Albares se reunirá con Blinken para hablar del conflicto en gaza, Ucrania y la OTAN

Es una de las apuestas españolas de política internacional: el reconocimiento del estado de Palestina. Desde el atentado de Hamás contra el estado israelí en octubre del año pasado que implicó una respuesta militar del ejército hebreo en la Franja de Gaza, el Ejecutivo español ha puesto en marcha una ofensiva diplomática para pedir un alto el fuego y la implementación de la solución de los dos estados para terminar con esta espiral de violencia en la región. Tanto el presidente del Gobierno, por un lado, como el titular de Exteriores han recorrido varios países de Oriente Medio, además de Europa, con este objetivo.

Mañana, el ministro José Manuel Albares sumará un capítulo más en el intento de conseguir apoyos o explicar con contundencia la postura española. En esta ocasión, se reunirá con el secretario de Estado, Antony Blinken, en Washington. Según ha podido saber LA RAZÓN “se van abordar asuntos de política exterior de interés para España y Estados Unidos, en el marco de las excelentes relaciones entre ambos países”. De hecho, el ministro Albares mantuvo una reunión con la embajadora de EE UU en España, Julissa Reynoso, para preparar y ver los puntos a tratar durante el encuentro, entre ellos la situación en Gaza y en Oriente Medio. A priori, el ministro llega a EE UU y conoce la postura del principal aliado de Israel. Hace décadas que Estados Unidos defiende, con mayor o menor esfuerzo, la solución de dos Estados para el conflicto entre Israel y Palestina. Se requiere un camino de dos Estados con garantías reales de seguridad para Israel”, dijo el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en el mes de marzo. Sin embargo, con la sangrienta ofensiva en la Franja de Gaza como telón de fondo, EE UU bloqueó la adhesión palestina como miembro pleno de la ONU.

El Ejecutivo español anunció que reconocería el Estado palestino en el primer semestre de este año. El tiempo corre y ya solo quedan siete semanas para cumplir esa declaración. En este esfuerzo, el jefe de diplomacia española ha viajado hasta en tres ocasiones a la región y ha visitado siete países con ese objetivo. Desde finales de enero ha estado en Jordania y Egipto, Líbano e Irak, Qatar, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos para impulsar la solución de dos estados. Por su parte, el presidente Sanchez, ha entablado conversaciones sobre esta materia con países europeos como Irlanda, Malta, Eslovenia, Portugal, Bélgica, Luxemburgo y Noruega. Los esfuerzos del jefe del Ejecutivo, sin embargo, son papel mojado, ya que tan solo su homólogo irlandés ha compartido el deseo de reconocer al Estado palestino.

La ofensiva diplomática española, por otro lado, está evidenciando las diferencias entre los socios de gobierno respecto a este asunto. En aras a imprimir una voz propia, la vicepresidenta segunda del gobierno y ministra Economía, Yolanda Díaz, ha instado al presidente a reconocer el Estado de Palestina de manera unilateral en el Consejo de Ministros, algo, que por el momento no se ha materializado. No ha sido el único choque. El pasado mes de febrero, la líder de Sumar anunció que viajaría a Palestina para pedir un algo, una declaración que enfadó al ministro Albares, que desmintió públicamente que su departamento estuviera organizando algún desplazamiento.

Además del conflicto de Oriente Próximo, Albares y Blinken conversarán sobre la evolución de la guerra en Ucrania, en la que España mantiene desde el principio un apoyo sin fisuras al gobierno de Volodomir Zelensky. De hecho, la ministra de Defensa, Margarita Robles, anunció que España suministrará misiles Patriot.

En este sentido, la evolución de la guerra en Ucrania, que suma ya dos años y cuatro meses, será uno de los ejes principales de la cumbre de la OTAN que se celebrará entre 9 y el 11 de julio en Washington. Acudirá el presidente Sánchez y su preparación también se abordará durante la reunión.

Por último, otros de los asuntos que estará sobre la mesa es la limpieza de Palomares (Almería) contaminada por el accidente nuclear de 1966. El presidente de EE UU, Joe Biden y Pedro Sánchez acordaron desbloquear este tema durante la visita del jefe del Ejecutivo español a la Casa Blanca en mayo del año pasado. En el centro del debate se sitúan los 50.000 metros cúbicos de tierras contaminadas, que hacen que el estigma radiactivo perdure en Cuevas de Almanzora, el municipio almeriense al que pertenece Palomares y Villaricos, más de medio siglo después. Entre los asuntos, todavía por resolver, está cómo mover esa gran cantidad de tierra a Estados Unidos.

La de hoy, será la segunda vez que Albares y Blinken se reúnan de manera oficial. Ambos mantuvieron un encuentro en mayo de 2023, pero se han visto en tres ocasiones en el marco de distintos foros multilaterales.