Inteligencia Artificial
De niño reprimido a liderar OpenAI: el fascinante ascenso de Sam Altman
Altman, líder de la firma tras ChatGPT o DALL-E, se ha convertido en el nuevo hombre de moda en Silicon Valley
Viajes por Europa para reunirse con Macron o Pedro Sánchez. Discusiones con el que fuera uno de sus referentes, Elon Musk. Alabanzas de algunos de los CEOs más importantes de las grandes tecnológicas. A sus 38 años, Sam Altman se ha convertido en el nuevo caballero blanco de Silicon Valley.
Ser la cabeza visible y líder de OpenAI, el centro de investigación tras ChatGPT y DALL-E le ha colocado donde está. Pero esa no es su única iniciativa actual. Altman también está detrás de Wordcoin, una propuesta por crear una especie de carné de identidad global a través del iris de todos los ciudadanos del mundo posible que a su vez contribuya a la creación de un sistema económico descentralizado.
Suena a ciencia-ficción, pero lo que ha supuesto ChatGPT en solo unos meses lo parece en perspectiva también.
Sin embargo, a pesar de su enorme impacto, se conoce poco de este emprendedor todavía joven originario de Chigaco. ¿Cuál es la trayectoria de Sam Altman y hasta dónde pretende llegar? ¿Cómo lo ha conseguido?
Esta es la historia de un viaje que de momento solo ha subido hacia arriba.
El niño que creó una tienda online de cromos
Nacido en abril de 1985 en Chicago, Illinois, Sam se crió en St. Louis, Missouri. A la edad de 8 años, recibió su primer ordenador, un Macintosh Classic, que lo cautivó al instante. No tardó en aprender a programar, pasando horas en su sótano construyendo sitios web y desarrollando software.
Estudió en la John Burroughs School, una prestigiosa escuela privada de St. Louis, donde destacó como uno de los mejores estudiantes. Desde muy joven, Altman demostró tener un espíritu emprendedor, lanzando su primer negocio a los 12 años: una tienda online de cromos de béisbol.
En 2016 The New Yorker le realizó una entrevista que sigue siendo de las más profundas hasta la fecha. En ella hablaba de su infancia y de cómo pronto se dio cuenta de su orientación sexual y que eso, en cierto modo, le hizo también afianzar su cercanía a la tecnología.
"Crecer siendo gay en el Medio Oeste en los años 2000 no era lo más maravilloso, pero escubrir las salas de chat de AOL [un antiguo sistema de chat] fue transformador. Guardar secretos a los once o doce años es complicado”.
Su formación cortada en Stanford por su primer emprendimiento: Loopt
Altman no tuvo problemas para entrar en la Universidad de Stanford, donde estudió informática durante dos años. Sin embargo, decidió abandonar junto con dos compañeros para dedicarse a tiempo completo a Loopt, una aplicación móvil que informaba a tus amigos de tu ubicación. Aunque pueda parecer una idea absurda ahora, en aquel momento fue revolucionaria. Estábamos en 2005.
Loopt entró en la primera generación de startups financiadas por Y Combinator, hoy una de las principales incubadoras del mundo. A pesar de su caracter algo reprimido, Altman al parecer desarrolló pronto dotes de liderazgo. Paul Graham, cofundador de Y, reconoció pronto su influencia, comentando en una ocasión que "Sam tiene un talento extraordinario para alcanzar el poder".
Durante su tiempo en Y Combinator Altman mostró una dedicación tan feroz que incluso sufrió de escorbuto ese verano debido a descuidarse con su alimentación.
Estaba centrado en conseguir reuniones con operadores móviles y cerrar acuerdos para promocionar Loopt, que alcanzó una valoración impresionante de 175 millones de dólares. Sin embargo, nunca fue completamente adoptada por los consumidores.
Altman reconoció más tarde: "Creíamos optimistamente que la ubicación sería esencial, pero la realidad pesimista era que la gente seguiría en el sofá, consumiendo contenido. Descubrí que no puedes obligar a las personas a hacer algo que realmente no desean". En 2012, Altman y los otros fundadores vendieron la empresa por 43 millones a Green Dot Corporation, un resultado decepcionante para sus inversores.
La tecnología de Loopt, no obstante, fue después reaprovechada por sus nuevos dueños, que la vendió a empresas tan importante como Apple o Uber para mejorar sus sistemas de localización.
En el plano personal, uno de los co-fundadores de Loopt, Nick Sivo, acabó siendo la pareja de Altman, aunque su relación terminó tras la venta de la misma.
Su época en Y Combinator y la conexión con Musk o Peter Thiel
Después de Loopt, Altman decidió fundar un pequeño fondo de inversión llamado Hydrazine Capital. A través de exitosas campañas de recaudación de fondos, logró reunir un total de veintiún millones de dólares, que incluía una inversión significativa de Peter Thiel, así como una parte sustancial de los cinco millones de dólares que había obtenido de la venta de Loopt. Altman decidió invertir el 75% del fondo en empresas de Y Combinator, entrando en la aceleradora y demostrando su habilidad para identificar el potencial de nuevas empresas.
Altman lideró una de la rondas de inversión de Reddit, hoy convertido en un influyente foro y se acabó convirtiendo en el presidente de Y. Dicen de esa época que tenía el don de convertir el Demo Day, el evento en el que las startups mostraban sus progresos, en un espectáculo emocionante.
Decidió subir la apuesta trayendo a empresarios estrella como Elon Musk y Mark Zuckerberg como ponentes invitados sorpresa. La expectación y el entusiasmo que se desataron fueron inusitados. Los inversores acudían al Demo Day como nunca antes, ansiosos por ver a estos iconos de la tecnología y descubrir nuevas empresas. Altman se había convertido en un mago de generar expectación.
Durante su poso por YC Altman hizo que la aceleradora apostara pro ideas procedentes de mundos más allá de la tecnología y el código, ampliándolo a la biotecnología, las energías renovables o los negocios de contenido. También se hizo famoso por organizar jornadas de convivencia algo exigentes en las que reunía a los fundadores de las empresas en las que invertía a hacer jornadas de innovación y lluvia de ideas entre snacks y bebidas energéticas.
En 2019, Altman se despidió de la presidencia de Y Combinator para centrarse en OpenAI, la cual había cofundado con socios de renombre (entre los que estaba Elon Musk) a finales de 2015. Durante su paso, invirtió de forma personal en compañías como Airbnb, Stripe, Reddit, Asana, Pinterest, Teespring, Zenefits, FarmLogs, Shoptiques y muchas más.
De esas inversiones obtendría buena parte de su fortuna, hoy valorada en más de 500 millones de dólares. El resto, desde la fundación de OpenAI, su alejamiento de Musk y la inversión de Microsoft hasta el lanzamiento de ChatGPT y cómo está cambiando el mundo, es seguramente ya historia viva de la tecnología.
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