El blindado estrella del Ejército vuelve a avanzar

El pasado mes de diciembre volvieron a saltar todas las alarmas en el Ejército de Tierra después de que el Ministerio de Defensa declarara desierto el contrato de su futuro blindado estrella: el Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8 "Dragón.Y es que el programa acumulaba numerosos retrasos y el rechazo a la oferta de la compañía Santa Bárbara por “incumplimiento” hacía temer lo peor. Sin embargo, la situación parece volver a la normalidad y el Departamento que dirige Margarita Robles ha anunciado hoy que autoriza la constitución de una nueva Sociedad Anónima, que será la encargada de construir 348 vehículos. En concreto, las empresas que se han unido son Indra Sistemas, Santa Bárbara Sistemas, Sapa Placencia y Escribano Mechanical & Engineering. El objetivo es firmar el contrato en el tercer trimestre del año.

Según ha explicado Defensa, serán las citadas empresas las que suministrarán los blindados, ya que han mantenido todas las condiciones y el techo de gasto de 2.100 millones para la primera fase de este contrato que había fijado el Ministerio de Defensa en 2018. De hecho, las cuatro empresas dejan claro en un comunicado que el objetivo de la nueva sociedad es “satisfacer todos los objetivos operativos y dar respuesta a todas las necesidades del Ejercito de Tierra y del Ministerio de Defensa, y que el Programa VCR 8x8 se convierta en un elemento tractor de la industria nacional”. Algo que permitirá, entre otros, retener la autoridad del diseño en España y favorecer una alta participación de la industria nacional en él, en un porcentaje no inferior al 70%.

Según explican, el programa tendrá especial incidencia en Asturias, Sevilla, Guipúzcoa y Madrid, donde se prevé la creación de 650 puestos de trabajo directos y otros 1.000 indirectos. Algo que redundará de manera muy positiva en la economía nacional. La nueva sociedad recalca que “el programa generará adicionalmente propiedad industrial para la industria nacional y permitirá que se mantenga la soberanía nacional sobre un producto que representa una capacidad esencial para la defensa nacional”.

El contrato, además, garantiza al Ejército de Tierra el mantenimiento del “Dragón”, facilitando el control de obsolescencias y la futura incorporación de mejoras al vehículo así como una carga importante de trabajo para la industria nacional durante todo su ciclo de vida, que no será inferior a 40 años. Las previsiones de las cuatro compañías hablan de que los primeros 348 vehículos se entregarán en un plazo estimado de siete años desde la firma del Acuerdo del Programa.

Estas 348 primeras unidades son parte de un programa que incluye un total de 1.000 vehículos con13 configuraciones diferentes. En una segunda fase (que debería arrancar a partir de 2022) se recibirán otros 365 blindados 8x8 y en la última, aún por determinar, otros 287. En su conjunto, el programa ronda los 4.000 millones de euros.

Los que sí que están a punto de llegar son los primeros cinco demostradores tecnológicos, que se esperan para el próximo 30 de mayo y que han desarrollado la UTE que formaron Santa Bárbara, Indra y Sapa. Se trata de unos prototipos con diferentes configuraciones que los efectivos de la Legión tendrán que probar a partir de junio. El objetivo es exprimirlos al máximo para descubrir fallos o modificar algún aspecto de cara a la construcción del resto de unidades. A principios de febrero, varios de esos demostradores realizaron pruebas de movilidad en las instalaciones que Santa Bárbara tiene en Sevilla.

La entrega de estos cinco primeros vehículos también ha sufrido numerosos retrasos y, después de una nueva ampliación del plazo (y una sanción a las empresas), la UTE deberá entregarlos a finales de mes, tal y como confirmó el Gobierno en respuesta a una pregunta del PP en el Congreso. En ella, aclaraba que esas pruebas finalizarán con “la certificación de la protección contra minas el 20 de octubre de 2020”. Esto es, tal y como confirmaron desde el Ejército de Tierra y Santa Bárbara, que dos de los blindados “se harán saltar por los aires” con diferentes explosivos para comprobar que están preparados para garantizar la seguridad de sus ocupantes. Una certificación, aclaraba Santa Bárbara, con la que ya contaba la plataforma “Piraña” (en la que se basa el “Dragón”), pero que al tratarse de un vehículo nuevo y “personalizado”, Defensa tiene interés en realizarla.