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País Vasco
De chupinazo a homenaje a Artola
El PP denuncia el «fraude» de las fiestas de Bilbao al violar la prohibición judicial de la presencia de la proetarra
El PP denunció ayer que los actos que dieron inicio a las Fiestas de Bilbao supusieron un «fraude» a la resolución judicial que suspendió el nombramiento de Jone Artola como «txupinera» por su historial de enaltecimiento del terrorismo. Leopoldo Barreda consideró que aunque Jone Artola no encendiera el «txupín» oficial, sino uno alternativo, su presencia en un lugar de honor en el balcón del Teatro Arriaga, desde donde se inauguró la Semana Grande bilbaína, constituyó un acto de connivencia del Gobierno municipal, del PNV, con los proetarras. «Menos acatar la sentencia Bildu hizo de todo», dijo la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Bilbao, Cristina Cuesta, quien criticó que las comparsas decidan todo lo relacionado con la Aste Nausia, cuando no representan a la mayoría de los vecinos. «Ellos se lo guisan, se lo comen e imponen el menú al PNV», señaló Cuesta, mientras desde el PSE se apoyaba la actuación del gobierno municipal del PNV.
Alfonso Gil, el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Bilbao, consideró que el acuerdo entre el Gobierno municipal y las comparsas cumplió su objetivo que era, en su opinión, «tranquilizar la fiesta». «El equipo municipal buscó un consenso para que tuviéramos una fiesta en paz», señaló.
El portavoz socialista desmarcó al PNV del lanzamiento del «txupín» alternativo que se produjo en la explanada del Teatro Arriaga, con Jone Artola vestida con el traje tradicional de representante de las comparsas, de rojo. En un montaje que intentó burlar la resolución judicial que le prohibía lanzar el «txupín» oficial, previamente en el balcón del Teatro Arriaga Jone Artola había vestido una camiseta de rayas blancas y negras, símbolo de su comparsa. La pregonera, la capitana del Athletic Femenino, Iraia Iturregui, apoyó en todo momento a los proetarras, estando presente en el «txupín» alternativo y abrazando previamente a Jone Artola en el balcón, donde su presencia no tenía más sentido que contentar a las comparsas que apoyaban su nombramiento.
Las críticas del PSE se dirigieron, a pesar de todo lo ocurrido, hacia el delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, que fue quien intentó impedir que el inicio de las fiestas de Bilbao fuera un acto de humillación a las víctimas del terrorismo, con una representante de las comparsas que tiene un historial de exhibición de fotos de terroristas en fiestas anteriores.
Para los socialistas, aquellos que intentaron impedir que una persona que apoya el terrorismo etarra ocupara un lugar de honor de las fiestas son quienes «viven permanentemente mirando al pasado, cuando esta sociedad se merece –dijo Gil– que miremos todos al futuro».
Los socialistas se colocaron del lado del PNV amparando las actuaciones de Sortu y criticando al delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo. En los días que ha durado la polémica, el PNV le llamó «pirómano de la política», pero no secundó la iniciativa de Sortu de pedir la desaparición del cargo. Según el PNV, esa propuesta constituye una suerte de «fuego de artificio», porque no tiene posibilidades de prosperar.
Por su parte, el dirigente de Sortu Joseba Permach consideró que el Gobierno central «ha multiplicado sus ataques» a la izquierda abertzale durante este verano porque, «aunque quiera aparentar fortaleza», la posición política del Estado es de «manifiesta debilidad». En un acto celebrado ante la herriko taberna de Zarautz (Guipúzcoa), Permach se refirió a las decisiones judiciales que supendieron la designación de Jone Artola como txupinera en la Aste Nagusia de Bilbao y de Pablo Gorostiaga como pregonero de las fiestas de Llodio (Alava). A su juicio, «las actuaciones del Estado y de sus delegados en contra de Euskal Herria se multiplican», porque «tienen miedo al proceso abierto de Euskal Herria y a la paz» y, sobre todo, porque «tienen miedo a que la mayoría social de este pueblo ha decidido que este país quiere ser libre». Permach se mostró convencido de que la mayoría social y política de este pueblo «no comparte esas agresiones» y, por ello, hizo un llamamiento a la ciudadanía vasca a participar en las «diferentes dinámicas» que se organizarán para demostrar que «la mayoría social y política de este pueblo no comparte esas agresiones y ha decidido vivir en paz y libertad», informa Efe.
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