Macroeconomía

El recorte de la jornada laboral a 37,5 horas sin aumentar la productividad reducirá la renta per cápita y empeorará el nivel de vida de los españoles

La jornada efectiva ya se ha reducido en España más de doble que la media de la UE en los últimos cinco años y ha lastrado la productividad por ocupado, que ha caído un 1,9% frente al alza del 1,3% en los Veintisiete, según el IEE

Un camarero limpia una mesa en una terraza
Un camarero limpia una mesa en una terraza David ZorrakinoEuropa Press

Aunque la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas que el Gobierno pretende aprobar no llevará aparejada una reducción salarial, si esta medida no se compensa con un aumento de la productividad, acabará lastrando los ingresos de los hogares y empeorando su nivel de vida en comparación con sus iguales europeos. Así lo ha advertido este lunes el Instituto de Estudios Económicos (IEE). La entidad económica avisa del "riesgo de retroceso de la renta per cápita" en España si se reduce la jornada laboral sin que sea consecuencia de una mejora de la productividad. "La mayor productividad permite la reducción de la jornada laboral y no viceversa", ha subrayado en este sentido el presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa, durante la presentación del informe "La productividad como el gran reto pendiente de la economía española".

"No es cierto que la reducción de la jornada media te permita aumentar la productividad por hora. En su lugar, una mayor productividad por hora es la que te permite tomar la decisión de reducir la jornada", ha insistido Gregorio Izquierdo, director general del IEE, yendo en contra de las tesis de los sindicatos y del Gobierno, que aseguran que la reducción de la jornada se traducirá en un aumento inmediato de la productividad. Por lo tanto, reducir la jornada legal a 37,5 horas semanales sin aumentar la productividad por hora previamente derivará en un aumento de los costes laborales, lastrará el crecimiento económico y conllevará una bajada de la renta per cápita, empeorando el nivel de vida de los españoles, advierten desde el IEE.

El análisis evidencia los países con menor productividad por hora son, a su vez, los que tienen mayor duración de la jornada y a los que, por lo tanto, los avances en la productividad les permiten converger en duración de sus jornadas sin perder competitividad relativa por ello. El problema es que, en un contexto de insuficiente progreso de la productividad por hora, la reducción de la jornada conlleva, a su vez, un deterioro de la productividad por trabajador y, en consecuencia, de la competitividad económica y de la capacidad de creación de empleo y crecimiento de una economía a medio y largo plazo.

El informe concluye que la reducción de la jornada, que explica parcialmente la pérdida de productividad, ha pesado más en la balanza que el fuerte impulso del empleo y ha provocado que España haya perdido una década en su carrera para lograr una convergencia real con la UE en PIB per cápita. En 2023, la renta per cápita relativa española frente a la de la UE se situó en el 89,2%, prácticamente en el mismo nivel que hace 10 años, cuando era del 88,9% de la europea y fue tres puntos inferior a la de 2018, cuando llegó a alcanzar el 92,55%.

Este retroceso en la convergencia, ha explicado el presidente del IEE, está "determinado por la productividad", que en España creció en la última década la mitad que en la Unión Europea -4,2% frente al 8,1%, respectivamente, medida como PIB por hora-. A esto se suma que la jornada laboral media se redujo en un 3,4% en España en la última década, muy por encima del 2% que disminuyó de media en la Unión Europea, lo que deterioró la productividad por ocupado -en España creció un 0,7% y en Europa, en un 5,9%-, cifra que implica un "estancamiento de este componente que justifica que el mismo deba ser objeto de atención dentro de la política económica". Como resultado, pese a que la cifra de ocupados aumentó un 16,8%, frente al 13,6% de la UE, el PIB per cápita español creció prácticamente lo mismo que el de la UE (16,1% frente al 15,7%), impidiendo cerrar la brecha que separa el nivel de vida español del de la UE.

Detrás de estos datos, ha puntualizado Fernández de Mesa, se esconden dos tendencias diferenciadas, ya que entre 2013 y 2018 se produjo una "convergencia fuerte", que elevó la renta per cápita española al 92,5% de la europea, cuando el PIB acumuló un crecimiento del 14,3% frente al 11,2% registrado por la UE, y que después se "truncó" con un "alejamiento" de la media en el último quinquenio, en el que sólo creció un 4,5% acumulado, cuando la UE ha conseguido incrementarlo en un 5,8%.

En el informe, el IEE constata que, entre 2018 y 2023, con Pedro Sánchez en el Gobierno, la jornada laboral efectiva se redujo en España un 3,8%, más del doble que la disminución del 1,5% acontecida de media en la UE, lo que hundió la productividad por ocupado en un 1,9%, cuando en ese mismo periodo aumentó un 1,3% en la UE. Mientras, la productividad por hora apenas avanzó un 2% frente al 2,8% que evolucionó en los Veintisiete. Asimismo, la tasa de ocupación sólo creció un 2,8% frente al 5,6% de la UE y el PIB per cápita apenas avanzó un 1,4% frente al 5,2% de la UE. En cambio, de 2013 al 2018, con Mariano Rajoy al frente del Gobierno, la jornada laboral efectiva aumentó un 0,5%, frente a la caída del 0,5% de media en la UE y el empleo creció un 13,6%, muy por encima del 7,6% de la UE. La productividad por hora creció un 2,2% frente al 5,1% de la UE pero el PIB per cápita se disparó un 14,4%, mientras que el de la UE aumentó sólo un 10%.

En el periodo 2013 a 2023, se evidencia que, en general, los países con mayor dinamismo de su renta per cápita, a su vez, eran países con una menor renta per cápita relativa de partida, lo que supone que han avanzado en su proceso de convergencia real, como es el caso de Irlanda, Rumanía, Polonia, Croacia, Bulgaria, Malta, Hungría, Lituania, Chipre y Letonia. "Pero no es el caso de España", recalca el IEE, que, "a pesar de partir de un menor nivel de renta, no ha conseguido lograr un diferencial significativo de crecimiento de su renta per cápita con relación a la UE", explica el organismo.

En este contexto, cabe recordar que, cuando se analiza el proceso de convergencia real, se observa que los países que tienen éxito en el mismo son los países que logran aumentar tanto su productividad como su tasa de ocupación. Sin embargo, en España sólo la variable del empleo ha avanzado a mayor ritmo que la media de la UE en los últimos 10 años y, si nos fijamos sólo el Gobierno de Sánchez, ha crecido a menor ritmo que los Veintisiete.

En cuanto al análisis regional, el informe recalca que, en un contexto de "atonía" de la renta per cápita en relación con la UE, es "importante reconocer la aportación positiva de aquellas regiones cuya renta per cápita ha crecido por encima de la UE entre 2013 y 2022", que son, exactamente, por orden de mejora, Galicia, la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia. También cabe destacar que la Comunidad de Madrid es la única comunidad española y del sur de Europa que forma parte de las 50 regiones de la UE con mayor PIB per cápita, ocupando la posición 42 del ranking.

La entidad económica recomienda la elaboración e implementación de un plan de choque de mejora de la productividad que reduzca la presión fiscal que soporta la inversión empresarial, así como la configuración de un marco regulatorio o institucional "más favorable para la inversión y el crecimiento del tamaño de la empresa".