Barcelona
El 80% de los estibadores cobra más de 80.000 euros en los grandes puertos
La patronal exigió que los trabajadores cumplieran escrupulosamente su jornada laboral de seis horas diarias para acabar con las «horas contemplativas». A cambio, se comprometió a apoyar la propuesta de reforma del sector de los sindicatos.
La patronal exigió que los trabajadores cumplieran escrupulosamente su jornada laboral de seis horas diarias para acabar con las «horas contemplativas». A cambio, se comprometió a apoyar la propuesta de reforma del sector de los sindicatos.
El conflicto en los puertos españoles en torno a la reforma de la estiba ha provocado una guerra de cifras entre los sindicatos y la patronal a cuenta, sobre todo, de las favorables condiciones laborales de las que disfrutan los responsables de cargar y descargar las mercancías de los buques. La reforma impulsada por el Gobierno a petición de la Justicia europea para acabar con el actual monopolio de las sociedades de estiba –las llamadas Sagep– terminará, previsiblemente, con buena parte de los privilegios de los estibadores, incluidos sus elevados sueldos, que casi triplican la media española.
Unos salarios que los estibadores reconocen que son buenos, aunque muy alejados de las cifras aportadas por la patronal Anesco y varias consultoras, en torno a los 68.000 euros brutos anuales de media para el conjunto de los 6.150 trabajadores de las Sagep, es decir, aquellos con contrato fijo en alguno de los 46 puertos españoles. Según los sindicatos, la remuneración estaría entre 30.000 y 40.000 euros al año. El sueldo en la estiba consta de dos partes, ambas variables en función de los convenios colectivos acordados para cada puerto: una fija, que oscila entre los 1.000 y los 2.700 euros al mes, aproximadamente; y otra variable, dependiendo del volumen de trabajo que hagan los estibadores y las condiciones de las jornadas (nocturnidad, festivos, condiciones meteorológicas, etc). Esta última parte del sueldo puede ser incluso más cuantiosa que el tramo fijo, sobre todo en los grandes puertos (Algeciras, Barcelona y Valencia, fundamentalmente), donde el volumen de trabajo es mayor y, en consecuencia, el sueldo.
Según varios informes salariales a los que ha tenido acceso LA RAZÓN, en los grandes puertos españoles cuatro de cada cinco estibadores cobran más de 80.000 euros anuales. De hecho, sólo el 6% tuvo una retribución inferior a 60.000 euros en 2015 y un 16% ganó entre 60.000 y 80.000 euros. El 40% de los estibadores obtuvo entre 80.000 y 100.000 euros. Además, casi cuatro de cada diez trabajadores tuvo un sueldo por encima de los 100.000 euros al año. En concreto, un 30% ganó entre 100.000 y 120.000 euros, mientras que un 7% tuvo un salario de entre 120.000 y 140.000 euros. Por último, menos del 1% de los estibadores superó los 140.000 euros de sueldo.
Otro de los puntos de tensión entre las empresas y los sindicatos es la organización del trabajo. En teoría, la jornada laboral de los estibadores es de seis horas diarias, si bien es frecuente que se hagan dos turnos en un mismo día, doblando por tanto el salario. El problema reside en que hay algunos barcos que requieren menos de seis horas de trabajo para completar la carga o descarga. Esto suele suceder cuando se trata de operativas más cortas, como las de los ferrys de pasajeros que unen la Península con Baleares o las islas Canarias entre sí, y que suelen necesitar unas tres horas de trabajo como máximo.
Para estos casos, las empresas reclaman que los estibadores puedan ser reubicados en otros buques de la terminal portuaria para aprovechar completamente las seis horas de trabajo fijadas y acabar con las llamadas «horas contemplativas». Aunque los trabajadores señalan que esto ya se hace, un borrador del acuerdo que negociaban la patronal y los sindicatos antes de que estallase el conflicto con el Gobierno confirma que esta era una de las demandas sobre la mesa. A cambio de incorporar esta nueva organización del trabajo, entre otros puntos, Anesco aceptaba apoyar a Coordinadora, el principal sindicato de estibadores, en su propuesta de reforma del sector. «Llamamientos y nombramientos por empresa o terminal, en lugar de por buque», especificaba el acuerdo, ideado para «optimizar y reducir los costes operativos, a través de la flexibilización de las condiciones en las que se realizan los trabajos». Eso sí, a cambio los sindicatos debían «garantizar la paz laboral», estableciéndose «los mecanismos necesarios para impedir medidas de presión ilegales o huelgas encubiertas», como la que se viene dando en las últimas semanas, con una ralentización del ritmo de trabajo.
Además, la patronal reclamaba la potestad de las empresas de poder organizar la producción convenientemente, nombrando los retenes, guardias y estableciendo los turnos que estimen necesarios. En concreto, apuntaba a la «utilización de ‘manos cortas’ cuando la actividad a realizar sea inferior al 50% de la que corresponda a la jornada habitual completa». Es decir, si las «manos» (cuadrillas de trabajo) suelen estar formadas por equipos de 18 estibadores para cada buque y un determinado trabajo no precisa tanta mano de obra, poder reducir el tamaño de la mano para adecuarlo a las necesidades reales.
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