Movilidad
Transporte aprueba la orden para los trenes de Cantabria y Asturias, aunque asegura que no era imprescindible
Renfe estaba a la espera de la normativa para desbloquear el contrato
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha aprobado la normativa que permitirá desencallar el contrato para la fabricación de los nuevos trenes de ancho métrico para Cantabria y Asturias afectados por el error en las medidas que Renfe comunicó a su fabricante, CAF; y que han retrasado dos años la llegada de los trenes. Tal y como adelantó LA RAZÓN en su edición del pasado día 15, el Mitma estaba ultimando un normativa que si bien la operadora consideraba imprescindible para poder poner en marcha la fabricación de los trenes, el departamento que dirige Raquel Sánchez no considera así ahora. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el pasado sábado la Orden Ministerial para concretar más la aplicación del método comparativo en el diseño y fabricación de estos nuevos trenes. El Mitma asegura que el método está recogido en la norma europea y es "compatible con la vigente normativa de gálibos", si bien "ha resuelto incluir de manera explícita la referencia a dicha norma europea".
La norma española, recalca el Mitma, ya recoge que “el perfil constructivo del vehículo se determinará de modo que se garantice la no interferencia con los obstáculos y en ningún caso podrá apurar el perfil constructivo máximo del gálibo calculado de acuerdo con la metodología definida”. Y añade que aunque "no se considera imprescindible, el ministerio ha optado por adelantar esta referencia de forma explícita para concretar y detallar la aplicación del método comparativo". Transportes asegura que la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF) ya tenía previsto incorporar el contenido de la norma normativa europea en una próxima revisión de la instrucción de gálibos (IFG) cuando se hubiese publicado la nueva versión de la citada norma europea, actualmente en proceso de aprobación, que va a detallar más la aplicación del método comparativo.
Solución al problema
El método comparativo consiste en diseñar la sección de los nuevos trenes a partir de la sección de los trenes que actualmente circulan por la red. Es la solución por la que, después de casi dos años de debates, se ha optado para desbloquear la fabricación de los trenes de ancho métrico de la cornisa cantábrica bloqueados por un error con sus medidas.
Tras la firma por parte de la operadora pública en diciembre de 2020 del contrato de compra de 31 trenes de ancho métrico y 6 alpinos por 258 millones de euros a CAF que incluía el mantenimiento parcial de la flota durante 15 años, en enero de 2021 se detectó el error de las medidas por parte del fabricante vasco, que lo trasladó de forma inmediata a Renfe. La línea FEVE por la que circulan estos trenes, con túneles más pequeños de lo habitual, impediría que pudieran entrar si se fabricaban de acuerdo a las medidas trasladadas por Renfe a CAF. El fallo fue confirmado por la AESF dos meses después, en marzo. Tras detectarse el problema, las partes implicadas en el proceso, Renfe, CAF y Adif; pasaron a estudiar diferentes soluciones y al final se ha optado por el denominado «método comparativo».
Aunque algunas informaciones han apuntado a que este método se eligió ya a finales de 2021, desde Renfe aseguran que «la decisión definitiva del método comparativo se adoptó en enero de 2023». Desde la operadora han sostenido hasta ahora que, al no reconocer la normativa española este método pero sí la europea, no se podía aplicar sin la orden ministerial ahora aprobada porque "había un vacío normativo y de cobertura jurídica sobre la aplicación del método comparativo".
La visión de Renfe parece, sin embargo, contraria a la ahora defendida por el Mitma y por el gestor de las infraestructuras ferroviarias, Adif. El sistema del método comparativo ya se aplicó a otro contrato por parte de Adif en abril de 2022. Para utilizarlo, el gestor, antes de que se presentasen ofertas, adjuntó una nota aclaratoria a un contrato de tres locomotoras licitado dos meses antes para dar esta posibilidad a las empresas licitadoras. El uso de ese método no ha supuesto ningún retraso en ese contrato, cuyos trabajos comenzaron el 28 de noviembre, y Stadler, la empresa que ganó el concurso, va a solicitar un tren de la serie 2700 para usarlo como base para la construcción de las tres nuevas locomotoras.
Para dirimir estas aparentes discrepancias de criterio entre Adif y Renfe y todo lo que ha sucedido con el encargo de los trenes de ancho métrico, el Mitma ha puesto en marcha una auditoría con la que pretende depurar responsabilidades más allá de las dos destituciones que ya se han producido en ambas compañías. En todo caso, desde el ministerio que dirige Raquel Sánchez insisten en que «desde el principio se ha reconocido que las partes implicadas en la solución no actuaron con la debida diligencia».
Una vez que la orden ministerial ya está lista, se podrá comenzar con el diseño de los trenes. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, quiere que el modelo esté preparado antes de verano para empezar cuanto antes su fabricación. Su departamento ha anunciado que su intención es que los primeros trenes estén en circulación en el año 2026, dos años después de lo inicialmente previsto por Renfe. Sánchez informará hoy de primera mano de sus planes a los presidente de Cantabria y Asturias, Miguel Ángel Revilla y Adrián Barbón, respectivamente; en una reunión que mantendrá con ellos en Madrid.
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