Transacciones
Estos son los principales riesgos y recomendaciones al no pedir “copia” cuando pagamos con tarjeta
El 54,1% de los españoles afirma que la tarjeta de débito fue su método de pago favorito en 2020. Así lo demuestra la Encuesta Nacional de Uso de Efectivo que elabora el Banco de España, donde únicamente el 35,9% de los ciudadanos afirma que prefiere pagar en efectivo
Los avances tecnológicos han hecho que sea cada vez menos necesario llevar billetes y monedas en nuestra cartera. Las criptomonedas, “Bizum”, “Paypal” o tarjetas de crédito nos permiten realizar pagos fácilmente sin necesidad de utilizar efectivo y han supuesto un punto de inflexión en la forma en la que consumimos. Tanto es así que el 54,1% de los españoles afirma que la tarjeta de débito fue su método de pago favorito en 2020. Así lo demuestra la Encuesta Nacional de Uso de Efectivo que elabora el Banco de España, donde el 35,9% de los ciudadanos afirma que prefiere pagar en efectivo. Además, gracias a las prestaciones que ofrecen las aplicaciones de banca electrónica, que permiten integrar nuestra tarjeta de débito o crédito al dispositivo móvil, el uso de la cartera es cada vez menor. Por ello, los pequeños comercios han tenido que adaptarse a estas nuevas vías de pago, integrado datáfonos o dispositivos TPV en sus negocios. Asimismo, y gracias a tecnologías como el “contactless”, con un simple gesto con la mano podemos realizar este tipo de transacciones. No obstante, hay cosas que no cambian, como el pequeño resguardo que se emite al realizar el cobro, comúnmente conocido como “copia”, que confirma la transacción.
Cada vez que realizamos una compra con tarjeta, ya sea de débito o de crédito, escuchamos la misma frase: “¿Quiere copia?” Y aunque no es precisamente lo mejor para el medio ambiente, y siempre terminan acumulándose en el fondo de nuestra cartera, lo más recomendable es su obtención, o, como mínimo, revisar el importe que nos ha sido cargado para comprobar que es la cantidad adecuada.
El importe a cobrar siempre aparece reflejado en la pantalla del datáfono, por lo que si continúa negándose a imprimir la “copia”, asegúrese de que el personal le muestre el dispositivo con el importe de la compra, prestando especial atención si vamos a realizar el pago sin introducir la tarjeta en el terminal. Dado que el principal riesgo de los pagos “contactless” es que no es necesario ingresar el PIN de la tarjeta para realizar el cargo. Este proceso altamente automatizado conlleva que, en la mayoría de las ocasiones, no se preste atención a este tipo de detalles a la hora de comprar. Aunque para evitar grandes problemas, hay un límite de 50 Euros para el pago sin ingresar un PIN. De esta forma, si la cantidad cobrada es superior, el dispositivo o TPV automáticamente solicitará el código de la tarjeta.
Recomendaciones
En este sentido, el Banco de España expone una serie de recomendaciones a los clientes para que no sufran ningún percance a través de los pagos “contactless”:
- Una vez se procede a efectuar el pago, debemos revisar siempre la cuantía de dinero que figura en la pantalla del dispositivo. La copia puede servirle para llevar un control adecuado de sus gastos.
- En caso de guardar el ticket de compra del comercio, identifique si el importe que se ha cargado en la tarjeta coincide. Además, en muchos comercios existe la posibilidad de obtener un ticket electrónico.
- Verifique los cargos de la tarjeta en su cuenta bancaria de forma periódica para llevar un control de las operaciones.
- Pregunte a su entidad sobre la posibilidad de que le envíen un mensaje SMS, o una notificación a través de la aplicación bancaria, cada vez que se realice algún cargo en su cuenta.