Ejército del Aire
Así detectarán submarinos enemigos los sistemas acústicos del avión C295W de patrulla marítima
La compañía española SAES ha firmado un acuerdo con Airbus para instalar esta tecnología en los aviones de defensa submarina (ASW, Anti Submarine Warfare)
La empresa española SAES y Airbus Defence and Space han firmado un acuerdo por el que la primera, compañía puntera en defensa y proteción submarina, implementará los sistemas acústicos de sonoboyas en los aviones de patrulla marítima C295, cuya adquisición anunció el Ministerio de Defensa español. Este acuerdo refuerza el compromiso de ambas empresas con la innovación y la defensa submarina (ASW, Anti-Submarine Warfare)..
Así, SAES desarrollará y suministrará sus Sistemas de Procesamiento Acústico de Sonoboyas (SPAS), diseñados y fabricados por la propia empresa, en los aviones de patrulla marítima C295 de Airbus. Este sistema será integrado con el Sistema Táctico de Misión (FITS) de Airbus Defense and Space, la empresa aeronáutica que fabricará los C295. Este contrato también incluye el soporte en tierra, a través del sistema de análisis acústico y de apoyo a la misión (FTAS – Fast Time Analyser System) y el sistema de entrenamiento acústico (TAT – Tactical Acoustic Training).
Las misiones de defensa antisubmarina (ASW) son complejas de operar, requiriendo la participación y coordinación de plataformas de superficie y aéreas, como el C295, las cuales mejoran la probabilidad de éxito gracias a su capacidad de cubrir amplias áreas de operación.
El avión C295, en configuración de Patrulla Marítima o MPA (Maritime Patrol Aircraft), despliega distintos tipos de sonoboyas (Sensores acústicos desplegables) que serán procesadas por el sistema SPAS, el cual incluye la capacidad de procesamiento de las sonoboyas más avanzadas del mercado.
La colaboración entre Airbus y SAES se remonta al año 2001, cuando SAES participó en el programa de modernización de los aviones P-3 Orion del Ejército del Aire y del Espacio. Desde entonces, la alianza entre ambas empresas no solo ha prosperado, sino que ha continuado con éxito a través de los programas implementados en los C295 de Chile y los P-3 Orion de Brasil.
El director General de SAES, César Solano, destaca que “la integración del sistema SPAS a bordo de los aviones de patrulla marítima C295 representa un hito significativo para nosotros. Este sistema mejora las capacidades de la aeronave, permitiendo operaciones de defensa antisubmarina. No se trata solo de equipar la aeronave con tecnología de vanguardia: se trata de proporcionar a nuestros operadores las herramientas que necesitan para garantizar la seguridad».
Como parte integral del desarrollo de estos sistemas, SAES incluye la colaboración de empresas españolas. Esta cooperación “no solo fomenta el avance tecnológico, sino que también contribuye a la creación de empleo cualificado”, indica Solano.
El alcance del Programa MPA supone la adquisición de seis plataformas Airbus C295W modificadas para misiones de patrulla marítima y 10 para vigilancia marítima y misiones de búsqueda y rescate. Aunque el C295 tiene una menor autonomía y alcance que el P.3, la idea es que disponga de todo lo necesario para cubrir capacidades prioritarias de guerra antisubmarina, antisuperficie e ISR, y apoyar a la capacidad de búsqueda y rescate.
El programa se prolongará por espacio de nueve años y debe concluir en 2031 con la recepción del último de los 16 aparatos. Todos los aviones se fabricarán en la factoría que Airbus posee en Sevilla. Con un periodo de fabricación de la primera unidad que se estima del orden de los 50 meses a partir de la firma del contrato entre Defensa y Airbus, el primer avión que recepcionará la DGAM será de patrulla marítima. «Las previsiones apuntan que no será más tarde de 2027», puntualiza el jefe de programa.
La unidad a la que se adscribirán los nuevos aviones lo debe concretar el Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio, aunque lo probable es que sea el Ala 11 estacionada en la base aérea de Morón (Sevilla), donde ya lo estaban los P-3.
Los aviones catalogados en la esfera internacional como MPA —acrónimo del inglés Maritime Patrol Aircraft— «abarcan un concepto operacional muy amplio, que engloba muchos roles y distintos tipos de misiones», subraya el teniente coronel Montero. Poseen características que «se pueden resumir —indica— en su capacidad para detectar e identificar buques de superficie y submarinos por medio de sensores específicos». En definitiva, lo que principalmente distingue a un avión de patrulla marítima de otros tipos de aviones con conceptos operativos similares «es su capacidad de portar y emplear armamento».
En sus diferentes variantes, la misión principal de los cometidos de patrulla marítima «está enfocada a la guerra anti submarina, lo que implica el empleo de armamento que, en el caso del C-295, serán torpedos u otro tipo de sistemas de armas que se puedan integrar en el futuro», aclara el jefe de programa.
Debido a la necesidad de recuperar en el mínimo plazo posible el rol antisubmarino con aeronaves de ala fija, su armamento para cazar y destruir sumergibles ya estará integrado en el primer ejemplar de serie. Además, cada uno de los seis portará un avanzado sistema de detección acústica, un detector de anomalías magnéticas (MAD), un radar de apertura sintética (SAR), un sistema de observación electro-óptico e infrarrojo y un sistema de auto protección contra misiles fijado en diferentes partes del exterior de la célula. También contará con equipos cifrados de comunicaciones vía satélite y sistemas tácticos de enlace de datos por vía terrestre y satelitales, en ambos casos con posibilidades de ampliación y modernización. Un grupo de empresas españolas son las que aportarán su tecnología, entre las que se encuentran Indra, que suministra varios subsistemas, entre ellos el de auto protección; la mencionada SAES, que integrará el sistema acústico; y Tecnobit, que desarrollará los equipos de cifrado. Su autonomía máxima será de 2.000 millas náuticas, tendrá una capacidad máxima de portar 60 sonoboyas e incluirán un sistema acústico SPAS 32.
Este sistema acústica proporciona tecnologías de procesado de señal para la detección de las amenazas submarinas. Además, con el objetivo de reducir la carga de trabajo del operador y, así, aumentar la eficiencia de la misión ASW, SPAS incorpora detección automática de contactos: una vez localizada la amenaza, SPAS incluye potentes herramientas de localización – incluyendo multiestatismo y plot de energía – que posibilitan el seguimiento de la amenaza. Estas herramientas ofrecen información de rumbo y velocidad, parámetros indispensables para ejecutar un planeamiento adecuado en el despliegue de sonoboyas.
El C-295W en configuración de patrulla marítima supone para la Fuerza Aérea española un importante salto cualitativo desde el punto de vista técnico y de soberanía respecto al Lockheed P-3 Orión, dice Defensa aunque en algunos casos se pierdan ciertas capacidades.