Participación

Solo uno de cada tres vascos ha optado por no votar

La participación, del 62,52%, ha vuelto a la normalidad tras la fuerte caída derivada de la pandemia en 2020

Recuento de papeletas en un colegio tras la jornada electoral vasca, hoy domingo el Bilbao.
Recuento de papeletas en un colegio tras la jornada electoralLuis TejidoAgencia EFE

En lo que llevamos de siglo, la media de participación en unas elecciones autonómicas vascas, ha sido del 67,3%. Excluyendo por excéntrica la última convocatoria por la excepcionalidad de la pandemia de coronavirus, este porcentaje queda ligeramente por detrás del 68,9% de media que se registra en las elecciones generales en el País Vasco. En la jornada del 21A ha sido del 62,52%, siendo la más elevada en Vizcaya con el 63,41%, seguida de Guipúzcoa, con el 61,7%, y Álava, con el 61,11%.

En las seis convocatorias de elecciones al Parlamento Vasco celebradas desde 2001, el porcentaje de participación ha ido reduciéndose elección tras elección. Pasó del 78,9% de las elecciones regionales de mayo de 2001 al 68% en la convocatoria de abril de 2005 y, después, al 64,6% en las elecciones de marzo de 2009. Cayó en 2012 al 63,9% y al 60,2% en las elecciones de septiembre de 2016. Este descenso continuado se acentuó más en las últimas, las del 12 de julio de 2020, situándose en el 50,7% por culpa de la pandemia.

Los encuestados en el ecuador de la campaña electoral afirmaban que en esta ocasión acudirían a votar en una proporción del 66,7%. Finalmente no fueron todos, como sucede siempre. Pero ese dato de intención de participación coincide bastante con la media de los últimos veinte años, que ha sido del 67,3%. Aunque la media de las tres citas previas al coronavirus (2009, 2012 y 2016) fue del 62,9% y el resultado del 21A también ha estado en esta misma línea.

La convocatoria de 2024 presenta una circunstancia que no se daba desde las autonómicas de 2001: en aquella ocasión la suma del PP de Jaime Mayor Oreja, junto al PSOE, puso en peligro la victoria del PNV, que finalmente se impuso por un solo escaño y el 42,7% de los votos al binomio PP-PSOE, con el 41%. Fue una campaña de infarto, de polarización extrema. De ahí la gran movilización de los electorados de PNV y PP-PSOE, que hicieron subir la participación al 78,9%. La mayor de todas en el País Vasco.

El 21A nos ha llevado a otra situación de polarización, pero ahora entre PNV y Bildu. El riesgo a la pérdida de la primera posición de la formación jeltzale ha movilizado finalmente a sus electores ante el temor a un sorpasso por parte de los abertzales.

La participación a las 13:00 horas era ya, en el conjunto del País Vasco, del 28%. El Gobierno Vasco ha roto así la serie histórica, pues el primer avance de participación medía la concurrencia a las urnas a las 12:00. No hay datos oficiales con los que comparar. Tenemos los datos a las 12:00 horas de 2020, con un 14,14%, y los de 2016, con un 15,40%. Pero no de estos años a las 13:00 horas. La provincia de Guipúzcoa se colocaba en cabeza, como viene siendo habitual en las elecciones autonómicas: en esta ocasión, con un 30%, seguida de Vizcaya, con el 27,4%, y Álava, con el 25,9%.

Con respecto al segundo avance, sucedió lo mismo: los datos facilitados fueron referidos a las 18:00 horas, con un 51% de participación. Tampoco eran comparables con los de las anteriores convocatorias, pues se midieron a las 17:00 horas: en 2020 fue del 36,02% y en 2016, del 44,38%. Por provincias, Vizcaya, con el 51,9%, ya superaba a Guipúzcoa, que quedaba con el 50,75. La menos participativa era Álava, con el 48,7%. Con estos índices, la proyección que se podía hacer, cuando aún faltaban dos horas para el cierre de los colegios, era que se podría llegar al 62 o al 63%, como en las elecciones autonómicas de 2016, previas a la Covid.

A los dos avances de participación escapaba el voto por correo, que se cuantifica en 54.559 papeletas y representa el 3,1% del censo, porcentaje muy similar a las elecciones de 2016, que fue el 3%, y por debajo de las últimas, en donde las circunstancias de emergencia sanitaria elevaron el voto por correo al 6,8% del censo, totalizando un récord histórico de 117.411 votos emitidos por esta vía. Estas papeletas se depositan en la urna una vez cerrado el colegio electoral.

También contribuirá a elevar la participación final el voto CERA, el de residentes en el extranjero, cuando se escrute en los próximos días. Después de tres convocatorias en las que se dificultaba esta práctica debido al protocolo de voto rogado, en esta ocasión desapareció el trámite. Este censo está integrado por 82.882 electores, lo que representa el 4,6% del censo vasco. Pero estos votos no se escrutarán hasta la semana próxima y dependiendo del volumen de este voto, podría cambiar la asignación de algún escaño. Pero para que nos sirva de referencia, durante la vigencia del voto rogado, solo un 5% de los censados en el extranjero ejerció su derecho, y en las elecciones de 2009, en las que no estaba en vigor, como ahora, el voto rogado, la participación de los residentes en el extranjero alcanzó el 17,2% de ellos.