El Gobierno argentino limita la compra a 2.000 dólares al mes

El Gobierno kirchnerista enseñó sus cartas. El jefe del Gabinete, Jorge Capitanich, anunció ayer que los argentinos podrán comprar hasta 2.000 dólares mensuales para efectos de ahorro, siempre que cumplan con ciertos requisitos. La letra pequeña no es fácil de digerir para muchos ciudadanos que quedarán fuera y seguirán acudiendo al mercado negro.

En rueda de prensa, dieron a conocer los primeros detalles de la flexibilización del «cepo» cambiario anunciado el viernes. Sólo quienes demuestren recibir el equivalente a dos salarios mínimos mensuales, 7.200 pesos, con un valor de unos 900 dólares –menos de un cuarto de los trabajadores– y estén al día con sus impuestos podrán acceder a esta cuota.

La solicitud de autorización para compra de dólares se efectuará a través de internet. Los contribuyentes podrán destinar hasta el 20% de sus ingresos habituales para comprar dólares al tipo de cambio oficial. Además, habrá un recargo del 20% para los que quieran comprar divisas; sin embargo, el impuesto no se ejecutará para quienes depositen los dólares en un plazo fijo por al menos un año. De esta manera, incentivan el ahorro y que no sean gastados en el exterior. Además, y para clarificar más, la operación, no se podrá comprar en efectivo, sino que tendrá que ser con tarjeta de débito o por transferencia. Así todo pasa por Hacienda. Ayer, aunque muchos ahorristas se acercaron a las sucursales con el certificado para adquirir divisas, las entidades dijeron que la adecuación del sistema para aplicar la nueva normativa todavía impide la venta.

«En los últimos diez años se atesoraron unos 143.000 millones de dólares y consideramos que la metodología implementada es para el pequeño ahorrista, que quiere acceder a un nivel de tenencia en dólares», dijo Capitanich.

A pocas horas de levantarse el cepo, el dólar oficial abrió sin cambios y se mantiene a 8,015 pesos. El «blue o negro» reaccionó con fuerte tendencia al alza, con un incremento de 4,5%, hasta los 12,20 pesos. De esta manera se confirma la devaluación oficial y se atenúa levemente el valor del paralelo que el jueves, antes de estallar la tormenta, alcanzó los 13 pesos. El Gobierno devaluó el 62% en un año y el 23% en veinte días.

El fallecido ex presidente Néstor Kirchner se jactaba de que su Gobierno pagó la deuda contraída con el FMI, a los que definió como unos «ladrones de traje». A partir de ahí dijo que nunca volverían a pedirles dinero. Para intentar revertir esta situación, Kicillof viajó a Francia el anterior fin de semana para presentar al cuerpo administrativo del Club de París la dirección para salir de una larga suspensión de pagos, la cual data de la crisis de 2002, tras pedir auxilio al Gobierno de España. Se trata de conseguir allanar el camino para futuros créditos a pedir en organismos internacionales.

En poco más de una hora y media, el ministro recibió una recomendación en París de la necesidad de ajustes en la macroeconomía para asegurar el cumplimiento del plan de pago de los más de 10.000 millones de dólares adeudados. Los consejos: acelerar el ritmo de devaluación del peso y habilitar las autorizaciones de venta de moneda extranjera con fines de atesoramiento que se había eliminado el 1 de junio de 2012. Dicho y hecho. La medida comenzó a instrumentarse el miércoles, se intensificó el viernes y fue coronada ayer con la autorización de la venta de dólares.

Paralelamente, se dejó trascender que esta semana el Banco Central subirá las tasas de interés a un rango del 25,5% anual para sus Letras, con lo que le fija un límite al coste del dinero para las empresas y familias, y tasa anual, del 4% para alentar a los exportadores que liberen las cosechas retenidas, porque desaparece el riesgo de perder con el cambio si lo hacían en forma anticipada. Este giro de política cambiaria podría atraer el flujo de inversión extranjera directa, en particular para emprendimientos de largo plazo como los mineros y la explotación del yacimiento de Vaca Muerta.