Nuevas cepas
Rastreadores militares controlan a quienes llegan de Brasil y Sudáfrica
Desde que comenzó la “Operación Baluarte”, los uniformados han contactado con más de 2,2 millones de personas
Las Fuerzas Armadas españolas continúan luchando contra el coronavirus sin descanso. Hace prácticamente un año arrancó la que es ya la mayor misión militar en territorio nacional en tiempos de paz bajo el nombre de “Operación Balmis”, la cual se prolongó durante los 98 días que duró el primer estado de alarma. A finales de septiembre se reactivó bajo el nombre de “Baluarte”, añadiendo la capacidad clave del rastreo. Defensa formó en verano a cerca de 7.500 uniformados, de los cuales están disponibles para desplegarse inmediatamente unos 5.000 y 2.497 están ya activados en apoyo de las comunidades autónomas. Muchos de ellos se dedican actualmente a controlar a los pasajeros que lleguen a nuestro país desde Brasil o Sudáfrica para tratar de frenar la expansión de las nuevas cepas del virus.
Así lo ha confirmado esta tarde la ministra de Defensa,Margarita Robles, durante su comparecencia en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados, en la que ha hecho un balance de la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el coronavirus en esa misión “Baluarte”. Tal y como ha explicado, desde que el 29 de septiembre se activó esta segunda operación de lucha contra la pandemia, los militares se han dedicado principalmente a tareas de desinfección, de apoyo logístico y de rastreo.
En lo que se refiere al rastreo, Robles ha detallado que, a día de hoy, hay activados por toda España cerca de 2.500 efectivos de los dos Ejércitos, la Armada y la Unidad Militar de Emergencias realizando tareas de rastreo, los cuales hablan a diario con unas 19.300 personas, tanto con contagiados como con sus contactos directos, a los que realizan un seguimiento para evitar la propagación del virus. En todo este tiempo han contactado con un total de 2.284.692 ciudadanos. Unos datos con los que la ministra ha asegurado sentirse “orgullosa” y ha destacado que la coordinación con las diferentes administraciones es fluida y dinámica.
Nuevas cepas
Al mimo tiempo, la titular de Defensa ha confirmado que actualmente son los militares españoles los encargados de realizar el seguimiento de quienes lleguen desde Brasil y Sudáfrica por vía aérea o marítima como forma de apoyo al Gobierno ante la propagación de las nuevas cepas surgidas en dichos países.
Pero también ha explicado la ministra que en este tiempo las Fuerzas Armadas han llevado a cabo un totla de 951 desinfecciones en instalaciones críticas de todo tipo, como Mercamadrid o Mercabarna, residencias de ancianos o en aquellos centros en los que se realizan test a los ciudadanos. Además, han colaborado con el transporte de las primeras dosis de la vacuna hasta las islas o las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Y al igual que durante la primera oleada, los militares también han ayudado a levantar carpas para realizar pruebas del virus o como medida de prevención para aumentar la capacidad de determinados hospitales ante un posible aumento de pacientes.
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