Bloqueo
El CGPJ se reunirá para renovar el TC antes de que entre en vigor la reforma exprés del Gobierno
Votará a los dos candidatos propuestos por nueve vocales conservadores, los magistrados del Supremo César Tolosa y Pablo Lucas, y a los aspirantes que puede añadir cualquier consejero
Habrá Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para intentar renovar el Tribunal Constitucional (TC) antes de que la reforma exprés del Gobierno que modifica el procedimiento para el relevo de sus magistrados entre en vigor. El presidente en funciones del órgano de gobierno de los jueces, el progresista Rafael Mozo, finalmente no ha tenido más remedio que convocar el Pleno que le reclamaban nueve vocales conservadores para designar a los dos jueces del TC que por turno les corresponde elegir.
Será el próximo martes, 48 horas antes de que previsiblemente entre en vigor la reforma y que se celebre el Pleno ordinario que ya estaba convocado para ese mismo fin, cuando los 18 vocales que componen ahora el Pleno se reúnan para votar a los dos magistrados del Tribunal Supremo propuestos por el bloque conservador: Pablo Lucas (que ya estuvo entre los preferidos de sus compañeros progresistas), el juez encargado del control del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), y César Tolosa, presidente de la Sala de lo Contencioso del alto tribunal.
Pero no serán los únicos candidatos que estén sobre la mesa, pues Mozo deja claro que también se someterán al criterio de los consejeros “aquellos otros candidatos que podrán proponer los vocales hasta el mismo momento del inicio de la sesión”, tal y como se acordó el pasado 8 de septiembre en el Pleno en el que se consensuaron las líneas maestras del procedimiento de elección, que dejarán de regir en cuanto entre en vigor la reforma que prescinde de la mayoría de 3/5 necesaria hasta ahora y que avala la designación de los dos candidatos más votados en una única votación.
Bandrés, candidato progresista
Así, lo previsible es que los vocales progresistas insistan en presentar la candidatura del también magistrado del Tribunal Supremo José Manuel Bandrés, su apuesta principal, y a quien desde el sector mayoritario ven muy próximo al Gobierno.
Mozo se negó en un principio a convocar el Pleno que reclamaron los nueve vocales conservadores el pasado viernes, esgrimiendo que su petición no incluía los nombres de los dos candidatos ni sus currículos, una laguna que subsanaron ayer mismo los peticionarios, situando a Mozo en un callejón sin salida, pues está obligado por ley a convocar el Pleno cuando así lo solicitan al menos cinco vocales.
De hecho, fuentes del sector conservador no entendían la negativa del presidente a convocar esa sesión. “Nos acusan de haber bloqueado los nombramientos, pero de momento somos los únicos que hemos solicitado la convocatoria de un Pleno con candidatos. Y nos encontramos con que su presidente está impidiendo la celebración de ese Pleno”, se quejaban a LA RAZÓN.
El malestar de los consejeros conservadores
Su malestar provocó que incluso se planteasen la posibilidad de solicitar su remoción del cargo si persistía en no convocarlo o de querellarse contra él por “incumplimiento de sus funciones y por tergiversar el sentido de las decisiones del Pleno, retrasando indebidamente la celebración del Pleno para evitar que se celebre bajo la legislación actual”.
Pero, finalmente, Mozo ha accedido a poner fecha a esa reunión. En el escrito remitido a los vocales que respaldan la convocatoria del Pleno extraordinario, el presidente en funciones del CGPJ asegura que atendiendo “a las agendas y viajes programados por los vocales” y “con la finalidad de asegurar su asistencia al Pleno y lograr un mayor consenso”, la sesión se convoca el próximo día 20 a las 17:00 horas.
En todo caso, fuentes del bloque conservador admiten que resulta muy complicado que el Pleno termine eligiendo a Lucas y Tolosa, pues sus votos no son suficientes para aglutinar esos tres quintos necesarios, y si, como parece, los vocales progresistas se siguen aferrando a la candidatura de Bandrés. Y es que el tiempo corre a su favor, pues una vez entre en vigor la reforma del proceso de renovación del TC (soterrada en la proposición de ley para modificar los delitos de sedición y malversación), serán los dos candidatos más votados los que resulten elegidos en una única votación sin un quórum mínimo.
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