Los pagos de dinero en efectivo han pasado a un segundo plano tras la llegada de la digitalización, haciendo que la mayoría de operaciones se realicen a través medios electrónicos como Bizum y haciendo uso de las tarjetas de crédito.

En este sentido, las entidades financieras están cada vez más interesadas en que sus clientes hagan uso de las tarjetas de crédito, incluso en muchos casos queriendo jubilar las tarjetas de débito, ya que aunque ambas cumplen con las mismas funciones y se utilizan como medio de pago, la forma de realizar las operaciones financieras no es la misma.

Por tanto, en el caso de que un cliente se haya visto en la obligación de renunciar a su tarjeta de débito cambiándola por una de crédito, desde la web especializada en finanzas, HelpMyCash explican los errores que se deben evitar para no acabar con una deuda elevada.

No se debe escoger una cuota mensual muy baja

La principal característica de la tarjeta de crédito,es que cuando se va a realizar un pago, lo más frecuente es que desde el banco pongan a disposición del titular de la cuenta una cantidad de dinero a crédito asignado por la entidad, dando la opción de que este pago pueda devolverse en una serie de plazos mensuales.

En este sentido, en caso de no contar con suficiente saldo en la cuenta, gracias a esta tarjeta se pueden hacer la compras de golpe a final de mes o devolver el dinero prestado en unos plazos.

En el primer caso, el usuario solo deberá asegurarse que tiene el dinero suficiente en la cuenta el día que el banco pase el recibo. Mientras que si se han aplazado los pagos, el cliente deberá tener cuidado a la hora de escoger la cuota mensual, es decir, decidir cuánto dinero quiere pagar al mes, ya que si se elige una muy reducida, el reembolso de la deuda se alargará, generando un mayor tipo de intereses. Tanto es así, que si se amortiza muy poco dinero cada mes, podría darse el caso, de que la deuda no desapareciese nunca.

Esto se debe a que cuando el importe de la cuota mensual solo sirve para pagar los intereses de cada período liquidativo, la deuda no bajará, por lo que se mantendrá constante. Sin embargo, si la cuota establecida por el usuario ni siquiera permite pagar los intereses de cada mes, la deuda aumentará, ya que la parte de los intereses que no se pueda abonar mensualmente se irá sumando al importe pendiente.

En este sentido, lo ideal, antes de hacer uso de una tarjeta de crédito, es calcular la cuantía de dinero que el cliente deberá abonar en intereses y cuánto tiempo le llevará el saldar la deuda. Por tanto, lo recomendable es que el titular de esta tarjeta devuelva el saldo dispuesto lo antes posible, ya que cuanto menor sea el plazo, menos intereses se pagarán, incluso llegando a tener la posibilidad de aprovechar las ofertas de algunas tarjetas.