Caso Kitchen
Fernández Díaz dice al juez que no sabía nada de la “operación Kitchen”
El ex ministro del Interior niega que enviara los sms a Francisco Martínez sobre el supuesto espionaje al ex tesorero y asegura que nadie le informó de esos seguimientos policiales
El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz ha negado hoy al juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón que tuviera conocimiento de la “operación Kitchen”, insistiendo en que nadie le informó de esos seguimientos policiales a Luis Bárcenas que, según el instructor, se habrían llevado a cabo para sustraer al ex tesorero documentación comprometedora para el PP sobre su “caja B”.
Según fuentes jurídicas, el que fuera titular de Interior en el Gobierno de Mariano Rajoy ha negado igualmente que enviara al exsecretario de Estado Francisco Martínez los sms que éste protocolarizó ante notario y en los que supuestamente le informaba de detalles de la operación en la que el chófer de Bárcenas le sustrajo dos móviles al ex tesorero.
Al finalizar la comparecencia, de apenas dos horas de duración, el fiscal Anticorrupción Ignacio Stampa ha pedido al juez que requiriese el móvil al ex ministro para intentar esclarecer si fue o no él quien remitió esos mensajes. Tras aducir el magistrado que en ese momento únicamente podía facilitarlo voluntariamente, el exministro accedió y el secretario judicial estuvo examinándolo durante cerca de una hora. Según las fuentes consultadas, en la memoria del teléfono no se hallaron los mensajes que supuestamente le habría enviado a su entonces “número 2” sobre “Kitchen”.
Fernández Díaz ha hecho hincapié en que ni el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ni la que era secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, le dieron indicación alguna sobre unos supuestos seguimientos a Bárcenas.
Asimismo, ha afirmado que no es verdad que, como dijo Martínez ayer al juez, él le pidiera que averiguara si el confidente de la operación era el chófer de Bárcenas, Sergio Ríos.
En su comparecencia, el exministro ha detallado que solo vio a Villarejo dos veces. La primera, en 2012, se encontraba en el despacho de su entonces jefe de Gabinete, Francisco Martínez . La segunda, fue en 2016 en la comida de despedida del ex Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía Eugenio Pino, también imputado en esta pieza. Pero en ningún momento, ha subrayado, se reunió ni despachó con Villarejo ni siquiera le telefoneó.
Fernández Díaz sí confirmó que el ex director de la Policía Juan Cotino, fallecido recientemente, se le dirigió trasladándole que un comisario de Policía “que tenía mucha información” estaba interesado en verle. El ministro, según ha explicado (en eso coincide con la versión de Francisco Martínez), le derivó a su entonces jefe de Gabinete, que finalmente se vio con él y, según contó al juez el propio ex secretario de Estado se limitó a informarle de la investigación sobre el ático en Estepona (Málaga) del ex presidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González.
En un momento dado, según las fuentes consultadas, García Castellón ha comentado que resultaba “deprimente” escuchar por su testimonio que “no se enteraba de nada” en relación a este asunto. Momento en el que cual el exministro ha recordado que él fue “el décimo ministro” que estuvo en Interior con Villarejo en la Policía, haciendo referencia incluso a la comida que compartió el comisario con la actual fiscal general del Estado, Dolores Delgado (entonces fiscal de la Audiencia Nacional) y el en esas fechas magistrado de este tribunal Baltasar Garzón, cuyas conversaciones grabó el propio mando policial. Además, ha recordado que Villarejo ya estaba en la Policía cuando el socialista José Luis Corcuera era titular de Interior, una época en la que prestó “grandes servicios al Estado en la lucha antiterrorista”.
El juez García Castellón ve indicios de que el ex ministro de Rajoy tuvo un papel “nuclear” en esa supuesta operación de espionaje a Bárcenas a través de su chófer, que según declaró ayer en la Audiencia Nacional el ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez tenía como objetivo no sustraer documentación sobre la “caja B” del PP, sino seguir el rastro de las cuentas y testaferros del ex tesorero, investigado entonces por el “caso Gürtel”, en el extranjero.
Martínez aseguró que el ministro estaba al tanto de esa operación, que insistió en que era legal, y contó al juez que fue Fernández Díaz fue el primero que le habló del confidente captado para espiar al ex tesorero del PP y le encargó que se enterara de si era verdad que se trataba del chófer de Bárcenas. Un extremo que hoy ha negado Fernández Díaz.
Según explicó Martínez, después preguntó al respecto al entonces Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía Eugenio Pino y al comisario Enrique García Castaño, ambos imputados en este procedimiento, quienes lo único que le refirieron al respecto es que habían localizado dos cuentas de Bárcenas en el extranjero.
Fue precisamente García Castaño, en esas fechas jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), quien intentó captar al chófer para la operación, según consta en el sumario de “Kitchen”, pero no tuvo éxito y fue el comisario Villarejo quien finalmente lo consiguió.
A cambio, Sergio Ríos recibió 2.000 euros mensuales, camuflados en concepto de “asesoramiento” en cuestiones de “prevención y seguridad”, más gastos (fundamentalmente en restaurantes y transporte), y la promesa de ingresar en la Policía, lo que finalmente se produjo, aunque Martínez negó al juez que fuera una contrapartida por esos trabajos. El ex número dos de Interior también dijo desconocer que se pagara al confidente con dinero procedente de los fondos reservados, como después se ha demostrado con la desclasificación de documentos reservados autorizada por el Gobierno.
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