Futuro del Ejecutivo
Sánchez no tocará a los pesos pesados de su equipo económico en la remodelación de su Gabinete
María Jesús Montero ha ganado enteros al aprobar los Presupuestos y Ábalos seguirá si quiere al frente de Transportes
El equipo económico del Gobierno ha ido ganando en musculatura con el paso de los meses, en unas circunstancias totalmente adversas como las actuales por la pandemia del coronavirus. Al menos, así lo piensa el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En estos momentos de extrema gravedad, el jefe del Ejecutivo se muestra muy satisfecho con la labor desarrollada por su equipo económico y, especialmente, con la tarea realizada por la ministra de Hacienda, a la sazón portavoz del Gobierno, para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2021, los primeros desde que se convirtió en junio de 2018 en inquilino de La Moncloa, según confirman a LA RAZÓN fuentes monclovitas. En este escenario de autocomplacencia, todo parece indicar que Sánchez «no tocará» a ningún miembro de su equipo económico en la próxima remodelación de su Gabinete, prevista para finales de este mes, fecha en la que su aún ministro de Sanidad pondrá rumbo hacia Cataluña para disputarse el voto en las urnas autonómicas el próximo 14 de febrero.
La actual titular de Hacienda, María Jesús Montero, ha ganado enteros ante el jefe de filas por «su excelente gestión» demostrada a la hora de sacar adelante las cuentas públicas de 2021. «Ha conseguido aunar voluntades alrededor de unos Presupuestos imprescindibles no sólo para la continuidad del Gobierno, sino también decisivos para la supervivencia futura de la economía española». Sin estas cuentas, España no habría recibido ni un euro de los fondos europeos para la reactivación de nuestro país en la era postcovid-19. De ahí que en el seno del Gobierno se alabe su talante negociador y su mano izquierda demostrada durante meses de negociación con los diferentes grupos parlamentarios que apoyaron la investidura de Sánchez como presidente. Por eso «Pedro está encantado con ella» y la premiará con la continuidad tanto en la Portavocía del Gobierno como en Hacienda.
Algo similar, aunque sin tantas alharacas, sucede con la vicepresidenta tercera del Ejecutivo, Nadia Calviño. El jefe de filas también está satisfecho con su manera de pilotar el equipo económico, pese a que, en ocasiones, «se siente abrumada y sobrepasada» por las continuas desavenencias internas con los miembros de Unidas Podemos, la otra pata del Gobierno de coalición. «Estas disputas internas la superan». Pese a ello, sus compañeros de bancada consideran que «está agobiada, pero encantada».
Mano derecha
José Luis Ábalos no figura, desde luego, en ninguna lista de cambios del presidente. No obstante, de tarde en tarde, transmite la sensación de estar agotado y algo tocado. Pese a ello, el ministro de Transportes continúa siendo «el hombre fuerte» del socialismo actual.«Sigue controlando el PSOE y Pedro se fía totalmente de él», puntualizan a LA RAZÓN fuentes gubernamentales. Tampoco parece que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, vaya a abandonar el barco, pese a que en los últimos tiempos no goza del predicamento de antaño. Eso sí, «guarda las formas» y no parece que exista ninguna señal roja de peligro en su devenir político más inmediato.
Por tanto, el presidente realizará, casi con toda seguridad, un leve retoque de su Gabinete. Según fuentes gubernamentales, agotará los plazos para el relevo del titular de Sanidad, Salvador Illa, a imagen y semejanza de lo que decidió con el otrora ministro de Asuntos Exteriores Josep Borrell, que aguantó en su puesto hasta última hora para ocupar la Vicepresidencia de la Comisión Europea. En principio, estas mismas fuentes aseguran que el presidente barajasu sustitución en el Consejo de Ministros ordinario del próximo 26 de enero o, como muy tarde, el 29 de este mismo mes en una reunión extraordinaria de su Gabinete. Este retraso en su salida del Gobierno se debe a que Sánchez se muestra partidario de que Illa «deje el proceso de vacunación de la covid-19 encarrilado antes de iniciar su nueva aventura al frente del PSC». Para sustituirlo en el Departamento de Sanidad, suena el nombre de la actual titular de Política Territorial y Función Pública, la canaria Carolina Darias.
Fuentes del socialismo catalán confirman a LA RAZÓN que el presidente aprovechará este hueco en Política Territorial para cumplir con la tradicional cuota del PSC en el Gobierno, que deja vacante Illa. En este contexto, el nombre de Miquel Iceta aparece en todas las quinielas para suceder a la que se convertirá en nueva titular de Sanidad al frente de Política Territorial, materia que no sólo no le es ajena, sino que controla por su experiencia política adquirida en estos años.
Evidentemente, del jefe del Ejecutivo no depende decidir el relevo de los ministros de Podemos. Si por él fuera, cambiaría de un plumazo a Irene Montero, ministra de Igualdad, y a Alberto Garzón, ministro de Consumo, ambos dos dirigentes cuota de poder de su socio Pablo Iglesias. Aunque no podrá sustituirlos, fuentes monclovitas dejan una puerta abierta a que Manuel Castells abandone el Ejecutivo. El ministro de Universidades ha mantenido en los últimos tiempos posiciones muy próximas a los socialistas y, por tanto, alejadas de los suyos, de los podemitas. Por eso Iglesias no se rasgaría las vestiduras si, al final, el jefe del Ejecutivo decide amortizar a Castells fusionando de nuevo Universidades con Educación.
Más cambios
Además, fuentes gubernamentales consultadas por este diario no descartan que Isabel Celaá decida jubilarse en esta remodelación del Gabinete de Sánchez. La ministra ya ha visto cumplidas sus expectativas con la reforma de la ley de Educación y, según sus más allegados, ahora, a sus 72 años de edad, le gustaría dedicarse a otros menesteres más relajados que la frenética actividad del Gobierno. Para ocupar su cartera, vuelve a colocarse en el primer puesto de salida Ángel Gabilondo, actual portavoz socialista en la Asamblea de Madrid. Su nombre también aparece en las quinielas para relevar en el cargo al actual defensor del Pueblo en funciones, Francisco Marugán. Sin embargo, su renovación se antoja una tarea ardua. De entrada, Marugán goza de todos los poderes del cargo, aunque esté en funciones desde que asumió las riendas de la institución en 2017 ante la ausencia de un acuerdo en el Congreso de los Diputados. Y, de salida, para la elección del próximo candidato se necesita el consenso de las tres quintas partes de la Cámara Baja, es decir, 210 escaños, acuerdo que, de momento, parece imposible entre el PP y el PSOE y más en vísperas de los comicios catalanes. Por tanto, es más factible que Gabilondo, deseoso de abandonar la Asamblea, se postule para otro cargo a que espere a un hipotético consenso en el Defensor del Pueblo.
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