Cambiar de sector, un paso difícil que requiere una gran reflexión

Algunos expertos creen que la posibilidad de dar el salto se limita a medida que avanza la edad y es complicado pero no imposible

Cambiar de sector no debe convertirse en una huida hacia adelante, en una forma de escapar de un trabajo que ya no nos gusta porque hacerlo supone un sobreesfuerzo y no existen garantías de que el cambio se convierta en un éxito. Es importante valorar qué podemos aportar y si vamos a ser felices, si el sector está en auge y si sus valores se adecúan a los nuestros. El experto en liderazgo y desarrollo personal, Robin Sharma, dice que «los que sobreviven a los cambios son los que se fijan más en lo que van a ganar que en lo que van a perder». Sin embargo, debemos plantearnos qué vamos a sacrificar, antes, durante y después del cambio.

Andrés Fontenla, socio director de Recarte & Fontenla, opina que el cambio de sector «es necesario cuando está claramente en declive y se requiere una reinvención. En estos casos, hay que aplicarse a fondo invirtiendo en formación sectorial específica o bien asumiendo una responsabilidad que sea transitoria como puente para la adaptación a un nuevo sector».

Lograr el cambio es complicado pero no imposible. La primera reflexión que debemos hacernos es cuál es el objetivo del cambio, si lo que queremos es una promoción, si creemos que nuestra profesión no tiene mucho recorrido, si el sector está en declive, es decir entrar en el detalle. Así lo explica Neus Anton, socia y General Manager de AdQualis Executive Search Madrid, quien recomienda hacer una labor de investigación de los sectores que nos interesan y analizar cuáles son nuestras competencias transferibles a este nuevo sector. Después podremos activar nuestro «networking», es decir acudir a nuestros contactos para profundizar en la compañía, sus proyectos, quiénes los dirigen, más allá de idealizar un sector u otro. Anton aconseja no dejarnos llevar sólo por la marca o el sector, sino por el proyecto.

Alcanzar el éxito con el cambio es más sencillo cuando se hace en sectores afines, aunque las estructuras empresariales son cada vez menos endogámicas y se busca la diversidad, explica Ana Gómez, directora de Ackermann Executive. Explica que «tenemos que poner en valor nuestras fortalezas y analizar nuestras debilidades para ver cuáles debemos desarrollar más». Contar con alguien que conozca bien el mercado laboral; ampliar nuestra red de contactos y preguntar a distintas personas sobre el sector al que queremos dar el salto, también ayuda.

Pedro Checa, «career manager director» de Right Management, recomienda analizar tres factores antes de movernos: identificar nuestras competencias y habilidades, analizar nuestras circunstancias personales y dirigirnos hacia empresas o sectores que se muevan en entornos de excelencia, que otorguen coherencia y estabilidad. Todo ello supone una labor de investigación por lo que Checa aconseja contactar con alguien de la empresa que nos facilite información sobre su cultura y si no está alineada con la nuestra es mejor abandonar.

¿Limita la edad el cambio de sector? Fontenla cree «que la posibilidad de cambio de sector en la actividad profesional se va limitando a medida que se avanza en la trayectoria. De forma natural se va adquiriendo una especialización en una actividad económica concreta que va delimitando la experiencia. Ello permite dominar las características propias del sector y alcanzar cotas más altas de eficiencia». Checa cree que la edad es un factor más del proceso de cambio de sector que nos puede limitar sólo por una razón cultural.

CLAVES

-Hay funciones directivas que son muy transversales y permiten una transferencia como la tecnología o las finanzas.

-Sin embargo, otras funciones requieren de una curva de aprendizaje más lenta, como puede ser la investigación y desarrollo o la función comercial y marketing.

-Conocer a alguien que conozca bien el mercado laboral, ampliar nuestra red de contactos y preguntar a distintas personas sobre el sector, es fundamental.