El entorno del novio de Díaz Ayuso denuncia allanamientos y un robo

Dos de los abogados del equipo legal de Alberto González Amador, el novio de Isabel Díaz Ayuso, denunciaron ante los Cuerpos de Seguridad del Estado el allanamiento de sus domicilios.

A la letrada Guadalupe Sánchez, que dirige el despacho Novalex, le fue sustraído de su domicilio en la localidad alicantina de Guardamar del Segura un ordenador portátil y una tablet que utiliza para asuntos profesionales. Y, por tanto, que contienen material «sensible».

Se apoderaron también de una tablet de sus hijos «que estaba nada más entrar al salón», según contó Sánchez en el podcast «En libertad» de VioneMedia.

Ocurrió el pasado sábado 11 de enero, cuando abandonó su vivienda para ir a cenar fuera con su familia. «Yo tenía más cosas de valor y lo que se han llevado es mi portátil. Curiosamente estando al lado el de mi marido, se llevaron solo el mío», señaló Sánchez en el citado programa.

La otra víctima de un allanamiento fue Carlos Neira, socio del despacho Garrido y abogado fiscalista de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid. A Neira le registraron su segunda residencia en el municipio toledano de Turleque durante los días de las últimas fiestas de Navidad.

Pero, en su caso, no se llevaron nada dado que no tenía ningún dispositivo informático en el interior de la casa, según entienden fuentes de su entorno consultadas por LA RAZÓN.

«Llamativamente no se llevaron nada, a pesar de que tenía cosas que a los típicos raterillos les podría interesar, pero no le sustrajeron nada», apuntó Sánchez. Las cámaras de videovigilancia, eso sí, grabaron a los intrusos entrando en esta vivienda de forma ilegal.

Pero estos sucesos, ya en manos de la Guardia Civil, también afectaron al propio González Amador. El pasado 4 de diciembre el empresario bajó al aparcamiento de su lugar de trabajo y se encontró con que alguien había abierto «de par en par» su coche, del que no se llevaron ni las tarjetas de crédito que ahí tenía ni una cantidad de dinero en efectivo que guardaba para realizar unas compras.

En jornadas anteriores, al novio de Ayuso le llamó la atención y le pareció extraño y sospechoso un vehículo con múltiples antenas en el techo que estaba en el entorno de su domicilio. Llegó a dibujar la apariencia del automóvil en un papel y, en ese momento, no lo denunció, pero a la vista de la cadena de sucesos, lo ha puesto en conocimiento de la Benemérita.

El último suceso, que en el entorno de la pareja de la presidenta popular no descartan que pueda tener relación, ocurrió este fin de semana. Personas sin identificar accedieron al domicilio del arquitecto que realizó la reforma del piso en el que vive González Amador con Ayuso en el madrileño barrio de Chamberí.

Tampoco se apoderaron de nada y señalan a este diario la posibilidad de que también se deba a que no había ordenadores. De igual forma, las cámaras que tiene dispuestas el arquitecto en su domicilio, recogieron la entrada de los extraños.

No desechan la posibilidad de que pueda tener que ver el allanamiento que en su domicilio sufrió, mucho antes, hace casi dos años, el artista Nacho Cano, muy cercano a Ayuso. Este suceso tuvo lugar justo un mes antes de las últimas elecciones autonómicas y de junio de 2023 (24 de mayo) y tampoco se llevaron nada de valor de su residencia. «A pesar de que tiene muchísimas cosas de valor en su casa, no se llevaron nada, que les conste», confirmó la letrada en el citado podcast.

Fueron conscientes de esta cadena de sucesos después de que Sánchez lo comentase con otros abogados con los que colabora en la representación legal de la pareja de la presidenta.

Tras «poner información en común», resulta que a Neira, el propio González Amador y hasta al arquitecto del empresario les ocurrió recientemente algo parecido. Desde esta consciencia colectiva, «fueron juntando todas las piezas», y se dieron cuenta de que «puede que sea casualidad y que no tenga nada que ver».

O, en cambio, «puede que sí», y dado la «situación política e institucional en la que estamos», han decidido hacerlo público. «Si quien lo haya hecho tiene como intención intimidarnos, no lo ha conseguido», zanjó Sánchez.