Sector ferroviario
El AVE de bajo coste despega a toda velocidad
En cuatro meses de operación, Ouigo ha transportado más de 600.000 pasajeros, por encima de sus previsiones. La cifra combinada de Avlo y alta velocidad convencional de Renfe en dos meses ha alcanzado los 863.281 viajeros, frente a los 320.633 del año pasado
“Hemos creado mercado”. Helene Valenzuela, consejera delegada de Ouigo en España, lo tiene claro. Los trenes de alta velocidad a bajo coste de la compañía francesa, que empezaron a operar el pasado 10 de mayo en el marco del proceso de liberalización del transporte ferroviario, han sacado coches de la carretera. Y los datos la avalan. En estos cuatro meses en que llevan prestando servicio, han transportado a más de 600.000 pasajeros en el corredor nordeste (Madrid-Barcelona), el único de momento en el que operan a la espera de arranca su servicio entre la capital y Valencia y Alicante la primavera del próximo año. Un mercado que también parece que ha creado Renfe con la división “low cost” que creo para competir con Ouigo, Avlo, aunque en su caso los datos son más difíciles de analizar. Según la información facilitada por la operadora española, entre el 23 de junio al 23 de agosto, sus servicios de AVE y Avlo transportaron 863.381 viajeros en el corredor, frente a los 320.633 que llevó el AVE en el mismo periodo de 2020, pues el servicio de bajo coste de Renfe no estaba todavía operativo.
Valenzuela asegura que, por lo que ve en los andenes, las cosas le están yendo bien a la competencia directa de bajo coste que ofrece Renfe. En el caso de Ouigo, define su llegada a España como “un cohete puesto en órbita”. Tras superar la barrera de los 600.000 pasajeros, están en camino de alcanzar el millón antes de que finalice el año, según explica. Su optimismo nace de que sus trenes van, literalmente, hasta la bandera de ocupación. “En agosto tuvimos una tasa de ocupación del 99% -algo que no se había visto en SNCF- y la medida desde que empezamos a operar es del 96%. Esto significa que estamos teniendo rechazo de demanda, es decir, que mucha gente se queda sin comprar porque no hay billetes”, explica.
Precios
Cuando se lanzaron al mercado, tanto Ouigo como Avlo se concibieron como servicios a precios mucho más bajos que los del AVE convencional con los que atraer a familias o jóvenes que no viajan en tren de alta velocidad porque consideran prohibitivos los billetes de la alta velocidad de Renfe. Y a decir de Valenzuela, los coches que han sacado de las carreteras son los de estos jóvenes y familias que se agarran a los precios mucho más económicos de sus billetes -desde 7 euros en el caso de Avlo y 9 en el de Ouigo-. Haciendo una búsqueda rápida durante el encuentro, la CEO de Ouigo España muestra en su móvil pasajes disponibles por entre 15 y 25 euros para las fechas del puente de diciembre en respuesta a las quejas de algunos usuarios de que los precios tal vez no son tan baratos como los pinta la compañía. Para abundar en lo económico de su apuesta, muestra en una app de búsqueda de billetes de tren los precios de una fecha aleatoria de esa semana de un AVE, un Avlo y un Ouigo. Mientras que el primero cuesta 84 euros, los otros dos, calcados, valen 52 euros.
“Nos comprometimos a rebajar los precios de la alta velocidad un 50% por debajo de lo que estaban antes de la liberalización. Y lo estamos consiguiendo”, asegura Valenzuela. Unos precios que, asegura, podrían bajar más si Adif, el dueño de las infraestructuras por las que circulan sus trenes, redujese los cánones que pagan las operadoras por usarlas. “El 40% de nuestros costes son los cánones. Pagamos 100 millones al año y tenemos un acuerdo por diez, lo que significa un desembolso de 1.000 millones”, explica. Si Adif redujera estas tasas, Valenzuela asegura que las podrían repercutir en los precios de sus precios. La directiva se muestra satisfecha porque parece que para el año próximo habrá otra rebaja como la aplicada este año para mitigar los efectos de la pandemia. Pero cree que debe ir más allá para incentivar el uso del ferrocarril. Su esperanza es que con la futura Ley del Ferrocarril, Adif pueda gestionar directamente estos cánones y que dejen de depender de los Presupuestos Generales del Estado. En su opinión, este movimiento daría mayor libertad al gestor de las infraestructuras ferroviarias para rebajarlas. Aunque también pide que sean más justas. En su opinión, con el sistema actual, “los operadores con muchos asientos y que podemos bajar la huella de carbono y los precios por economías de escala estamos siendo perjudicados”. Y a Ouigo, asegura, una rebaja de tasas le permitiría para bajar más sus precios y subir a más viajeros a toda velocidad a sus trenes.
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