45 líneas
El gas de Líbano también importa
Tel Aviv considera que los yacimientos son una prolongación de los israelíes de Leviatán y Tamar
El gobierno de Líbano inició hace un año las perforaciones de la bolsa de gas que se encuentra sumergida en su costa, pese a que Israel ha denunciado el acuerdo que firmó con Beirut en 2022 para permitir que sus vecinos pudieran perforar el denominado yacimiento de Qana, al norte de la conocida línea 23, que podría contener cerca de 100.000 millones de metros cúbicos de gas, y en cuya perforación trabajan la compañía francesa Total, la italiana Eni y Qatar Energy.
También hay gas en Gaza, ya que en su costa está el yacimiento Gaza Marine, descubierto en 1999, explotado de manera incipiente por British Gas y Gazpron, pero actualmente en stand-by debido a la oposición de Israel, cuya Marina de guerra controla las aguas de la franja. Tel Aviv considera que tanto el gas de Gaza como el de Líbano son una prolongación de los yacimientos israelíes de Leviatán y Tamar, al centro y al norte costero del territorio judío y cuya explotación gestiona Netanyahu. La extracción en Tamar, gestionada por Chevron, fue paralizada por temor a los cohetes de Hamas y Hizbola. La otra plataforma, Leviatán, en el norte y cerca de Líbano, ha sido objeto de ataques por la fracción terrorista más beligerante contra Israel.
La Autoridad Palestina intentó gestionar Gaza Marine con tecnología británica y rusa, pero Tel Aviv lo impide bajo el argumento de que los royalties obtenidos servirán para financiar el terrorismo. Igualmente, Netanyahu intenta romper ahora el acuerdo que permitía que Líbano pudiera explotar su yacimiento, por entender que «fue un error desde el principio y nos aseguraremos arreglarlo».
✕
Accede a tu cuenta para comentar