Todo el poder para la izquierda francesa

La primera vuelta de las legislativas francesas confirma el giro a la izquierda del país. Impulsados por la victoria de François Hollande en las presidenciales de hace un mes, los socialistas francesas y sus aliados fueron los más votados y podrían alcanzar una cómoda mayoría absoluta tras la segunda y definitiva vuelta, el próximo domingo. Las proyecciones conceden al PS entre 283 y 329 diputados, frente a los 210-263 de los conservadores de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), que, sin embargo, pudieron ayer darse con un canto en los dientes al salvar los muebles y evitar una debacle en las urnas tras la salida de Nicolas Sarkozy.

Hollande había solicitado a los franceses una mayoría amplia que le permitiera poner en marcha su programa electoral. Pero para que eso sea posible, el PS necesita alcanzar la mayoría absoluta, esto es, 289 diputado. Si se queda a las puertas, deberá recurrir a otras formaciones progresistas, especialmente el imprevisible Frente de Izquierdas de Jean-Luc Mélenchon, que podría poner algunos palos en las ruedas del nuevo presidente.

Cuando la izquierda francesa se haga con el control del Palacio Bourbon (sede del Parlamento) tras diez años de dominio conservador, el PS tendrá por primera vez en sus manos todos los resortes del poder político en el Hexágono. Además del Elíseo y ambas cámaras del Poder Legislativo (Asamblea Nacional y Senado), la izquierda es hegemónica en 21 de las 22 regiones francesas, en 56 de los 96 departamentos y en 27 de las 39 ciudades con más de 100.000 habitantes. Un poder, en suma, que sobre el papel le debería permitir la puesta en marcha del cambio que ha prometido. No puede permitirse perder estar oportunidad histórica.

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