Sector aéreo
Bajada de precios en las aerolíneas a la vista tras el recorte del 15% de las tarifas de Ryanair
La aerolínea irlandesa prevé que habrá más caídas durante el verano por las reticencias de la demanda a volar con los actuales
Puede que, como aseguran desde la propia compañía, lo de comprar billetes de avión por 9 euros sea ya cosa de un pasado irrecuperable por la actual estructura de costes que tienen que soportar, pero Ryanair parece en el camino de darle la vuelta a los crecientes precios de los pasajes experimentados desde la pandemia. Un movimiento que, a buen seguro, tendría réplicas en todo el sector dado que la compañía lidera el sector "low cost" en Europa y, en el caso de España, es la compañía que más viajeros transporta con casi el 20% del total.
En su primer trimestre fiscal (abril-junio), la aerolínea irlandesa reportó una caída del beneficio del 46%, hasta los 360 millones de euros. Entre las causas que explican este desplome -que arrastró con fuerza las acciones de la firma en bolsa arrastrando con ello a otras compañías del sector como IAG o easyJet- está la caída del precio medio de sus tarifas. Durante el periodo, Ryanair las redujo un 15%, hasta los 41,93 euros, para poder mantener su volumen de pasajeros.
Ni Ryanair ni ninguna otra aerolínea -ni tampoco ninguna otra empresa de cualquier otro negocio- rebajan precios porque sí. Al final, detrás de cualquier recorte subyace la necesidad de atraer o mantener a la demanda. Y en el de la aviación, ocurre lo mismo. Como aseguran fuentes de la compañía, "en los dos últimos años hemos tenido precios fuertes, pero este año son más suaves de lo que esperábamos inicialmente". La razón, argumentan, es que los consumidores "están bajo presión y, en consecuencia, las reservas cercanas son más débiles y requieren estímulo. Hemos aumentado la capacidad en un 9% y la demanda sigue ahí, pero nos encontramos con reticencias en los precios", remachan.
Situación generalizada
Ryanair no es la única compañía que está chocando contra esta barrera pues, según las mismas fuentes, el sector al completo se está viendo afectado por estas reticencias de la demanda a pagar los precios que ahora les piden las aerolíneas por los billetes. American Airlines, por ejemplo, detalló ayer tras presentar un recorte de beneficios a casi la mitad en el segundo trimestre del año (660 millones de euros) que, entre los motivos que propiciaron esta caída, está "un desequilibrio entre la oferta y la demanda".
En el caso de la compañía irlandesa, en su nota de resultados ya advertían de que como consecuencia de ello, de cara al verano, las tarifas seguirán bajando de forma sensible cuando en sus anteriores previsiones sostenía que se mantendrían o subirían ligeramente.
A pesar del descalabro bursátil que ha sufrido esta semana, que le ha llevado incluso a tomar mínimos anuales, los analistas son optimistas respecto a su futuro desempeño. Desde RBC Capital Markets aseguran que “Ryanair aún espera que el tráfico crezca un 8%, de 198 a 200 millones de pasajeros en el año fiscal 25, y que los costos unitarios del año fiscal 25 aumenten modestamente ya que los costos ex-combustible se ven sustancialmente compensados por los ahorros en cobertura de combustible y el aumento de los ingresos por intereses”, por lo que apuestan por el modelo de bajo coste y margen relativamente alto de la compañía.