Unión Europea
El grito de guerra de la UE ante las elecciones europeas: "¡Competitividad, competitividad!"
La transición verde, de moda en 2019, se ha traducido en mayores costes y, por tanto, una perdida de la batalla de la competitividad frente a potencias económicas como Estados Unidos y China
En 2019, por estas mismas fechas, justo antes y después de las elecciones al Parlamento Europeo, las palabras que estaban de moda en Bruselas, y también en el resto de capitales de los Estados miembros de la UE, eran dos: “transición verde”. Ahora, cinco años después, las cosas han cambiado y lo que “mola” es un mismo término repetido: “competitividad, competitividad”. Es el grito de guerra de cara a la próxima legislatura que está a punto de comenzar. Durante el último quinquenio se ha puesto de manifiesto que la UE, entendida en sentido amplio (desde el sector público al privado), ha perdido la batalla de la competitividad frente a otras potencias económicas como Estados Unidos y China. Parte de la culpa ha sido de las nuevas exigencias derivadas de la aplicación del Pacto Verde europeo en todos los ámbitos, lo que se ha traducido en mayores costes; y eso vale tanto para la industria, como la agricultura y la ganadería, pasando por el sector servicios.
De ahí que se haya decidido poner remedio al problema y que la mejora de la competitividad pase a ser la espina dorsal del programa de trabajo que se marcará a la próxima Comisión Europea. Eso con los datos que se tienen en la mano ahora mismo, porque, evidentemente, todo dependerá de lo que suceda durante las elecciones europeas que comienzan hoy y se extenderán hasta el domingo. La gran incógnita está en si la suma de las dos formaciones más a la derecha (por personalizarlo para que se visualice más, las de, por ejemplo, Meloni y los de Santiago Abascal, por un lado, y Le Pen por otro) suman más que el grupo de los socialistas europeos. Y, la segunda duda radica en que, si llegase a producirse esa situación, las citadas coaliciones de grupos de distintos países se unirían para formar un frente común, o no, porque cada una son de su padre y de su madre. De momento, lo que no ofrece duda es que el Partido Popular Europeo (PPE) será la fuerza más votada, aunque bajando; el apoyo a los grupos verdes también caerá. Asimismo, es evidente que estamos ante unas elecciones mucho más importantes de lo que pueda parecer a simple vista, aunque no despierten mucha pasión y en países como España se vivan en clave nacional.