Covid-19
Sánchez se lanza a reparar su imagen con una gran cita empresarial
Presenta su Agenda 2050 sin algunos grandes presidentes, como Botín o Goirigolzarri
Después de semanas de aparente noqueo, tras el resultado electoral de Madrid y con Pablo Iglesias fuera de la vida pública, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha lanzado a recomponer su imagen dañada por los últimos acontecimientos con una campaña de apariciones selectivas y sucesivas, en las que expondrá las bondades de las conquistas realizadas hasta la fecha por su Ejecutivo y explicará su hoja de ruta para afrontar los retos futuros de la sociedad española en la era postcovid-19. La cuenta atrás para esta operación de lavado de imagen ha comenzado ya.
El pistoletazo de salida se dará hoy mismo al filo de las 11:30 de la mañana. A esa hora, el jefe del Ejecutivo ha convocado a la crème de la crème del mundo empresarial y financiero español, así como a lo más granado de la sociedad civil: dirigentes de universidades, de think tanks, de fundaciones, de ONG y de diversas asociaciones del país. En esta ocasión, el escenario elegido para semejante cita es el magnífico auditorio del Museo Nacional Reina Sofía. El motivo de la convocatoria no es otro que la presentación por Sánchez del proyecto España 2050, con el que pretende poner en marcha una reflexión colectiva y plural sobre el futuro de nuestro país en el mundo postcovid. Para ello, se presentará un estudio, bajo el título Fundamentos y propuestas para una Estrategia Nacional de Largo Plazo, elaborado por un centenar de investigadores sociólogos, matemáticos, científicos, economistas... de más de 40 universidades, en el que han colaborado también ONG y organismos internacionales, como la Comisión Europea, y nacionales, como el Banco de España y la AIReF. Hace algo más de un año, el jefe del Ejecutivo les encargó la misión de trazar el futuro de España de las próximas tres décadas no sólo en el terreno económico, sino en todos los ámbitos de la vida: social, científico, medioambiental, digital, laboral...
Imagen de unidad
Para este acto, «más de reparación de imagen que otra cosa», arroparán a Sánchez la plana mayor de su Gabinete de coalición «en señal de calma y sosiego en el seno del Gobierno entre las dos formaciones que lo integran», una vez eliminado de la ecuación Iglesias, que aireaba a diario públicamente cualquier divergencia. «Se trata de trasladar una imagen de unidad, de un Gobierno cohesionado», aseguran a LA RAZÓN fuentes gubernamentales. Así, aparecerá escoltado por sus cuatro vicepresidentas: Carmen Calvo, Nadia Calviño, Yolanda Díaz, convertida en líder de Podemos en el Ejecutivo tras la salida de Iglesias, y Teresa Ribera. Además, le acompañará el vicepresidente de Relaciones Institucionales y Prospectiva de la CE, Maros Sefcovic. El cortejo lo cerrarán las presidentas del Congreso de los Diputados y del Senado, Meritxell Batet y Pilar Llop, respectivamente, que harán acto de presencia para esa instantánea fija de modernidad, de un equipo integrado en los cargos más relevantes por mujeres.
Tras esta imagen, el presidente conseguirá también inmortalizar en una instantánea su cita con los máximos responsables empresariales y financieros del país, con el fin de relanzar su deteriorada imagen, después de una política económica errante por sus desavenencias con sus socios podemitas. Sin embargo, en esta ocasión habrá grandes y significativas ausencias entre los integrantes del mundo económico español, siempre dispuesto a acudir cuando es convocado a cualquier evento por el inquilino de turno de La Moncloa. Aunque muchos líderes empresariales y financieros han confirmado su asistencia, otros la han dejado en el aire y otros tantos directamente no acudirán por tener agendado con anterioridad otros actos.
En este último caso se encuentran los máximos responsables de Caixabank. Ni su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, ni su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, asistirán al encuentro. La convocatoria con antelación de la comisión ejecutiva de la entidad en Barcelona se lo impiden. Enric Fernández, de CaixaBank Research, experto en estrategia macroeconómica, representará a la entidad, según confirman a LA RAZÓN. Todo apunta a que tampoco acudirá a la llama de Sánchez la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín. En su lugar, irá el CEO de la entidad José Antonio Álvarez.
Sin embargo, el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ha confirmado su participación, así como el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete. Casi seguro, se sentará en el auditorio también el máximo responsable del BBVA Carlos Torres. Además, el sector energético será testigo, prácticamente, en su totalidad de la diatriba de Sánchez. Aunque Moncloa tenía cerrada ayer a media tarde la presencia del presidente de Naturgy, Francisco Reynés no asistirá y lo hará en su lugar Jordi García Tabernero. Esta empresa está ahora inmersa en la OPA que le lanzó el fondo australiano IFM, operación que Criteria Caixa ha decidido bloquear. Junto a Naturgy se podrá ver al consejero delegado de Repsol, el ex peneuvista Josu Jon Imaz, y tal vez al presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.
Los rostros más visibles de la construcción tampoco han confirmado que se vayan a encontrar mañana entre el público en el auditorio del Museo Reina Sofía. No obstante, fuentes gubernamentales esperan contar con la asistencia del presidente de Ferrovial, Rafael del Pino. Además de las notables ausencias de los presidentes de las entidades financieras más importantes del país, Santander y Caixabank, los grandes ausentes de esta convocatoria serán, sin duda, los responsables del sector del turismo. En principio, no está previsto que ninguno de los primeros espadas de las grandes cadenas hoteleras del país acudan a la cita.
Un plan difuso
El jefe del Ejecutivo se guardará un as bajo la manga, con la «venta» de alguna medida más o menos novedosa que capte los titulares de la Prensa, según aseveran fuentes gubernamentales consultadas por LA RAZÓN. Sin embargo, la estrategia que presentará es una abierta, sin propuestas cerradas y concretas, ya que intentará conseguir en torno a ellas el máximo consenso posible. Es decir, en esta estrategia de España 2050 ocurrirá algo parecido como con el Plan de Recuperación, enviado a Bruselas el pasado día 30 de abril. No habrá excesivo detalle de las reformas a acometer en la era postcovid, que deberán situar a España en una senda sostenible y duradera de crecimiento. Se hablará de pensiones, de mercado de trabajo, sobre todo, del fomento del empleo juvenil, de la reforma fiscal, con una apuesta clara por la armonización de los tributos entre las autonomías, de la transformación digital... pero, sin concretar en exceso, con el objetivo en mente de involucrar a toda la sociedad civil y lograr el consenso con los agentes sociales.
«Vienen décadas de cambios profundos y acelerados. Si sabemos aprovecharlos, España podría resolver viejos problemas enquistados y alcanzar unas cotas de desarrollo económico y bienestar social que hoy apenas llegamos a vislumbrar. Pero para lograrlo como generación, se necesitará un plan concreto, y tiempo». Este será la idea centrar que lance el presidente y que días atrás ya adelantó su jefe de gabinete, Iván Redondo.