En España el número de tarjetas de pago en circulación fue de aproximadamente 97 millones a cierre de 2023, es decir, unas dos tarjetas por habitante, según las cifras facilitadas por el Banco de España (BdE). Asimismo, el 63% de la población española cuenta con una tarjeta de crédito, según la Encuesta de Competencias Financieras realizada por el BdE. Por tanto, estos datos confirman que esta herramienta supone todo un imprescindible para millones de personas en nuestro país.

Este medio de pago emitido por una entidad financiera permite a sus propietarios sacar dinero de cajeros automáticos, comprar cualquier bien o servicio en tiendas físicas u online y en definitiva, poder realizar cualquier trámite bancario. No obstante, este dinero plástico no es eterno, sino que llega un momento en el que tocará deshacerse de él, bien sea porque ya ha caducado o porque se ha desgastado. Pero, ¿qué debe hacerse en estos casos?

En las condiciones contractuales se establece que "una vez recibida la tarjeta que sustituye a la antigua, debemos devolverla a la entidad o proceder a su debida destrucción", tal y como explica el BdE. Y es que aunque la tarjeta ya no sirva, esta contiene información personal, por lo que, si un tercero "malintencionado" obtiene el número de la tarjeta de crédito, en ocasiones, podrá realizar movimientos que hagan que el propietario se convierta en víctima de un fraude.

Cortar la tarjeta en pequeños trozos con una tijera para que los datos personales sean ininteligibles y tirarla a la basura es algo a lo que recurren muchas personas para destruirla. Sin embargo, desde el BdE explican que esto es un error y aseguran que es "mucho más fácil" acudir a una bancaria y entregar la tarjeta caducada. "Así te aseguras de que la gestión y posterior reciclaje se hará de forma confidencial y respetuosa con el medio ambiente. Además, algunas entidades recomiendan directamente introducir la tarjeta en el cajero automático que detectará que está caducada y ya no la devolverá, entregando un justificante de la operación", asevera el BdE.

Este organismo además explica que las entidades conocen la fecha de caducidad de este dinero plástico, por lo que "un tiempo prudencial antes de que caduque", estas avisarán a sus clientes y emitirán una nueva.

Asimismo, el supervisor bancario aconseja que, en el caso de que se haya facilitado la tarjeta para llevar a cabo pagos mensuales recurrentes, como en plataformas de series o música, se deberán actualizar los datos en la sección de facturación para evitar problemas de suspensión o cancelación de los servicios.