Movilidad
Portugal aprieta para cerrar una conexión de alta velocidad con España a través de Galicia
El Gobierno de Lisboa quiere fijar ya un calendario para esté lista en en 2030
Portugal aprieta para conectarse a la red de alta velocidad española por Galicia. El vicepresidente de Infraestructuras del Gobierno de Portugal, Carlos Fernandes, ha asegurado hoy martes que espera que la línea esté lista en 2030, pero ha remarcado que para ello es necesario que se defina con España una “estrategia” y se articule un “calendario”. “Estamos razonablemente convencidas las dos partes (Portugal y España) de que hay un compromiso político para avanzar”, ha manifestado sobre la conexión de alta velocidad con Galicia, en una entrevista concedida a Onda Cero.
Fernandes ha apuntado que en esa estrategia debe figurar el nuevo puente sobre el río Miño para poder optar a financiación. Así, Portugal ya tiene hechos los estudios ambientales de su parte y su propuesta de localización es la misma que trazaron en un proyecto inicial hace diez años, pero que después quedó en un cajón por la crisis. Ahora, esperan que España también concrete.
Las declaraciones del número dos de Infraestructuras portugués refrendan así la hoja de ruta esbozada en los últimos meses por el Gobierno de Lisboa, que no considera ni mucho menos prioritaria la conexión entre Madrid y la capital portuguesa por la que se inclina más España. El Ejecutivo del socialista Antonio Costa lanzó a finales del pasado mes de septiembre un proyecto de línea férrea de alta velocidad para enlazar Lisboa con Oporto y prolongarla luego hasta Vigo. Portugal prevé arrancar los trabajos de este corredor, que tendrá un coste de 11.000 millones de euros, en 2026. Durante la presentación de esta ruta, el Ejecutivo portugués ya dejó patente su desinterés por la línea de alta velocidad entre Madrid y Lisboa. Costa aseguró entonces que el proyecto atlántico “desarrolla nuestro país y la centralidad de nuestras ciudades, y no la centralidad de otras ciudades ibéricas”.
Pedro Nuno Costa, ministro de Infraestructuras portugués, tiró de otro de los argumentos tradicionalmente esgrimidos en los últimos años en el país vecino para anteponer a otros corredores la prolongación posterior que quieren hacer de la línea Lisboa-Oporto hasta Vigo: los lazos entre Galicia y Portugal. “Nosotros sabemos, en base a los estudios, que esta es la conexión entre España y Portugal con más demanda. Sabemos que aquí los pueblos que viven a ambos lados de la frontera tienen relaciones sociales, económicas y culturales más estrechas”, aseguró Nuno Costa. El ministro portugués también puso en el foco la importancia que para Portugal tiene esta línea férrea para alimentar el que consideran principal aeropuerto del noroeste de la Península, el de Oporto, que, según destacó, ampliará su área de influencia gracias a la llegada de la alta velocidad.
Recortar el viaje a cinco horas
Del desinterés de Portugal por el eje Madrid-Lisboa también dio muestras a mediados de enero el presidente de Infraestructuras de Portugal. En un foro sobre las conexiones ferroviarias ibéricas organizado en Lisboa por la Cámara de Comercio e Industria Portuguesa y la Cámara de Comercio Luso-Española, Miguel Cruz aseguró que esta conexión entre las capitales de ambos países no es una prioridad para Portugal y que su objetivo es “acercar” ambas capitales ibéricas por tren con el objetivo de reducir la duración del viaje a corto plazo. “Estamos trabajando para, en dos años, llegar a reducir a cinco horas el recorrido entre Madrid y Lisboa” en ferrocarril, explicó entonces Cruz.
Para lograr este recorte de tiempos, Portugal trabaja en la electrificación de su red ferroviaria en el Alentejo, frontera con Badajoz, con la vista puesta en la mejora del transporte tanto para pasajeros como para mercancías. Una vez concluido el trabajo, agregó Cruz, “estarán creadas las condiciones que permitirán hacer la conexión” en cinco horas entre Lisboa y Madrid frente a las casi nueve que se tarda ahora en viajar de una ciudad a otra.
Pese a la estrecha relación que mantienen ambos países, la española y la portuguesa son las únicas capitales de países vecinos miembros de la UE que no están conectadas por un tren directo ya que para recorrer en ferrocarril los algo más de 620 kilómetros que separan Madrid de Lisboa hacen falta dos transbordos en trenes de Renfe y Comboios de Portugal (CP). Portugal, en su Plan nacional Ferroviario, contempla conexiones de alta velocidad entre las diez mayores ciudades del país para 2050 y abre la puerta a ligar Oporto con Madrid a través de la frontera lusa con Salamanca.