Copa del Rey
El viejo Javier Aguirre no estaba jubilado
El técnico mexicano vuelve a unas semifinales de Copa del Rey diecinueve años después. Su Mallorca está donde nadie esperaba en el torneo copero y desafía a la Real Sociedad
Javier Aguirre acaba de cumplir 65 años, pero ni está jubilado ni se le pasa por la cabeza dejar los banquillos. Vive una segunda juventud el entrenador mexicano, al que algunos veían como un personaje de otro tiempo y no es así. El «viejo zorro» ha metido al Mallorca en las semifinales de Copa del Rey, que hoy arrancan en Son Moix con el invitado más inesperado recibiendo a la Real Sociedad. «Es un partido para meterse en la historia del Mallorca. Hay mucha ilusión en el equipo, hay gente que nunca se había plantado en una semifinal, y la ilusión está a tope. Los chicos saben que es el último partido de Copa en casa, hay que dar una buena imagen. Pero hay que entender que es un partido de 180 minutos, que no termina nada aquí y hay que ser inteligentes», decía Aguirre en la previa de un partido grande en la isla.
La inexperiencia de muchos de sus jugadores en estas alturas de la competición la compensa él con un pasado en el que suma dos semifinales deCopa del Rey y una final, todas con Osasuna, el equipo en el que jugó en España como futbolista y en el que se hizo un nombre como técnico en la Liga. En 2003 llegó a las puertas de la final y se las cerró el Recreativo de Huelva de Lucas Alcaraz, que después perdió el título precisamente ante el Mallorca. El «Vasco» volvió a llevar a Osasuna a otra semifinal copera en 2005, donde eliminó al Atlético, que sería su siguiente destino. Pelearon por el título los rojillos en el Vicente Calderón ante el Betis, que se llevó la gloria con un gol de Dani.
Ahora, Aguirre vuelve a las semis cuando no muchos lo esperaban, en un curso en el que a su Mallorca le estaba costando más que la temporada pasada en Liga. Pero ahí se ha plantado cuando algunos ya lo veían únicamente como un recurso de emergencia para equipos que estaban al borde del descenso. Y para eso llegó a Son Moix en las últimas nueve jornadas del ejercicio 2021-2022 en sustitución de Luis García Plaza. Sumó cuatro victorias y un empate para dejar al equipo en Primera División. Algo que estuvo a punto de conseguir con el Leganés en 2020, cuando los pepineros parecían desahuciados después de un pésimo arranque con Mauricio Pellegrino y un paso breve de Luis Cembranos. Llegó a la última jornada con opciones y necesitaba ganar al Real Madrid, algo que casi sucede con un par de remates ante Areola que de ir a puerta hubieran significado la permanencia del Lega.
Sus ruedas de prensa en Butarque todavía se recuerdan por distintas y cargadas de lecciones de un clásico hombre de fútbol al que no le van los extremos y se toma los éxitos y los fracasos con filosofía. Y eso les pide a sus futbolistas ante el reto de la semifinal, jugar con cabeza, para que la emoción de algo histórico no les juegue en contra.
El favorito es la Real Sociedad, pero también lo era el Girona en cuartos y quedó fuera después de una primera parte casi perfecta del Mallorca, con tres goles que no pudieron levantar los de Míchel después del descanso. Alguacil quiso dejar claro que la final que ganaron en 2021 (era la edición de Copa de 2020) es historia y que no pueden vivir de eso. Quiere más y eso pasa por dejar fuera al viejo Aguirre: «Es un entrenador top que se ha adaptado con el paso de los años».
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