Una segunda batería de misiles españoles protege el Báltico desde agosto

Un centenar de militares españoles lleva varias semanas en la ciudad de Amari (Estonia) como parte del refuerzo de las fuerzas permanentes de disuasión de la OTAN frente al desafío ruso. Un despliegue que incluye una batería de misiles para proteger el espacio aéreo del Báltico y del que, aunque estaba previsto desde hace tiempo, el Ministerio de Defensa no ha informado. Se trata de la segunda Unidad de Defensa Antiaérea (UDAA) que las Fuerzas Armadas tienen en la zona y también la segunda vez que se despliega este armamento en Estonia.

Fue durante las primeras semanas de agosto cuando los efectivos del Ejército de Tierra viajaron hasta la base aérea de Amari (donde se despliegan en diferentes periodos los cazas que forman parte de la Policía Aérea del Báltico) para preparar la misión, la cual se activó a finales de mes, tal y como han confirmado a este periódico fuentes militares. El destacamento está formado por 98 efectivos.

El armamento desplegado en esta nueva misión es el mismo que se encuentra en la base aérea de Lielvarde (Letonia) desde junio de 2022 y que el que se envió a Estonia entre abril y diciembre de 2023: una batería de misiles «Nasams», la cual está situada a menos de 200 killómetros de la frontera con Rusia.

Anunciado por el Rey

Este nuevo apoyo a la defensa aérea de Estonia fue anunciado por el ministro de Defensa del país, Hanno Pevkur, a mediados de junio, tras un encuentro con la ministra de Defensa, Margarita Robles. Y pocos días después, durante su visita a las tropas desplegadas en el Báltico, el Rey Felipe VI confirmó el envío de esta unidad, la cual, en principio, iba a permanecer en el país hasta diciembre, aunque las mismas fuentes apuntan que aún no está del todo definida la duración del despliegue, sin descartar que sea permanente, como ocurre en el caso de Letonia.

La batería «Nasams» es un avanzado sistema de defensa antiaérea que cuenta con misiles «Amraam» del tipo «dispara y olvida», capaces de alcanzar objetivos hasta a 25 kilómetros y a una altitud de 10 kilómetros. Además del lanzador, con capacidad para seis misiles, dispone de un radar «Sentinel», el cual tiene un alcance para detectar blancos de 75 kilómetros.

Este nuevo despliegue se enmarca en las misiones de Defensa Aérea y Antimisiles Integrada (IAMD, por sus siglas en inglés) de la OTAN, como parte de su compromiso con la defensa y seguridad de los aliados, principalmente en el flanco Este. En ellas también se incluyen los cazas que forman parte de las operaciones de Policía Aérea de la OTAN, otras baterías de misiles y los radares que vigilan el espacio aéreo aliado.

Más de 1.815 efectivos en el Este

Actualmente, España contribuye a ellas con alrededor de 515 militares y diferentes medios. En concreto, además de estos 98 uniformados, hay actualmente 150 aviadores y 8 cazas F-18 en Rumanía, país en el que el Ejército del Aire también cuenta con un radar de alerta temprana y 41 efectivos. Mientras, en Letonia, otros 87 militares controlan la ya citada batería de misiles. Y en Turquía hay 140 desplegados desde 2015 con un sistema de defensa antiaérea «Patriot», que inicialmente se desplegó para proteger al país de ataques desde Siria.

Además, nuestro país también participa en dos de los diferentes batallones terrestres de la OTAN en el Este: en Letonia, con unos 530 efectivos y blindados, y en Eslovaquia, liderando el grupo aliado con alrededor de 770.

Refuerzo en Rumanía a partir de octubre

Además de este refuerzo por parte de las Fuerzas Armadas españolas en el área del Báltico, nuestro país tiene aún pendiente otro despliegue para apoyar el batallón terrestre de la OTAN en Rumanía, donde se desplegarán unos 250 efectivos en un grupo multinacional liderado por Francia. Las primeras previsiones marcaban julio como el inicio de su misión, aunque en un primer momento se retrasó hasta septiembre. Ahora, según las fuentes consultadas, no lo harán hasta mediados de octubre.