Gobierno
El PSOE se encomienda a «no entrar al trapo» con Podemos
En la coalición se conjuran para acabar el mandato, pero los de Sánchez preferirían menos «ruido» en Moncloa. Los socialistas vaticinan una negociación para los PGE «dura» pero no dudan en aprobarlos
PSOE y Podemos inician el curso político con la intención de resistir. En ambos partidos se afanan en asegurar que van a dar término a la legislatura, en parte por la cantidad de compromisos políticos que tienen por cumplir, tanto por el acuerdo de coalición como con los aliados parlamentarios.
Esta premisa entre los socios en Moncloa es más por conveniencia que por sintonía. PSOE y Unidas Podemos son conscientes de que se necesitan para finalizar el mandato y para intentar reeditar un gobierno de coalición ante un bloque de la derecha al alza, pero, sin embargo, la estrategia de comunicación sigue fallando a dos años y ocho meses vista desde que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias forjaran su pacto. Durante este tiempo, ambos partidos se han enfrentado a varias batallas para enarbolar la bandera social y por tratar de sacar rédito de la acción gubernamental, algo que, según reconocen en el partido mayoritario ha desgastado al Gobierno, al entenderse como una forma de oposición dentro del propio Ejecutivo cuando la situación económica ganaba la batalla a los partidos. Además, algunas de las decisiones que ha tomado la parte mayoritaria del Gobierno han sido trágalas para la cuota morada que, a pesar de que confronta con sus principios, no ha podido evitar a causa de su condición de socio minoritario en Moncloa, como la polémica por el aumento del presupuesto para Defensa. Ahora, la negociación presupuestaria volverá a tensar las costuras de la coalición por la exigencia de los morados de incrementar la inversión social.
De hecho, fuentes socialistas reconocen este extremo, y ya analizan las posibles soluciones para que, en lo que queda de legislatura, la imagen ante la oposición y los medios no sea la de la batalla constante que termina por opacar la acción gubernamental. En el PSOE detectan que el «ruido» no solo lo protagoniza el PP, dicen, sino que a veces lo focaliza Unidas Podemos. Ello se debe a las negociaciones dentro del Consejo de Ministros, donde a la hora de pactar la agenda legislativa afloran las diferencias entre ambos partidos y dificultan incluso la rapidez con la que deberían tomarse las decisiones. «Los morados piensan que la propuesta del Gobierno carece de lo que ellos proponen originalmente», explican.
Así, en el PSOE ven que en Unidas Podemos están más al tanto de «buscar la diferencia que lo que nos une» y que tratan de trasladar la imagen de que el Ejecutivo se mueve la protección social «solo porque ellos están». Así, los socialistas se confiesan cansados de este intento constante de los de Ione Belarra de «visibilizarse», aunque lo entienden en términos electorales, más ahora de cara a las citas autonómicas y municipales, donde los socialistas esperan que los morados resuelvan sus luchas de poder en los territorios, dado que prefieren que el voto abstencionista de su partido se acabe canalizando en el partido morado, para poder sumar escaños y formar gobiernos autonómicos o municipales entre ambas fuerzas de izquierda.
De cara a finales de 2023, ante las continuas discrepancias en el Gobierno y al observar que es una de las fuentes de desapego por parte del electorado de izquierdas, los socialistas han adoptado la decisión de «no entrar al trapo», precisan estas fuentes. Así, creen en el partido mayoritario que centrándose en focalizar sus fuerzas en atacar a la oposición en este último año de Gobierno, lograrán alejar la idea de la bronca permanente dentro del Ejecutivo. Una estrategia para intentar minimizar los choques en el Gobierno que concuerda con la idea de que PSOE y Unidas Podemos quieren agotar la legislatura. En lo general, fuentes socialistas y moradas aseguran que para lo importante «hay buen entendimiento», sobre todo porque desde el PSOE ven que «les interesa agotar la legislatura» al ser el Ejecutivo su principal altavoz para promocionarse.
Las continuas batallas en Moncloa también se prevén con los socios de investidura en el Congreso de los Diputados de cara a la negociación para los últimos Presupuestos Generales del Estado. Los socialistas ya anticipan que habrá una negociación «dura», pero no tienen dudas de que las cuentas saldrán adelante.