125.000 militares listos «para lo que nos pidan»

En activo y en la reserva. El Ministerio de Defensa ha puesto todos los efectivos de las Fuerzas Armadas (y sus medios) a disposición del Gobierno por el estado de alarma. En total, más de 125.000 efectivos preparados. Esto no significa que vayan a ser activados todos, sino que se encuentran en alerta por si fuese necesario su despliegue. Y de todos ellos, ahora mismo los más demandados son los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y los sanitarios. A estos últimos se les considera, directamente, “personal de carácter crítico”. Es el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general Miguel Ángel Villarroya, la autoridad encargada de coordinarlos a todos en lo que se ha bautizado como “Operación Balmis”, en honor al médico militar Francisco Javier de Balmis, quien participó en 1803 en la expedición que llevó la vacuna de la viruela a América y Filipinas.

Esos 125.000 efectivos se dividen en: cerca de 120.000 en activo, unos 2.025 Reservistas de Especial Disponibilidad y más de 3.600 Reservistas Voluntarios. De hecho, para evitar contagios y, sobre todo, para que la disponibilidad fuese la mayor, la pasada semana los dos Ejércitos y la Armada suspendieron todas sus maniobras.

UME

Por el momento se han desplegado ya 1.127 efectivos de la UME en 14 regiones españolas, pero, tal y como ha informado hoy el Ministerio de Defensa, se incrementará su número (y lugares de despliegue) a lo largo de los próximos días. Toda la unidad está preparada para desplegarse. Hasta ahora, sus funciones principales han sido las de desinfección de infraestructuras críticas (estaciones, supermercados, hospitales...) y reconocimiento para detectar posibles zonas de propagación del coronavirus. Según las necesidades del Gobierno y las diferentes Administraciones acudirán a aquellas ciudades en las que les requieran, incluida Cataluña, a pesar de que el presidente catalán, Quim Torra, no se haya adherido a las medidas de unidad de acción del Ejecutivo.

Una unidad, la UME, con cerca de 4.000 efectivos repartidos en siete ciudades españolas, que se han convertido en un referente ante catástrofes o amenazas biológicas. Sus medios propios son, ahora mismo, de gran utilidad para luchar contra el virus. Hoy ya estaban desplegados en las provincias de Madrid, Guadalajara, Sevilla, Málaga, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Valencia, La Rioja, Huesca, Zaragoza, Teruel, León, Valladolid y Burgos.

Sanitarios

En segundo lugar, Defensa también ha activado a los médicos y enfermeros en la reserva. Por ahora a 220, aunque cuenta con una “bolsa” de 2.461 sanitarios, de los que 505 están en la reserva. Según la instrucción publicada ayer por el Ministerio, todo el personal de la red sanitaria militar se considera “de carácter critico”, tal y como ya se marcaba en las medidas de flexibilización de horarios para el personal militar con motivo de las medidas de cierre de colegios o centros de mayores decretadas por el coronavirus.

En este aspecto sanitario también se ha dado orden al Centro Militar de Farmacia de la Defensa para que fabrique más gel desinfectante y aquellos medicamentos que puedan ser necesarios. Defensa también ha puesto a disposición de Sanidad los dos hospitales militares de Madrid y Zaragoza.

Estas son los medios y el personal puesto hasta ahora a disposición del Gobierno por el estado de alarma, pero el catálogo de capacidades de las Fuerzas Armadas es muy amplio y, sobre todo, especializado. Por ello, Defensa ofrece también, por si se necesita, otras capacidades: Policía Militar, transporte (terrestre, aéreo y naval) control de tráfico (aéreo o marítimo), alojamientos logísticos y campamentos militares.

Hospitales de campaña

Aquí podría ser de gran importancia la Brigada de Sanidad (BRISAN) del Ejército de Tierra, con base en Madrid. Hasta hace poco contaba con un hospital de campaña tipo «ROLE 3», de los más avanzados y que podía atender hasta a 1.000 personas al día, pero nunca fue utilizado y se desmanteló. El pasado año, la Brigada se reorganizó y sus materiales se repartieron entre sus dos Agrupaciones: Madrid y Zaragoza. En la actualidad, cuentan con dos hospitales de campaña tipo «ROLE 2», uno con capacidad para atender a unas 50 personas y otro para 25. Además, disponen de una estación de descontaminación y aislamiento para amenazas nucleares, biológicas y químicas con capacidad para unas seis personas. Junto a esto, tiene una unidad logística para prestar apoyos, en abastecimiento y mantenimiento, a las unidades de Sanidad y a las Formaciones sanitarias que se constituyan.

Asistencia y aeroevacuación

En este caso, por ejemplo, podría ser clave el Ejército del Aire y sus Unidades Médicas de Apoyo al Despliegue (UMAAD) de las bases aéreas de Torrejón (Madrid) y Zaragoza, cuya misión es la atención sanitaria (preventiva, especializada y quirúrgica). Intervienen en misiones en las que sea preciso proporcionar asistencia en lugares de deficiente infraestructura sanitaria o con cobertura médica saturada, como podría ser el caso si aumentan los contagiados por coronavirus. Tiene, además de aviones y helicópteros medicalizados y hospitales de campaña. La Unidad Médica de Aeroevacuación, mientras, dispone de medios similares. El Ejército del Aire ya demostró sus capacidades en la crisis del ébola.

Las anteriores podrían considerarse las necesidades más urgentes, aunque hay otras muchas capacidades que en un momento dado podrían ser de gran utilidad.

NBQ

Una de estas unidades es el Regimiento de Defensa NBQ (Nuclear, Biológica y Química) «Valencia nº 1», con capacidad para apoyar a las autoridades civiles para hacer frente a amenazas biológicas gracias, entre otros, a sus laboratorios propios y sus secciones de apoyo sanitario.

Ingenieros

Incluso para las situaciones más críticas, las Fuerzas Armadas también están preparadas para, por ejemplo, levantar una edificación para albergar a pacientes en tiempo récord. Lo harían, por ejemplo, con el Regimiento de Especialidades de Ingenieros Nº 11 de Salamanca y, en concreto, con el Batallón de Castrametación II, cuyos efectivos han construido o reformado las bases españolas en países como Afganistán o Irak.

Unas instalaciones que también podrían ser de ayuda en el caso de las personas sin hogar, a las cuales también está prestando ayuda tanto la UME como el Ejército, quienes realizan reparto de alimentos. Diferentes organismos e incluso hoteles han ofrecido camas a los “sin techo” y, si fuese necesario, los militares podrían levantar instalaciones para acogerlos.