20 años después
España y Estados Unidos refuerzan su relación estratégica
Se comprometen, en una declaración conjunta, a la cooperación permanente en la respuesta a los retos migratorios del norte de África
Pedro Sánchez y Joe Biden se reunieron ayer en Moncloa. Una cita «potente» de «mucha trascendencia», según señalan desde el Gobierno español, pero que trasciende lo deseado del encuentro. La cita, que adelantó LA RAZÓN, se produce después de varios intentos frustrados y supone un espaldarazo político para el Gobierno y para su presidente, en un momento de máxima debilidad política tras la debacle de las elecciones andaluzas. El Ejecutivo concibe la cumbre de la OTAN como un «hecho histórico» y está echando el resto para que todo se desarrolle a la perfección. España es escaparate del mundo en un momento en el que la agresión de Rusia a Ucrania ha revitalizado la Alianza Atlántica. Más allá de la ansiada foto y del contexto de la cumbre, la reunión entre Sánchez y Biden estuvo dotada de contenido.
De ella sale una declaración conjunta –de 18 puntos– que «actualiza, refuerza y amplía la relación bilateral y estratégica entre España y EE UU», que no se tocaba desde el año 2001. Fuentes gubernamentales aseguran que se ha trabajado mucho en esta reunión, para que culminase con la citada declaración conjunta, que no solo «actualiza» la relación entre ambos países, sino que «proyecta una mirada de futuro». Para el presidente estadounidense –así lo planteó a puerta cerrada– el contexto actual supone un «punto de inflexión para la comunidad internacional», una situación que solo se da, en su opinión, cada cuatro o cinco generaciones, en la que hay que tomar «decisiones» para preservar ese orden internacional. En este clima, Biden agradeció en privado el «papel de España» y su «liderazgo».
Por escrito quedan recogidos varios acuerdos para reforzar las respuestas multilaterales ante los desafíos trasatlánticos y globales; se fortalece la cooperación en el ámbito de la defensa; también se defiende la promoción de la democracia, los derechos humanos y la igualdad de género; se intensifica la colaboración en materia de seguridad y justicia: se promueve una migración segura, ordenada y regular; también la lucha contra el cambio climático y la cooperación en los ámbitos económico y comercial; así como las sinergias digitales, la cooperación política y una mirada al futuro.
Con la vista puesta en el flanco sur, una de las prioridades de España, que se ha visto distorsionada por la guerra de Ucrania, ambos países muestran su intención de colaborar en la gestión de los flujos migratorios irregulares, garantizando «un trato justo y humano de los migrantes». Un objetivo que choca con la actualidad y con los hechos acaecidos en la valla de Melilla, en la que no se ha dedicado esta protección a los migrantes por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes. Ambos países se comprometen a coordinar esfuerzos para abordar las causas fundamentales de la migración irregular y trabajar para fortalecer las vías legales, «con especial énfasis en los países de América Latina y el Caribe. España y Estados Unidos reconocen igualmente la importancia de la cooperación permanente en respuesta a los retos de la migración irregular en la región del norte de África», reza el documento.
En materia de defensa, Biden oficializó la intención de Estados Unidos de aumentar su presencia militar en España, de manera que se desplegarán dos destructores más en la base de Rota (Cádiz), donde desde 2014 hay cuatro de estos buques que forman parte el escudo antimisiles de la OTAN. Un nuevo despliegue cuya finalidad es la de aumentar aún más la presencia naval de Estados Unidos y de la OTAN en todos los dominios marítimos relevantes. Así figura también en la declaración conjunta, en la que se hace referencia concretamente a la «intención de ampliar la cooperación en materia de defensa, mediante el establecimiento permanente de buques de guerra estadounidenses adicionales en Rota».
España, «aliado indispensable» para la Alianza Atlántica
En la comparecencia conjunta que compartieron los presidentes tras su encuentro, Biden trasladó su confianza en que este movimiento de tropas se produzca «más pronto que tarde» y definió a España como un «aliado indispensable» para la Alianza Atlántica. El presidente de EE UU calificó la reunión con Sánchez como una conversación «cálida y personal» y agradeció a su homólogo español su «liderazgo» en la organización de la cumbre de la OTAN. Fuentes gubernamentales aseguran que a Biden «se le ha hecho corto», porque ha sido un encuentro muy «relajado y próximo», en el que hablaron de «muchos temas». El propio presidente estadounidense mostró su disposición a compartir más conversaciones con el jefe del Ejecutivo español durante los próximos días, en la cumbre, y valoró la «hospitalidad» de España con las tropas americanas que residen en las bases españolas.
Por su parte, Sánchez mostró su «satisfacción» por la declaración conjunta rubricada y que se reconozcan las amenazas del flanco sur, en esa estrategia 360 grados que desarrolla la Alianza. En privado, fuentes gubernamentales desvelan que Biden y el presidente del Gobierno hablaron mucho del norte de África y que es consciente de la situación de los flujos migratorios y apoya a España. En este sentido, estas mismas fuentes señalan que desde EE UU se han interesado por las políticas migratorias de España y quieren ver cómo funcionan para incorporar e importar esos modelos multidisciplinares.