efecto movilizador entre su electorado, tanto el histórico reconocimiento a Palestina como situar a Milei como antagonista por su encarnación de la extrema derecha.
Pero Sánchez no es el único que quiere sacar rédito de esta situación. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, libra su propia batalla en estas elecciones. Por un lado, con el espacio político de Podemos y, por otro, intentado marcar perfil dentro del Gabinete para frenar la campaña de «voto útil» que el PSOE ha emprendido contra Sumar. Díaz elevó la apuesta en su cuenta de la red social X –antiguo Twitter–, asegurando que Palestina «será libre desde el río hasta el mar». Un lema que ha levantado ampollas porque es usado por la organización terrorista Hamás. Esto ha provocado una reacción inmediata de Israel, que prohibirá al consulado de España en Jerusalén relacionarse con los palestinos. También a través de X, la nueva forma de relación diplomática a golpe de tuit, el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, anunció ayer que va a «cortar la conexión entre la representación diplomática de España en Israel y los palestinos y prohibir al consulado español en Jerusalén prestar servicios a los palestinos en Judea y Samaria». Además, calificó a Díaz como una «persona ignorante y llena de odio».
Hasta el momento, la respuesta ha sido más bien tibia, en comparación con las medidas tomadas por España contra el Gobierno de Javier Milei por los insultos a la mujer del presidente Pedro Sánchez. El Gobierno de Netanyahu se ha limitado a llamar a consultas a su embajadora y convocar a la de España allí para una reprimenda. La contención también parece guiar la actuación del Ejecutivo español. El jefe de la diplomacia española adelantó que el Gobierno protestará ante el israelí por la decisión de impedir que el Consulado General en Jerusalén atienda a los palestinos de Cisjordania, sin aclarar en qué consistirá la respuesta española. Además, insistió en que no hay antisemitas en el Ejecutivo. Estas últimas palabras son una respuesta más a las declaraciones del ministro de Exteriores de Israel en las que señalaba a la líder de Sumar.
En el epicentro del choque diplomático se encuentra la expresión «desde el río hasta el mar». Se trata de un lema nacionalista palestino que usan grupos políticos como la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y también milicias yihadistas como Hamás y la Yihad Islámica. Hace referencia directa al área que va desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo, un área geográfica que incluye los territorios palestinos de Cisjordania y Gaza, pero también todo el territorio del Estado de Israel. Estas fronteras naturales delimitaban el territorio del antiguo Mandato Británico de Palestina, que Naciones Unidas repartió en 1947, tras la Segunda Guerra Mundial, para formar dos Estados, uno árabe y otro judío, como establecía el plan original de partición. La interpretación de la frase por parte del nacionalismo palestino implica, por tanto, la desaparición de Israel y la creación de un Estado palestino unificado en la región. Supone el rechazo a la solución de los dos Estados, defendida por gran parte de los países occidentales, incluida España.
El nuevo frente abierto por Díaz causó malestar en la parte socialista del Gobierno y, por ello, la vicepresidenta se vio obligada ayer a matizar sus palabras. En declaraciones a los medios tras acudir a una jornada organizada por UGT en Alcalá de Henares, insistió en que no comparte «la política del odio» y subrayó que ella es partidaria de la fórmula de los dos Estados en Oriente Próximo y que a eso se refería con el uso del lema «desde el río hasta el mar». Sea como fuera –ya en plena campaña de las elecciones europeas–, este nuevo choque entre los dos socios de la coalición evidencia su debilidad. Ya en el mes de febrero, generó malestar en Exteriores el anuncio de la líder de Sumar de un viaje a Palestina sin haberlo consensuado y que todavía no se ha llevado a cabo.
Es por ello que ayer Albares volvió a recordarle que la política exterior la marca el presidente, Pedro Sánchez, y él como ministro del ramo. Una política de la que sacó ayer pecho el presidente. «Cuando acabe la guerra en Gaza los ciudadanos nos daremos cuenta de que hemos sido testigos de uno de los momentos más oscuros del siglo XXI. Cuando pase esto quiero que los españoles estén satisfechos de que su Gobierno ha estado en el lado correcto de la historia», aseguró. Por su parte, desde el PP, Ayuso criticó que Díaz «llame al exterminio de Israel y no pase nada».
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