La popularidad de WhatsApp es innegable, ya que esta plataforma de mensajería cuenta en la actualidad con más de 2.000 millones de usuarios activos en todo el mundo. Tal es la relevancia de esta aplicación, que no solo resulta atractiva para sus más fieles consumidores, sino también para los ciberdelincuentes, ya que supone un lugar idóneo donde poder engañar a una gran cantidad de personas ingenuas para hacerse con sus datos personales e incluso su dinero.

La plataforma ha estado varias veces en el punto de mira de estos estafadores, y esta vez, vuelve a estarlo. La Policía Nacional ha alertado a través de sus redes sociales de una nueva campaña de fraude que tiene el objetivo de engañar a padres y madres, ya estos delincuentes se hacen pasar por sus hijos para pedirles dinero.

Estafa a través de WhastApp

En este contexto, el ciberdelincuente habla a la víctima a través de WhatsApp, diciendo que es su hijo. Dado que este es un teléfono que la madre o padre en cuestión no tienen guardado, su supuesto hijo le dice que ha tenido que cambiar de número de teléfono ya que su móvil se ha estropeado y el antiguo número está bloqueado.

Tras convencer a su progenitor, los delincuentes piden que les hagan una transferencia bancaria de una cuantía que asciende a los 2.900 euros, ya que deben pagar una cosa y no tienen la tarjeta a mano. Asimismo, solicitan que esta se envíe “inmediatamente” y que después esta cuantía se la devolverán cuando tengan la tarjeta en su posesión.

Esta técnica es conocida como ingeniería social, ya que consiste en “engañar o manipular a las personas para conseguir su información personal, como contraseñas y datos bancarios”, tal y como explican desde la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI).

Esta es una táctica muy utilizada por los delincuentes, ya que hay que dedicar unos recursos “baratos” para engañar a sus víctimas y hacerse con un gran botín. La OSI sostiene que “el hombre es el eslabón más débil de la cadena” por lo que una mentira “bien aderezada” servirá para que las víctimas faciliten los datos solicitados y hagan el trabajo de los ciberdelincuentes.

Por tanto, ante este tipo de fraudes, se debe desconfiar de aquellos mensajes que provengan de un número desconocido y comprobar si el número que dice estar bloqueado, lo está realmente. “No atiendas a sus peticiones y confirma con terceras fuentes de confianza que realmente es quien dice ser”, aseguran desde la OSI.