Casa Real
Preocupación en el entorno de Don Juan Carlos por su salud
En el día de su 83 cumpleaños, la foto en la que parece tener problemas para caminar aviva el debate sobre su regreso a España
Don Juan Carlos celebra hoy en Emiratos su cumpleaños más solitario. Lejana en el tiempo queda ya le fecha del 5 de enero de 1938, día en que nació, en los compases decisivos de la guerra civil, quien habría de estar llamado a dirigir la nación en su paso desde el franquismo a la democracia. Don Juan Carlos nació en Roma, fuera de su patria, y una funesta pirueta de la historia –más numerosas de lo que se suele creer– ha provocado que 83 años después, Juan Carlos I se encuentre nuevamente lejos de España. Además, la reciente publicación de una de las primeras fotografías de Don Juan Carlos en Emiratos, en la que aparecen dos guardaespaldas ayudándole a caminar, ha provocado que en el entorno de sus amistades aumente la preocupación por su movilidad y por su estado de salud en general.
De hecho una de las razones que empujaban a agilizar su regreso eran referentes a la salud del anterior Monarca, que desde hace años precisa de un exigente programa de fisioterapia para mantener la movilidad para el que su residencia desde hace décadas –el Palacio de la Zarzuela– estaba perfectamente equipado. En cualquier caso no se puede esperar ningún progreso en el plan para que se materialice su regreso hasta que pase el segundo de los importantes compromisos que tiene Don Felipe, el discurso durante la Pascua Militar que se pronunciará mañana en el Palacio Real.
Fue el pasado 18 de diciembre cuando Don Juan Carlos hizo pública su decisión de permanecer en Emiratos por el momento. Aunque la razón que se adujo en el momento fue el riesgo que, como persona de riesgo a causa de su edad, suponía la situación epidemiológica en España, lo cierto que entre las razones que el padre del Rey sopesó también estuvo la necesidad de «despejar la atmósfera» de cara al Mensaje de Navidad de Don Felipe y a su discurso de mañana en el Palacio Real con motivo de la Pascua Militar. En aquel momento, la decisión de Don Juan Carlos de salir de la escena cortó de raíz un debate –el de su inminente vuelta– que había polarizado durante días el debate político nacional hasta el punto de obligar al presidente del Gobierno a pronunciarse al respecto (Sánchez dijo que el retorno del padre del Rey compete exclusivamente a Zarzuela). También varios ministros socialistas mantuvieron una línea de apoyo al artífice de la Transición, al menos nominalmente, en este escabroso pero, al mismo tiempo, en el último trimestre de 2020 se produjeron al menos tres filtraciones desde distintos puntos del Gobierno que dieron al traste otras tantas veces con avanzados intentos de que se materializara la vuelta del Rey.
Luego está el frente jurídico, que ha producido resultados ambivalentes. Tres investigaciones siguen en marcha en el Supremo. La primer es la relacionada con el supuesto cobro de comisiones por la concesión a empresas españolas de la línea ferroviaria de alta velocidad entre Medina y Meca, que a todas luces será archivada (aunque con comentarios desfavorables) al ocurrir los supuestos delitos cuando el Rey era inviolable (Art. 56.3 de la Constitución). La segunda, relacionada con los gastos realizados con fondos del financiero mexicano Sanginés-Krause, trato de regularizarse con el pago de casi 700.000 euros pero la investigación sigue adelante.
La tercera vía de investigación fue iniciada por la Fiscalía del Supremo tras un informe de inteligencia financiera del Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (Sepblac) que presuntamente vincularía al Monarca con cuentas en la isla de Jersey donde tendría una supuesta fortuna oculta. Sin embargo desde el principio Don Juan Carlos ha negado categóricamente poseer ningún vehículo financiero con sede en las Islas del Canal de la Mancha y que bajo ningún concepto ha ordenado movimientos bancarios con fondos fuera de España en plena investigación de la Fiscalía del Tribunal Supremo. Pero el simple hecho de que en la Fiscalía se estén realizando investigaciones sobre este asunto hace temer que puedan volver a filtrarse -como ya ocurrió en el pasado.
¿Y la postura del Gobierno al respecto? La ambivalencia de Sánchez se pone de manifiesto en que un día aseguraba que se llegaría «hasta el final» en la investigación y otro pedía respetar la «presunción de inocencia» de Don Juan Carlos y disociar la polémica que afecta a su persona, de la institución. «No se juzga a la Corona, se juzga al anterior jefe del Estado», señalaba, para autopuntualizarse a continuación: «Se está juzgando a personas, no a instituciones». En cualquier caso Sánchez siempre ha mantenido el cortafuegos en torno a la figura de Felipe VI recordando que, si bien no ha dado explicaciones con «palabras», sí lo ha hecho con «hechos», con la «ejemplaridad y transparencia» que lleva aparejada su actividad y sus hábitos, desde que llegara al trono. «Con sus hechos está demostrando su forma de entender la vida pública. Algo que agradezco», llegó a decir. Sobre la eventual vuelta de Don Juan Carlos a España por Navidad, el presidente del Gobierno no ha querido pronunciarse, despejando la presión hacia Zarzuela: «Es la Casa Real quien debe responder si va a volver o no».
Ayer, el contrapunto a la retirada del busto de Don Juan Carlos en una rotonda de Cádiz, decidido por un ayuntamiento en manos de Podemos, vino de parte de Concordia Real Española, que lanzó una campaña de agradecimiento a la labor de 40 años de anterior Monarca.
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