Asamblea de CEOE

Garamendi exige al Gobierno respeto a las empresas y avisa que no van a regalar "12 días de vacaciones" por la reducción de jornada

El presidente de la CEOE carga con dureza contra Yolanda Díaz en la Asamblea General de la patronal por usar el diálogo social en su propio beneficio y contra el Gobierno por querer cambiar las reglas del juego para colocar organizaciones afines

Los empresarios piden "respeto", se niegan a recibir "imposiciones" políticas y no van a "regalar" nada en la negociación de reducción de la jornada laboral. Alto, claro y contundente. Así retumbaron las palabras del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, en las paredes que acogen la Asamblea General de la organización, en la que ha cargado con dureza contra el Gobierno y contra la ministra de Trabajo. Yolanda Díaz, a la que ha acusado de querer cambiar las "reglas del juego" en su propio beneficio político. "No nos sentimos concernidos por los acuerdos políticos de otros. Seguimos dispuestos a dialogar en torno a una mesa de negociación pero tampoco a decir siempre que sí. No hay nada más democrático que decir sí cuando quieres decir sí y no cuando quieres decir no", espetó Garamendi, que insistió en que "seguimos en contra de que se nos diga" en una negociación "cuál debe ser el resultado" y explicó que no aceptarán "ultimatums ni trágalas".

El presidente de la CEOE centró buena parte de su discurso en el último enfrentamiento entre la organización empresarial y el Gobierno a cuenta de la reducción de jornada, tras acusar al Ministerio de Trabajo de querer "imponer" por decreto el sí a la negociación y de "regalar casi 12 días de vacaciones pagadas al año a cada trabajador". "Las empresas hemos aguantado el tirón y merecemos un respeto", ha aseverado Garamendi ante los empresarios, donde ha acusado al Ministerio de Trabajo y Economía Social de cambiar las "reglas del juego". Además, ha vuelto a reprochar a la ministra de Trabajo que quiera imponer una reducción de jornada con "ultimátums que nunca aceptaremos".

Durante su discurso, Garamendi también ha reclamado al Gobierno que no "saque pecho" por la creación de empleo porque son las empresas "las que contratan". También ha aprovechado para volver a proponer que las empresas paguen todo el bruto de la nómina a los trabajadores y que ese pago se lo reclamen a los empleados desde la Seguridad Social, como se hace con los autónomos, para que la gente conozca el coste real al que se enfrentan los empresarios, una sugerencia que hizo hace unos meses y que provocó un rechazo absoluto de Díaz.

Tras lanzar todas estas andanadas y más calmado ha pedido volver a un "clima de serenidad y moderación", así como generar confianza, para que "las empresas puedan operar en un escenario propicio" y garantizar así el buen funcionamiento de la economía. "Lo que más nos preocupa y nos ocupa en este momento es la confianza. Sin confianza no hay economía, y sin economía no hay país. Si no contamos con un entorno predecible, desde el punto de vista político y, sobre todo, legislativo, las empresas no podemos operar".

Asimismo, ha querido recordar el clima de colaboración y entendimiento que Gobierno, sindicatos y CEOE mostraron durante la pandemia para alcanzar acuerdos que salvaguardaron el tejido productivo y el empleo durante los peores momentos de la crisis sanitaria. Garamendi se ha preguntado en voz alta: "¿Por qué fuimos capaces? Porque había un interés real por cuidar a nuestro país por parte de todos, y había confianza entre unos y otros. Algo que ahora lamentablemente se ha perdido".

Ya hacia el final de su discurso, Garamendi ha reprochado al Gobierno que no permita a la patronal mostrar su desacuerdo con algunas de sus medidas, "cuando los sindicatos han estado años pidiendo la derogación de la anterior reforma laboral" y denunciando ante la Unión Europea, "por ejemplo, por la regulación del despido". "Entiendo que para algunos sea más cómodo no tenernos en la mesa porque no queremos ser cómplices de futuros fracasos".

Con el auditorio entregado y puesto en pie aplaudiendo a rabiar, el presidente de la patronal ha cerrado su discurso apelando a la "unidad", la "confianza" y la "independencia" de los empresarios. "La patronal no se siente concernida por acuerdos políticos, por eso reclamamos seguridad jurídica, estabilidad regulatoria, calidad de la norma y estabilidad política para que las empresas puedan crear empleo".

Ya ante los periodistas, Garamendi lanzó un contundente recado al Gobierno de Pedro Sánchez por querer cambiar las reglas de juego que desde hace 40 años determinan el diálogo social. "Nosotros no tenemos que pedir un sitio en la mesa de diálogo social", en referencia a la petición de Conpymes al Gobierno de formar parte de la negociación de la reducción de jornada, y ha aseverado que CEOE, junto a UGT y CCOO, lo han "construido" juntos. Así, ha mostrado su rechazo a la "política de amiguetes" que el Ejecutivo está intentando establecer al imponer que el Consejo Económico y Social (CES) cambie su reglamento para dar cabida a patronales autonómicas "que gocen de la condición de más representativas a nivel de comunidad autónoma. A nosotros nadie me tiene que dar espacio".