Trabajo
«Venir aquí es hacer un viaje al año 1800, pero con la última tecnología»
«El Puchero de Plata» asumió hace un año la gestión en exclusiva de la organización de eventos y el área de restauración de la Real Fábrica de Tapices, en pleno centro de Madrid.
«Llevo desde los 17 años trabajando en esto, y mantengo intacta la ilusión del primer día. Cuando pierda esa motivación, lo dejaré». Quien pronuncia estas palabras es Javier Calvo, director de El Puchero de Plata, que hace un año se embarcó en un nuevo e ilusionante proyecto para él y para todo su equipo. Y es que hace casi 12 meses que El Puchero de Plata asumió la gestión, en exclusiva, de los eventos que se celebran en la Real Fábrica de Tapices de Madrid, así como del área de restauración de la misma, tras ganar un concurso público convocado por la Fundación responsable de este emblemático espacio de la capital de España, y en la que está representada el Ayuntamiento, la Comunidad Autónoma de Madrid y el Ministerio de Cultura. «La Real Fábrica de Tapices es una cosa; y los eventos que se organizan en ella, otra. Los clientes contratan a El Puchero de Plata directamente para celebrar su evento, y nosotros tenemos la responsabilidad absoluta de todo. Por éso, nos llamamos «Eventos en la Fábrica de Tapices by El Puchero de Plata», precisa Javier Calvo.
Icono arquitectónico
A un paso de la representativa Basílica de Nuestra Señora de Atocha, se erige este histórico edificio, que data del año 1880. Se trata de uno de los pocos ejemplos de neomudejar industrial que quedan en Madrid. Además, cuenta con una de las tres chimeneas, también de este estilo arquitectónico, que se conservan en la capital –otra, por ejemplo, está situada en la Calle Amaniel, en la antigua fábrica de Cervezas Mahou–.
Pero la Real Fábrica de Tapices no sólo es un icono arquitectónico. En su interior, se continúan fabricando y restaurando tapices y alfombras con las mismas artes de hace más de 200 años. Medio centenar de artesanos –muchos de ellos han aprendido el oficio de sus padres, abuelos e, incluso, de generaciones anteriores– trabajan con maestría en una tarea que atrae el interés de ciudadanos de todo el mundo, fascinados por las técnicas que emplean, y que son completamente manuales.
Actualmente, la Real Fábrica de Tapices se encuentra trabajando en un gran encargo, que incluye la realización de 32 piezas para el Gobierno de Sajonia (Alemania), además de otros para las catedrales de Sigüenza, Córdoba y Valencia, y el Museo Cerralbo. «Con nuestra actividad también contribuimos a mantener el edificio y a que una profesión centenaria tan hermosa como esta perdure en el tiempo», destaca Javier Calvo.
En este mágico espacio, cargado de tradición e historia –es considerado Patrimonio Nacional –, y entre diseños de los mismísimos Goya y Rafael, El Puchero de Plata pone a disposición, tanto de particulares como de empresas, todo lo necesario para que su evento sea inolvidable. Y es que para los responsables de la empresa de catering, «el cliente es lo primero». Desde el primer instante, todos los que forman parte de la misma se vuelcan para que todo salga a pedir de boca. Para ello, disponen de un equipo multidisciplinar, con soluciones adaptadas a todos tipo de actos, tanto corporativos como privados. «Nuestros clientes se sorprenden cuando llegan aquí porque hacen un viaje en el tiempo hasta el año 1800, pero, a la vez, se encuentran rodeados de la última tecnología. Nuestro equipo de luz y sonido nos permite jugar con distintas ambientaciones y nos ayuda a conducir y a dar relevancia a los distintos momentos del evento», explica el director de El Puchero de Plata.
Mariposas en el estómago
Detrás de la organización de un evento, hay mucho trabajo. Y como muestra, un botón. Para un acto de 250 personas, El Puchero de Plata emplea a 60 camareros, que han sido expresamente formados por la compañía. A ello, se añade todo el equipo de montadores que son necesarios para un acto que puede llegar a congregar hasta 700 personas. «En uno de nuestros últimos eventos tuvimos que meter dentro de un salón un tren con toda la dificultad y trabajo que ello entraña», relata Calvo.
El responsable de «El Puchero de Plata» confiesa que la mayor satisfacción para él es el trabajo bien hecho y las felicitaciones y agradecimientos que recibe, por ejemplo, de los padres de los novios en una boda. «A lo largo de mi vida, habré organizado 1.600 bodas y, todavía, antes de que empiece, siento mariposas en el estómago como si fuera un actor en un día de estreno. Soy el primero que llega y el último que se va», señala Calvo.
«Eventos en la Fábrica de Tapices by el Puchero de Plata» pone a disposición de sus clientes cinco salas, así como los jardines de este real sitio. Entre ellas, destaca la Sala Goya, la más versátil. Se trata de un espacio multifuncional, de 440 metros cuadrados, con capacidad para 400 invitados para el banquete o 700 para el cóctel. Se caracteriza por sus paredes de piedra y ladrillo, así como por sus altos techos de 12 metros de madera. De hecho, por sus dimensiones, en esta sala, que antaño se utilizaba como obrador, se restauró el baldaquino del Congreso de los Diputados.
En cuanto al futuro, Javier Calvo asegura que su empresa pretende ser todo un referente en la organización de eventos en el centro de Madrid. Para ello, dispone de un espacio único, que cuenta con todas las características para hacer de una celebración, de la naturaleza que sea, todo un éxito.
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