Las lluvias vuelven a alterar el normal funcionamiento del aeropuerto de El Prat de Barcelona. Según informa Aena hay "meteorología adversa por tormentas en el aeropuerto Josep Tarradellas" y según Aemet había hoy alerta naranja. El caso es que, una vez más, unas precipitaciones normales han alterado la situación pues se han vuelto a producir retrasos en plena operación salida del 1 de julio y, de nuevo, han provocado goteras en las zonas comunes dejando la triste imagen de los cubos en los pasillos.

Así, la inestabilidad meteorológica ha vuelto a alterar el funcionamiento del segundo aeropuerto más importante de España, con retrasos tanto en las llegadas como en las salidas. A lo largo de la mañana decenas de vuelos se han visto afectados por tormentas que van acompañadas de aparato eléctrico.

Esta situación, que se ha venido repitiendo cada vez que ha habido lluvias en la zona, ha provocado la indignación de cientos de pasajeros afectados que no entienden cómo precipitaciones habituales en esta época del año sean capaces de alterar tanto el flujo de aeronaves en fechas clave como esta. Así, las redes sociales se han llenado de imágenes de las goteras.

Vuelos con destino a Londres Gatwick, Lisboa, Genova o Roma-Fiumicino. Un viajero aseguraba hace unas horas en redes que llevaba "una hora encerrado dentro del avión sin poder salir de Viena", por culpa de las tormentas. Los controladores aéreos también avisaban de núcleos tormentosos en el este peninsular y mediterráneo, que estaban provocando demoras en el aeropuerto de Barcelona.

Sin ir más lejos, hace apenas unas semanas, los días 9 y 10 de junio ya se produjo una situación parecida por otro episodio de tormentas veraniegas, provocando el caos en el aeropuerto durante ese fin de semana y el lunes siguiente. Al final, los usuarios se quejan de la falta de información por parte de Enaire y de Aena. Ni José Antonio Santano Clavero. presidente de Enaire, ni Maurici Lucena, presidente y CEO del gestor aeroportuario Aena, son capaces de solucionar una situación que empieza a ser más habitual de lo que cabría esperar en el segundo aeropuerto con más pasajeros de España y uno de los más utilizados en verano, especialmente en fechas como estas, coincidiendo con la primera Operación Salida del verano.