CE
El esperado comisario
Miguel Arias Cañete será, como todos preveían, comisario europeo, y finalmente se hace con una responsabilidad de peso: la de gestionar la política energética de la Unión Europea.
El futuro comisario de Clima y Energía es, sin duda, uno de los hombres de confianza de Mariano Rajoy. Ese grupo selecto que siempre ha acompañado al presidente del Gobierno y que estuvo también junto a él en los momentos difíciles de su liderazgo y en los años de oposición.
Por eso Rajoy le eligió para el primer examen en las urnas desde que el PP ocupó La Moncloa y, por eso, también ha sido siempre su apuesta para ocupar una cartera en el Gobierno de la UE.
Veterano infatigable de la política nacional y europea, Arias Cañete es, según se han afanado en subrayar todos los dirigentes populares en los últimos meses, el mejor preparado para un puesto de esta índole, dado su vasto conocimiento de las instituciones europeas y su capacidad negociadora.
Habla además varios idiomas: domina el inglés y el francés, se defiende en italiano y alemán y, según confesó hace unos meses, está aprendiendo chino.
Nacido en 1950, se licenció en Derecho por la Universidad Complutense y aprobó las oposiciones de abogado del Estado. Dio el salto a la política en 1982 como diputado andaluz y miembro de la dirección de Alianza Popular.
En sus tres décadas como político, ha sido diputado autonómico andaluz y senador (1982-1986), parlamentario europeo (1986-1999) y concejal en el Ayuntamiento de Jerez de la Frontera (1994-1999), y ministro en dos ocasiones.
Primero en 2000 con el Gobierno de José María Aznar, quien -según ha confesado el propio Cañete- le sorprendió preparando el pleno del Ayuntamiento de Jerez cuando le llamó para anunciarle que le quería de ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación (2000).
Y la segunda ocasión fue cuando le nombró Mariano Rajoy titular de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Se citan entre sus logros de esa etapa el acuerdo alcanzado en torno a la Política Agraria Común y un nuevo sistema de cuotas por buques a favor de una pesca más sostenible.
Los peros caen más del lado medioambiental, donde oposición y ONG conservacionistas señalan un abierto retroceso en la protección de la naturaleza, especialmente con reformas como la Ley de Costas o la de Parques Nacionales.
Madrileño de corazón jerezano, que presume de comer yogures caducados y ducharse con agua fría, Arias Cañete es conocido por decir las cosas como las piensa y ha dado buenos titulares a los medios, aunque también algún quebradero de cabeza a su partido.
Así ocurrió en la pasada campaña electoral, cuando el candidato de los populares sembró la polémica al sugerir que, en el debate con su rival socialista, Elena Valenciano, no había querido mostrar su "superioridad intelectual"para no parecer machista.
Unas palabras que le costaron el reproche de la oposición y que lastraron su campaña, hasta entonces centrada en la recuperación económica.
Dentro de pocas semanas este aficionado a los coches clásicos que ha corrido cuatro veces las 24 horas de Le Mans tendrá una nueva carrera que pilotar, en un área que, según los que le conocen, afrontará con responsabilidad y dominará en poco tiempo dada su capacidad de trabajo.
Además, según subrayaban el pasado lunes fuentes del grupo popular europeo, Miguel Arias Cañete lleva todo el verano preparándose para el puesto de comisario, y estudiando las distintas áreas sobre las que podía recaer su responsabilidad a la espera de conocer la definitiva.
Finalmente será Energía, una de los departamentos económicos y de peso del Gobierno europeo, todo un reto para Cañete que, precisamente, asumió también en su momento una exministra de Agricultura española: Loyola de Palacio.
De Palacio fue ministra de Agricultura de 1996 a 1999 y vicepresidenta de la Comisión y comisaria de Transportes y Energía de 1999 a 2004.
Una década después, otro español asume la responsabilidad de dirigir la política europea de la Unión
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